El comediógrafo ateniense, dramaturgo clásico, punzante y crítico de la política y de la sociedad de su época vuelve, se recrea y renace en la obra que se estrenó el 4 de abril en el Teatro Espressivo y que lleva su nombre: “Aristófanes”.
Como explicó María Bonilla, quien se encargó de la dramaturgia y la dirección de la puesta en escena, Aristófanes y sus obras son de suma actualidad, por lo cual se facilita su adaptación.
A su parecer, de aquellos tiempos al actual, “la situación política ha cambiado poco: políticos demagogos lejanos al pueblo, médicos y abogados que extorsionan al pueblo, sacerdotes robando ofrendas, funcionarios enriqueciéndose del pueblo… Por desgracia, hay toda una situación que no cambia desde la Grecia clásica”.
La adaptación jugó un papel muy importante en el montaje, puesto que, tanto el dramaturgo como sus obras, datan de la Grecia clásica. Pero las críticas, reflexiones y el humor del comediógrafo son universales y atemporales, permitiéndole a la obra una actualización tanto en tiempo como en espacio.
Para conservar el espíritu de crítica y la capacidad de hacer reír con ese humor incisivo propio de Aristófanes, se conservaron algunos personajes propios de la época, como el político Eurípides o el mismo Aristófanes.
Junto a ellos, desfilan en escena personajes controversiales de hoy ―como “justoroscopolis” (Justo Orozco) y “Mujicallotis” (José Mujica)― y se hacen guiños a situaciones actuales: “tenemos los partidos Unidad, Liberación y Acción del Peloponeso; las calles de Atenas están en pésimo estado; el fabricante de lanzas es un gringo; semillas extrañas se aprueban; hay una guerra fronteriza con Esparta y un heraldo nicaragüense. Está llena de alusiones a la realidad costarricense; fue la forma de actualizar a Aristófanes”, agregó Bonilla.
Tal como el género de comedia de la griega clásica, “Aristófanes” promete ser una obra muy crítica, política y humorística. Aristófanes era una persona hondamente preocupada por la situación política y por hacer un llamado a la democracia, “que es el gobierno de todos, y todos debemos ejercerlo: mensaje importantísimo en un año electoral”, comentó Bonilla.
“ARISTÓFANES” EN ESCENA
La obra, que estará en escena hasta el 2 de junio, fusiona tres obras del comediógrafo: “La paz” (421 a.C.), “Lisístrata” (411 a.C.) y “Pluto” (388 a.C.), esta unidad permitió reflejar la realidad costarricense y recuperar a Aristófanes como un personaje más de la obra: él es quién dirige dentro de la función estas tres comedias, “él interviene, dirige, cuenta e imagina su propia obra. Era un personaje muy irreverente, había que rescatarlo”, mencionó Bonilla.
La obra se divide en tres planos: uno desde el cual Aristófanes dirige las obras, uno de ficción donde ocurre la obra imaginada por él y otro de los dioses, que se manifiesta mediante una proyección audiovisual en una pantalla.
La impresión de estos planos se consiguió mediante elementos escenográficos. El escenario se dividió en tres: una tarima más cercana al público, desde donde Aristófanes dirige sus obras; el escenario, donde se desprenden las obras imaginadas, entre una iluminación colorida; y una pantalla, en la que intervienen los dioses: Hermes, Pluto y la Pobreza.
Otro elemento importantes de la obra es el vestuario, que se decidió que fuera clásico, por la belleza y sencillez de la túnica griega. También, se utilizan máscaras, comunes en el teatro clásico. El espacio escénico es muy sencillo: dos escaleras blancas y columnas proyectadas, que facilitan la noción de los tres planos.
La música consta de tres canciones de Luis Diego Solórzano; una se apega a las tonalidades clásicas, mientras que las otras dos son modernas. Tiene un par de danzas ―una que respeta los parámetros griegos y otra más contemporánea―, que van a tener un espacio muy importante en “Aristófanes”. La obra consta de un solo acto y dura alrededor de una hora con quince minutos.
El elenco lo conforman José Pablo Umaña, Manuel Martín, Manuel Ruiz, Pablo Morales, Moy Arburola, María Orozco, Tania Álvarez, Zoraya Mañalich, Leonardo Sandoval, Melvin Jiménez, Pablo González y Alexandra de Simone.