Antologías de Gabriela Mistral y Pablo Neruda ya están en las principales librerías del país.
En dos volúmenes amplios y excelentemente preparados por académicos y conocedores de la obra de Pablo Neruda y Gabriel Mistral, la Asociación de Academias de la Lengua Española rinde homenaje a los dos premios Nobel de literatura de Chile.
Ambos textos fueron pensados para el V Congreso de la Lengua, el cual nunca se realizó debido al terremoto que devastó gran parte del territorio chileno el sábado 27 de febrero de 2010.
Antes de que ocurriera tal evento, los académicos discutieron ampliamente a cuál de los dos escritores destacar y luego de muchas deliberaciones llegaron a la conclusión de que lo salomónico era editar dos antologías al mismo tiempo.
Es así como los lectores de hispanoamérica disponen de dos antologías editadas con sumo interés por estudiosos y académicos de la obra de Neruda y Mistral.
No hay duda de que de ambos poetas el más conocido es Neruda, a quien lo relacionan superficialmente como el poeta del amor, sin embargo, como el propio Neruda lo constató en sus textos, lo suyo fue una producción que fue mucho más allá de esa etiqueta, y una prueba es su Canto General, publicado en Chile de forma clandestina cuando él estaba exiliado debido a la persecución del gobierno de Videla.
Neruda ganó el Nobel de Literatura en 1971.
DOS JOYAS
Tanto para los lectores de Neruda y de Mistral, las antologías constituyen dos verdaderas joyas que ubican y le dan una adecuada dimensión a la obra de ambos autores.
En el caso de Antología general este es un libro de 714 páginas, que incluye análisis críticos y valoraciones de expertos y allegados en su momento al poeta de Isla Negra.
La obra de Neruda, cuyo nombre real era Neftalí Reyes Basualto y quien nació el 12 de julio de 1904, la comentan en la antología Jorge Edwards, quien en su texto El último Neruda evoca, entre otros aspectos, los sucesos de la invasión a Praga en 1968 y de cómo eso afectó a Neruda en su momento.
En casa de Joaquín Gutiérrez analizaron y discutieron lo sucedido en la capital de la entonces Checoslovaquia y refiere cómo ese dolor del poeta luego se transformó en poesía en uno de los textos de Fin de mundo.
Esta vasta antología, que recorre los principales episodios del hombre y del poeta, contiene 12 apartados en los que se van descubriendo las distintas etapas por las que atravesó el creador de Veinte poemas y una canción desesperada.
A Hernán Loyoa, académico chileno de la lengua, le correspondió realizar la selección de los textos en continua consulta con la Asociación de Academias.
Los textos, reconoce Loyola, proceden de las obras completas que editara Galaxia Gutemberg-Círculo de Lectores entre 1999 y 2002.
Antes de cumplir los 14 años, ya Neruda había empezado a escribir sus poesías en cuadernos escolares que hoy están perdidos. De esa época procede “nocturno”, con el que se abre la antología propiamente.
“Es de noche: medito triste y solo
a la luz de una vela titilante
y pienso en la alegría y en el lodo,
en la vejez cansada
y en la juventud gallarda y arrogante”.
La secuencia en que están ordenados los 12 apartados responden a una idea cronológica, a un afán por seguir la ruta que muchas veces convulsa persiguió el poeta a lo largo de su vida.
Además de Loyola, el lector puede complementar la lectura directa de los poemas con análisis de Alain Sicard, Selena Millares, Marco Martos, Perre Gimferrer, poeta y académico, Andrés Gallardo y Francisco Brines.
La antología de Neruda, que sigue el rigor con que fueron elaborados los libros de la misma colección dedicados a Miguel de Cervantes y Gabriel García Márquez, es un volumen que se impone tener en cualquier biblioteca de un latinoamericano y más si ha sido seguidor de ese Neruda que más prevalece, el que está por encima de la etiqueta de que fue el poeta del amor, aunque siempre gustó de dicho tema y así se percibe en este fragmento.
“La vida me la pasé
buscando una chillaneja.
Por los palacios pasé,
miré detrás de las rejas,
Los ranchos examiné
desde el patio hasta las tejas
hasta que,
hasta que la encontré”.
“MISTRAL: EN PROSA Y VERSO”
Esta antología trae los cuatro libros de poesía que en vida publicó Gabriela Mistral, quien al igual que Neruda en realidad adoptó un seudónimo con el que se dio a conocer. Ella se llamaba Lucía María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga.
Los libros de poesía que se encontrarán en el volumen son: Desolación, Ternura, Tala y Lagar. El libro se complementa con textos inéditos tanto en prosa como en verso, entre los que se hallan “Poema de Chile” y “Lagar II”.
La importancia de la antología es que pone en perspectiva la obra de una autora que, por muchos años, ha estado en el olvido y cuya estatura como escritora Gonzalo Rojas destaca. El ganador del Premio Cervantes, reclama, incluso, a aquellos críticos que la relegaron al ostracismo y que ni siquiera han profundizado en sus trabajos poéticos.
“Reitero lo dicho: me gustaba la Mistral en sus claves mayores de Tala y de Lagar que, habiendo vivido en el plazo de las vanguardias, no se encandiló con las vanguardias sino más bien se quedó oyendo sin prisa la lengua oral de sus paisanos de América con arcaísmos y murmullos, como Teresa de Ávila, y así nos dijo el mundo entre adivina y desdeñosa”, apunta el poeta en su valoración de la obra de su compatriota.
La selección de los textos le correspondió al académico de la lengua chilena Cedil Goic, en una obra que consta de 854 páginas entre poesía y prosa, tal y como el título lo precisa.
Goic apunta algo que es trascendental y que de alguna manera refleja el reclamo inicial de Rojas.
“Carecemos de una edición crítica de la poesía de Gabriela Mistral, proyecto que se hace absolutamente necesario y que es una tarea desafiante por su complejidad y dimensiones debido a la existencia de múltiples manuscritos, variantes, modificaciones de poemas, estrofas, versos, palabras y grafías. Gabriela Mistral dejó en su legado un número gigantesco de poemas dispersos e inéditos en borrador, con múltiples versiones sin forma final de un mismo proyecto”.
Por eso el que Rojas lamente el que se haya dejado en el pasado a Mistral tiene sus asideros en la realidad:
“Hasta hoy hay letrados incapaces de entrar en la trama viva e imaginaria, que insisten en proscribirla y hasta negarla. Y es que no quieren distinguir en nuestra fundadora el oficio lateral de enseñar del oficio mayor de escribir y de apostarle la palabra al mundo. Alguna vez he dicho con desenfado: Soy mistraliano, ¿y qué?”, afirma Rojas.
Bruno Rosario Candelier, Pedro Luis Barcia, Carlos Germán Belli, Santiago Daldí-Tolson, Grinor Rojo y Muaricio Ostria, entre otros, ubican y comentan la obra de Mistral, quien recibió el Premio Nobel de Literatura en 1945.
En definitiva, la Asociación de Academias de la Lengua Española vuelve a realizar un extraordinario aporte al poner al alcance de los lectores por un precio muy asequible (6.000) la obra de dos grandes de la literatura latinoamericana del siglo XX: Mistral y Neruda.