”Teatro Abya Yala. Costa Rica 1991-2011” es la publicación que esa agrupación teatral presentará el próximo lunes 26 de noviembre, a las 7 p.m. en el Centro Cultural de España.
Aunque el grupo celebró sus 20 años durante el 2011, el reducido presupuesto con que trabajan este tipo de compañías independientes no permitió su impresión hasta ahora. “Se compiló todos los montajes de ese periodo, fotos, personajes, afiches. Es un lindísimo recuerdo y un bello diseño de Mariela Richmond y David Korish”, explicó Roxana Ávila, cofundadora de Abya Yala.
Según Ávila, la actividad tendrá un tono informal, en la que se exhibirán fotos de 1991 en adelante. Tras la intervención de Edda Rodríguez, socióloga y amiga de la agrupación, se abrirá un espacio donde los asistentes compartirán sus recuerdos, anécdotas y podrán hacer preguntas, añadió Ávila.
Este libro fue publicado bajo el sello editorial Arlekín, tiene un costo de ¢6000. Estará a la venta en la Librería Universitaria, se puede solicitar mediante el perfil de “facebook.com/teatroabyayala” o por el sitio web www.teatro-abyayala.org. El día de la presentación se venderá el catálogo y camisetas de Abya Yala a ¢10 000 por ambos productos.
La publicación del catálogo dramatúrgico de Abya Yala tuvo varios objetivos. Uno de ellos es recopilar el trabajo realizado, a pesar de muchos contratiempos, dijo Roxana Ávila. Por otro lado, desinvisibilizar la labor del grupo. “En la historia de la dramaturgia costarricense de las últimas décadas no aparecemos. En Cádiz nos dijeron que estaban sorprendidos porque otras personas han dicho que en Costa Rica no había mucho teatro y del todo no nos mencionaron. Esta es una manera de entrar a la historia del teatro mundial, pues tiene reflexiones y documentación. Este proyecto nos permitió evaluar lo hecho, hacia donde vamos y como hemos hecho lo que hemos hecho”, aseguró Ávila.
¿Y dónde está la musa del teatro?
En la fachada del Teatro Nacional están las esculturas de las musas de la fama, la música y la danza; pero nunca se colocó una para la diosa que inspira a los creadores teatrales. Para Roxana Ávila eso no es casualidad.
¿La invisilización de la que habla se refiere a grupos no estatales y pequeñas compañías que pronto desaparecen?
—Primero, hay invisibilización en la dramaturgia. Lo otro es cuanto espacio se le dedica en los medios de comunicación a los montajes de las instituciones estatales en los medios de comunicación contra las agrupaciones independientes. También, ¿qué tipo de estéticas premian los jurados de premios nacionales, que no van a ver las obras? Otro punto es cuántos fondos se destinan a cierto tipo de teatro que repite lo mismo; el que solo el 2 % de la programación del Teatro Nacional sea en teatro (el resto es música y danza); el que música y plásticas sean las materias artísticas en la educación costarricense.
Usted plantea que Abya Yala no aparece en la historia de la dramaturgia costarricense, ¿a qué lo atribuye?
—Hay varios libros de dramaturgias publicados y las nuestras no aparecen. Publicamos el libro “Dramaturgia Invisible”, con la Editorial EUNA para poner en evidencia este problema. La gente que escribe sobre el teatro no es de teatro, tienen una manera muy cuadrada de verlo, lo aprendieron en la décadas de los años 50, 60 o 70.
Abya Yala es un punto de referencia entre las agrupaciones en Costa Rica, ¿qué hace falta para que nuestros artistas se proyecten?
—Veo a tanta gente que quiero en la lucha tenaz para lograr proyección. Se necesita mucha más circulación, más capacitación, visibilizar lo que vale la pena. Hay montajes que cierran a teatro lleno después de toda la temporada, es una atrocidad.
¿Sería posible convertir a Costa Rica en una de las capitales de las artes escénicas en la región latinoamericana?
—Se necesitan varias cosas. Una es la educación estética de la escena, como hizo Alicia Alonso cuando regresó a Cuba y la convirtió en una cuna mundial de bailarines. Es decir, tenemos que enseñarle a la gente a leer el teatro, porque no se aprende sabiendo que es una metáfora escénica y como leerla. Otra es hacer del teatro una materia opcional a nivel de escuelas. Además, debemos impulsar el teatro comunitario y luchar por presupuesto en cada municipalidad.