Si hay un personaje que poco a poco se le reconoce el lugar que merece en la historia costarricense es Carmen Lyra, la polifacética mujer que enfrentó a los poderes políticos de su época. Esto le costó el exilio impuesto por José Figueres Ferrer a los integrantes del Partido Comunista, tras la derrota que sufrieron en el conflicto bélico que vivió el país en el año 1948.
Pero, con la visión de algunos intelectuales y artistas, el pensamiento de Carmen Lyra es rescatado para presentarlo a las nuevas generaciones, a la verdadera mujer que la historia oficial ocultó tras la escritora dulce que publicó el libro infantil “Los cuentos de mi Tía Panchita”.
Uno de esos nuevos y valiosos aportes lo hace el Quinteto Miravalles. Este llevará al Teatro Nacional el espectáculo “Homenaje a Carmen Lyra”, los días 29 y 30 de abril del 2011 a las 8 p.m. y el 1 de mayo del 2011 a las 5 p.m.
Este merecido, y lamentablemente tardío, homenaje a la política más importante del siglo XX reunió los talentos de pintores como José Miguel Rojas, a los compositores Fidel Gamboa y Eddie Mora, así como a la coreógrafa Lourdes Cubero y un elenco de bailarinas, el cual incluye a las estudiantes de danza contemporánea que cursan su último año en el Conservatorio de Castella.
Otros que se abocaron a este tributo fueron los ilustradores Félix Arburola, Héctor Gamboa, Vicky Ramos y Nela Marín. La dirección artística general estuvo a cargo de José Manuel Rojas, integrante del Quinteto Miravalles.
MUJER DE TODAS LAS ÉPOCAS
La época profundamente machista que vivió Carmen Lyra no fue obstáculo para levantar su voz y ocupar un espacio en la discusión pública. Ella enfrentó los señalamientos y prosiguió firme en su credo político y las denuncias que hacía en todas las palestras de las injusticias sociales.
“Mientras estuve pegando remienditos sociales en la escuela y escribiendo prosa romántica con metáforas inofensivas para la injusticia que me rodeaba, tuve fama de ser una excelente persona, de muy buen corazón y una fina escritora. Pero cuando me di cuenta que había que hacer algo más que remiendos sin trascendencia, que había que luchar directamente contra el régimen capitalista, la gente cambió de opinión con respecto a mí: Ahora dicen que estoy loca, que tengo envidia de lo ajeno, que ya no escribo como antes, que he decaído en el arte de la literatura”, escribió Lyra luego de ser expulsada del primer kínder de Costa Rica, fundado por ella con el apoyo de otras maestras comprometidas, como Luisa González. Solamente el exilio opacó el brillo del discurso político de Carmen Lyra.
Y para que el homenaje sea más propicio, el Quinteto Miravalles interpretará música compuesta por otras mujeres contemporáneas a la política y escritora, ya que -según ellos- también en el ámbito musical clásico se invisibiliza el trabajo de las compositoras.
“Las obras que vamos a tocar, en su mayoría, son de compositoras que vivieron en la época de Carmen Lyra y además ejecutaremos por primera vez en Costa Rica, el Quinteto de Rocío Sanz ( † 1934-1993)”, acotó José Manuel Rojas.
Además de Sanz, de quien ejecutarán “Cinco piezas breves para quintetos de alientos”, Quinteto Miravalles presentará obras de las francesas Claude Arrieu y Elsa Barraine.
Otro de los puntos culminantes del montaje es el estreno del “Prólogo para Carmen” para corno inglés solo y cabaza de pié, compuesta para este homenaje por Eddie Mora.
El Quinteto Miravalles planea llevar este homenaje a distintas locaciones, ya que por su naturaleza no comercial implica un gran esfuerzo, y desean compartir su pensamiento con la mayor cantidad de públicos posibles.
Ellos son los Miravalles
Desde 1990, el Quinteto Miravalles ha dado prioridad a los compositores nacionales, de quienes ha estrenado cerca de 40 obras: a Marvin Camacho, Fidel Gamboa, Walter Flores, Eddie Mora, Luis Diego Herra, Carlos Escalante, Carlos Castro, Fulvio Villalobos Vinicio Meza, para mencionar algunos.
Aunque los integrantes del quinteto son ejecutantes de instrumentos de viento, no se han limitado y se han “dedicado a la investigación, recopilación e interpretación de la música costarricense y latinoamericana, sin dejar a un lado el repertorio europeo, estadounidense, caribeño y de otras latitudes”, explicó José Manuel Rojas. Fruto de esa investigación han surgido espectáculos donde fusionan distintos géneros.
“Al Quinteto Miravalles siempre le han interesado dos cosas: ponerle nombre a los espectáculos porque no nos interesa solo ‘poner el dedo bien en la tecla’, no nos interesa solo la técnica; nos parece importante enfocar temas de la actualidad; segundo, nos interesa la interdisciplinariedad para conocer otros artistas; evitamos sobre todo la megalomanía y el egocentrismo, para crear espectáculos en grupo”, agregó Rojas.
A la fecha, la agrupación ha producido tres discos compactos. Este año prepara su cuarta producción discográfica “Hace tiempo que trabajamos juntos”, que reunirá la obra completa que Fidel Gamboa ha escrito para este quinteto.
En palabras de Miravalles…
¿Cómo surgió el interés del grupo para crear este espectáculo?
-Inicialmente, estábamos pensando en hacer un espectáculo latinoamericano y costarricense para niños y niñas, porque en general los espectáculos dentro del marco de la práctica de la música «clásica» en Costa Rica son muy adultocéntricos.
Éste es un espectáculo enmarcado en las políticas de género, ¿Qué propone en ese sentido?
-Proponemos desmontar todo el discurso masculinizado de la práctica de la música «clásica», a través de una visión del mundo con una mujer tan importante para Costa Rica, como lo es Carmen Lyra. Será un quinteto formado por hombres haciendo música escrita en su mayoría por mujeres. Nuestro lema para este espectáculo es: «El año pasado los costarricenses metimos a Carmen Lyra en un billetera, este año el Quinteto Miravalles desea meterla en el Teatro Nacional».
¿En cuanto a la coreografía, cómo la conjugaron con la producción musical?
-Solo la obra de Fidel Gamboa llevará una coreografía y es la primera vez que trabajamos con un grupo de danza. La coreografía estará muy de acuerdo con la orquestación de la obra de Gamboa; si hay un dúo en la partitura, entonces también hay un dúo en la coreografía. Esto porque la investigación sobre el lenguaje que hizo Carmen Lyra lo deseemos manifestar de esta forma.
