Este mes se conmemora el centenario del nacimiento del pensador francés Jean Paul Sartre.
En esta foto Sartre aparece junto a Simone de Beauvoir, durante una emisión radiófonica.
Conferencias, un cine foro, una exposición y la puesta en escena de «A puerta cerrada», son las iniciativas organizadas en nuestro país en conmemoración de los cien años del natalicio de Jean Paul Sartre.
Las actividades se iniciaron con una exposición alusiva a Sartre, inaugurada el 12 de abril en la Alianza Francesa, la cual estará abierta al público hasta finales de junio.
Ese mismo día en la misma sede se realizó una mesa redonda. El 14 habrá un cineforo sobre la película biográfica «On a raison de se révolter» (Hay una razón para sublevarse) y el 15 se estrena la obra teatral «A puerta cerrada», bajo la dirección de María Bonilla.
Todas estas actividades son organizadas por la Alianza Francesa, el Liceo Franco Costarricense, la embajada de ese país, las escuelas de Lenguas Modernas y Artes Dramáticas de la UCR y Café Britt.
EL INFIERNO SON LOS OTROS
«Siempre que se habla de Sartre se piensa en su trabajo filosófico, aunque también hizo un gran aporte al teatro existencialista. A Puerta Cerrada, por ejemplo, es una de las obras más puestas en escena en el mundo», manifestó la directora María Bonilla.
Bonilla resumió el argumento de la pieza en que tres personas que no se conocen mueren y conocen el infierno.
Se trata de una lesbiana muerta a manos de su pareja, una mujer que había matado a su hija y un hombre que torturaba a su esposa y que finalmente se condena por cobarde y desertor.
«No se trata de un infierno acorde con la iconografía católica, sino de uno en que el problema son los demás», destacó.
Agregó que se ha trabajado en una puesta en escena «más compacta y fuerte», que cuenta con la proyección de material multimedia, elaborado por la fotógrafa Ana Muñoz.
«Esta pieza tiene gran vigencia. Si uno puede juzgar la vida por un sólo acto que la define y ese acto va contra tus principios, entonces te condena. Esa idea en este momento en nuestro país es terrorífica, pues tenemos dos expresidentes en arresto domiciliario», sentenció.
La obra se estrenará el 15 de abril, aniversario de la muerte de Sartre, y las funciones serán los sábados de abril, mayo y junio a las 8 p.m. en el Teatro Dionisio Echeverría, del Café Britt, Heredia.
UN AUTOR PROLÍFICO
Sartre fue filósofo, dramaturgo, novelista y periodista político, no de los principales representantes del existencialismo.
Nació en París el 21 de junio de 1905, estudió en la Escuela Normal Superior de esa ciudad, en la Universidad de Friburgo, Suiza y en el Instituto Francés de Berlín. Fue profesor de filosofía en varios liceos desde 1929 hasta el comienzo de la II Guerra Mundial, cuando se incorpora al ejército.
En 1940 cayó prisionero de los alemanes y fue puesto en libertad en 1941. Dio clases en la localidad de Neuilly y más tarde en París, además de participar en la Resistencia francesa.
Las autoridades alemanas que ocupaban Francia permitieron en 1943 la puesta en escena de «Las Moscas», una obra de teatro antiautoritaria. Ese mismo año publicó su trabajo filosófico más célebre «El ser y la nada».
En 1945 dejó la enseñanza y junto con la escritora feminista Simone de Beauvoir, entre otros, fundó la revista política y literaria «Los tiempos modernos», de la que fue editor jefe.
Fue tan crítico de los Estados Unidos como de la Unión Soviética durante la guerra fría. En la mayoría de sus escritos de la década de 1950 toca cuestiones políticas, como la actitud represora y violenta del ejército francés en Argelia.
En 1964 el jurado que otorga el Premio Nobel en Literatura consideró a Sartre merecedor del galardon, pues «el trabajo de Sartre, rico en ideas y pleno del espíritu de la libertad y la búsqueda de la verdad, ha extendido una amplia influencia en nuestra época».
Sin embargo, Sartre lo rechazó por considerar que, debido a su concepción del deber del escritor, siempre se había negado a recibir honores oficiales.
El enfoque de su trabajo relaciona la teoría filosófica con la vida, la literatura, la psicología y la acción política. Ello suscitó un amplio interés popular que hizo del existencialismo un movimiento mundial.
En «El ser y la nada» concibió a los humanos como seres que crean su propio mundo al rebelarse contra la autoridad y aceptar la responsabilidad personal de sus acciones, sin el respaldo ni el auxilio de la sociedad, la moral tradicional o la fe religiosa.
Sus obras de teatro y novelas expresan su creencia de que la libertad y la aceptación de la responsabilidad personal son los valores principales de la vida y que los individuos deben confiar en sus poderes creativos, más que en la autoridad social o religiosa.
A pesar de su profunda conciencia política, Sartre no se afilió al Partido Comunista Francés, lo cual le permitió conservar la libertad para criticar abiertamente las intervenciones militares soviéticas en Hungría, en 1956, y en Checoslovaquia, en 1968.
También escribió la novela «La Náusea», en 1938, y la serie narrativa incompleta «Los caminos de la libertad», que comprenden «La edad de la razón», y «El aplazamiento», de 1945, y «La muerte en el alma», de 1949.
En 1952 publicó «San Genet, comediante y mártir», una biografía del escritor francés Jean Genet. «A puerta cerrada», estrenada en 1944, fue su segunda obra teatral. Dos años más tarde apareció la pieza «La puta respetuos»a y en 1959 «Los secuestradores de Altona».
También escribió una autobiografía, «Las Palabras», publicada en 1964, y una biografía de tres volúmenes de Gustave Flaubert, titulada «El Idiota de la familia» y publicada entre 1971 y 1972.
Jean Paul Sartre murió en París, en abril de 1980.
