La Compañía de Danza Centroamericana y del Caribe está integrada por 14 bailarines de la región. (Foto: cortesía René Figueroa)
Demostrar que la integración centroamericana y caribeña es posible es el objetivo que persiguen los catorce bailarines que integran la Compañía de Danza Centroamericana y del Caribe (CODACA).
La agrupación se conformó en noviembre del 2013 y la integran profesionales de la danza provenientes de siete países de América Central y el Caribe.
Los bailarines se reunieron durante cuatro semanas, en un campamento en El Salvador, para concretar el proyecto de construir, por primera vez, una compañía regional.
A partir del 7 de enero iniciaron su primera gira con los espectáculos »Intuitivos», de la costarricense Karol Marenco –directora de la Compañía Nacional de El Salvador–, y “Otros Mares”, del bailarín y coreógrafo escocés Mark Sieczkarek.
Las primeras funciones se llevaron a cabo en El Salvador, Honduras y Nicaragua. El pasado domingo, la CODACA bailó en Costa Rica y durante enero se presentará en República Dominicana, Panamá y Guatemala (ver recuadro).
Integran la compañía dos bailarines por cada uno de los países representados: Ana Sofía Villar y Josué Barrios, de Guatemala; Adriana Isabel Amaya y Guillermo Rolando Meléndez, de El Salvador; Diana Beatriz Valladares y Andrea Alvergue, de Honduras; Freddy Antonio Ríos y Víctor Omar Cruz, de Nicaragua; Moisés García y Héctor Manuel Carrasco, de Panamá; Doraysa De Peña y Rayser Campusano, de República Dominicana. En representación de la danza costarricense están la bailarina Sofía Solís, de la Compañía de Cámara Danza de la Universidad Nacional (UNA), y Eduardo Guerra, de Danza Universitaria de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Este proyecto es resultado de la cooperación cultural alemana con América Central y el Caribe, por medio del Instituto Goethe de México, y de las embajadas y centros culturales alemanes de la región. Asimismo, cuenta con el apoyo del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y de las autoridades locales.
La danza como elemento integrador
De acuerdo con Helmut Schippert, director de Cooperación con Centroamérica y el Caribe del Instituto Goethe de México, la finalidad del proyecto dancístico es visibilizar ante los sectores políticos, tomadores de decisiones y la población en general que es posible la integración de los países centroamericanos y caribeños.
“Nuestro objetivo es construir proyectos culturales centroamericanos que sirvan como símbolos de la integración, a la vez que se ofrece a los artistas que participan en estos proyectos una experiencia distinta de lo que realmente es la región, porque conocen colegas de otros países, sus realidades y viajan a través de los países para hacer eventos y mostrar su trabajo”, dijo.
Schippert indicó que la cooperación alemana tiene interés en fomentar procesos de integración en la región pues tienen por referencia el modelo europeo, al que “se le pueden hacer críticas, pero que ha generado resultados fantásticos en los últimos 60 años”.
Además, comentó que CODACA ha servido para extender a toda la región los vínculos ya existentes entre reconocidas instituciones de danza en Alemania y Costa Rica.
De acuerdo con el bailarín de Danza Universitaria, Eduardo Guerra, el ser parte de una agrupación de danza centroamericana es “una utopía hecha realidad”, ya que el espacio permite compartir e intercambiar experiencias en torno al concepto de “arte sin fronteras”.
Vicky Cortés, coordinadora local del proyecto en Costa Rica y directora de la Compañía de Cámara Danza UNA, opinó también que este proyecto que recién arranca “con mucha vigorosidad representa ya un paso adelante en el valor de reconocernos en nuestra propia región, que es un vacío imperdonable”.
Ambos bailarines coincidieron en que el espacio ha servido para construir bases sólidas para un proyecto permanente.
Schippert, por su parte, indicó que lo más importante es, precisamente, que CODACA no se convierta en un proyecto efímero sino que, desde esta experiencia, se puedan construir estructuras sostenibles y mayores espacios de intercambio desde un concepto regional.
“Aunque a veces los políticos no lo entiendan —agregó— los proyectos culturales sirven al desarrollo social y político. En Latinoamérica, los actores culturales tienen la convicción de que sus proyectos culturales artísticos son, a la vez, proyectos sociopolíticos y por eso siempre pretenden cambiar algo. Yo estoy convencido de que quienes participan en estos proyectos tienen una enorme capacidad de liderar y de incidir en procesos tan complejos como la integración regional”.
RECUADRO:
Gira regional
El primer taller de la Compañía de Danza Centroamericana se realizó durante cuatro semanas en la sede de la Compañía Nacional de Danza de El Salvador, dirigida por la costarricense Karol Marenco.
Allí se realizó un campamento de danza, durante el cual los bailarines intercambiaron experiencias y recibieron clases magistrales y talleres impartidos por coreógrafos y bailarines provenientes de Alemania.
Además, participaron en el diseño de la obra “Otros mares”, que se estrenó en El Salvador el 7 de diciembre del 2013 y que se ha presentado ya en Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
La gira regional continuará el 22 y 23 de enero con funciones en el Palacio de Bellas Artes en Santo Domingo, República Dominicana; además, 26 y 27 bailarán en el Teatro Ateneo en Ciudad Panamá, Panamá.
La gira concluirá en Guatemala, donde la compañía dará dos funciones. La primera será el miércoles 29 en el Teatro Nacional en Ciudad de Guatemala y la última fecha será en Antigua.
