Las relaciones entre la arquitectura y el cine fueron abordadas en el seminario que se realizó entre el 22 y 26 de septiembre. (Foto: tomada de la red)
La Universidad de Costa Rica (UCR) desarrolla entre el 22 y el 26 de setiembre el seminario la “Arquitectura como instrumento cinematográfico”, en el que se indaga, se debate y se profundiza en las relaciones entre cine, arquitectura y ciudad.
El encuentro, en el que participan más de 120 interesados, entre estudiantes y profesores, cuenta con la presencia de Jorge Gorostiza, español especialista y autoridad mundial en este tema.
El arquitecto José Enrique Garnier, promotor del seminario, resaltó que es uno de los asuntos más novedosos en estos campos y que tuvieron una excelente respuesta, al punto de que no pudieron aceptar todas las solicitudes de quienes deseaban intervenir en el seminario.Gorostiza impartió el lunes 22 una conferencia magistral que cerró con la proyección de la película Los Blandings ya tienen casa.
“Este es uno de los abordajes entre el cine, la arquitectura y la ciudad más novedosos que se han dado en los últimos años, aunque la relación, desde luego, siempre ha estado ahí”, dijo Garnier.
Entre martes y jueves se planean actividades abiertas al público para que, además de los que participantes en el semanario, otras personas aprovechen el acercamiento al tema.
No se trata de documentales sobre la arquitectura y el cine, resaltó Garnier, sino más bien cómo una serie de conceptos de la arquitectura son aplicados al cine y viceversa.
En el país no existe, todavía, un análisis que aborde el tema desde esta perspectiva, sostuvo. Recordó que muchos de los escenógrafos de las películas son primero arquitectos, lo que refuerza aún más esta relación.
En ese sentido, resulta determinante cómo se pueden influir ambas ramas –cine y arquitectura— y cómo se puede percibir ello en el quehacer de dichos campos.
Si tenemos en cuenta que la arquitectura consiste en construir un espacio y el cine ya desde sus inicios necesitó dos espacios (uno para poder crearse y otro para ser exhibido), las relaciones entre ambos son complejas, expresa en una de sus ponencias Gorostiza.
De acuerdo con Garnier, la mayor autoridad en el ámbito hispano en cuanto al tema del cine y la arquitectura es Gorostiza.
Además, agregó que los festivales sobre arquitectura y cine se pusieron de moda hace unos cinco años y que la UCR forma pronto parte del circuito de esos encuentros.
El primer festival que se realizó en América Latina en este campo fue en Chile, en el 2013. Asimismo, en otras ciudades y países del mundo se han efectuado dichos festivales, como en Lisboa, Portugal y en algunos países africanos.
El interés que de por sí despierta la arquitectura como una manera de entender la ciudad, por ejemplo, aunado al ingrediente del cine, hace que la combinación haya generado una gran expectación entre los amantes de esos temas.
“Se suele considerar al cine como la disciplina o la manifestación artística –lo que es más discutible− en la que se reúnen otras, como la literatura, la música, la fotografía y la arquitectura, e incluso se ha llegado a escribir que reúne a todas las demás. El peligro que surge al ligar dos de ellas es que el peso recaiga exclusivamente en una, olvidando a la otra, y también que la importancia de una anule a la otra; por ello, el reto consiste en lograr el difícil equilibrio entre ambas”, destaca Gorostiza en sus análisis.
A su parecer, “lo ideal es que una buena película muestre una buena arquitectura, con todas las dudas que puedan establecerse sobre la “bondad” de cada una de ellas, teniendo en cuenta que quien ha de ponderarlas no podrá evitar hacerlo desde una de las dos disciplinas, y este es sólo uno de los muchos y apasionantes desafíos que tiene por delante un festival de cine y arquitectura”.
