Del concreto a la libertad creadora

Este año, el Parque La Libertad ha realizado actividades en las que han participado alrededor de 14 000 personas. (Foto: cortesía del Parque La

Este año, el Parque La Libertad ha realizado actividades en las que han participado alrededor de 14 000 personas. (Foto: cortesía del Parque La Libertad)

Paola y Deiby se toman unos minutos para recuperar el aire mientras el sudor moja sus camisetas, luego de bailar una corta pero enérgica coreografía. Hace dos años ambos bailarines de danza urbana formaron el grupo Ice Cream junto con 7 compañeros más, cobijados por el Parque La Libertad.

Ellos son parte fundamental del corazón de la iniciativa adscrita al Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), mediante la cual en setiembre se inauguró el edificio de la Escuela de Danza, proyecto enlazado con la Compañía Nacional de Danza (CND-MCJ).

El Parque abarca un terreno de 32 hectáreas ubicado en Patarrá, entre los cantones de Desamparados, Curridabat y La Unión, en donde funcionaba la empresa productora de cemento Holcim, la cual donó los terrenos al MCJ.

La misión de este parque está dirigida a ofrecer oportunidades para la expresión y la capacitación artísticas, ambientales, urbano-recreativas y de pequeños emprendimientos a niños, adolescentes y adultos.

El radio de acción, en primera instancia, son las 300 000 personas que habitan en las comunidades circunvecinas, objetivo que va más allá de las buenas intenciones. Así lo demuestran Paola y Deiby, quienes se han beneficiado de la labor que promueve el Parque, bajo la dirección de Dora Sequeira.

EL CORAZÓN DE LA LIBERTAD

Con 26 años, Deiby vive en Río Azul con 3 hermanos y su madre. Mientras estudia de noche para graduarse como bachiller, entrena casi todos los días en el estilo “Robot Boy”, con gran dominio de la técnica por lo aprendido de manera autodidacta.

Esta base, adquirida a partir del estudio personal y la práctica constante, ha sido reforzada y profundizada gracias a los talleres recibidos con profesores de danza urbana del Parque La Libertad, como Miguel Bolaños.

“Llegué acá por primera vez cuando esto era un charral”, recuerda Deiby, quien sin dudarlo dice que su género preferido es el “Popping” (baile urbano, perteneciente a los llamados “Funk Styles”, que se basa en la contracción de los músculos al ritmo de la música, creando diferentes posturas y efectos visuales). “Me invitaron a participar en una coreografía para la que pusieron una tarima sobre un planché. Llegó mucho gente”, detalló.

Desde entonces se quedó como voluntario, para hilvanar el tejido que día a día construye sin cemento al Parque. Deiby se dedica a dar clases de danza urbana a niños. “Me siento muy bien enseñándoles porque ponen más atención. Las coreografías −aunque son simples− salen de sus propias piruetas”.

Para el bailarín, ha sido una experiencia enriquecedora entrar en contacto con otros bailarines, ya que siempre ensayaba solo; ahora cuenta con un salón en donde imparte lo que lo apasiona, y solo piensa en “ponerle bastante para devolver lo que nos han dado. Quiero ser un excelente bailarín y sacar lo mejor de mí”, afirma.

En la actualidad, Deiby busca trabajo, tarea que no ha resultado, por el momento, fructífera, y continúa comprometido con su grupo de danza urbana.

Paola tiene 20 años y desde los 11 inició su trayectoria en el arte dancístico. Estudió ballet en el programa de Margarita Esquivel y ha recibido entrenamiento en danza contemporánea. Vive en Linda Vista, así que es vecina de Deiby, lo cual celebran con una mirada de complicidad.

Vive sola, pues sus padres se separaron y su madre se marchó de la casa con sus 3 hermanos menores. Terminó el bachillerato y estudia diseño de modas en el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA). Para subsistir, se dedica a confeccionar ropa y vestuarios, así como a dar clases de danza. También impartió cursos en el Centro de Artes Promenade.

Paola explicó que con Ice Cream ensaya en el salón de danza pequeño que les ofrece el Parque y que se han presentado en el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), en el Colegio de Ingenieros y de Arquitectos y en el Patronato Nacional de la Infancia (PANI). Resaltó con especial orgullo que en la actividad “La hora del planeta” −realizada en el Parque− “nos robamos el show, porque hubo un apagón y nosotros llevábamos unas pulseras de neón hasta en los pies”.

De los diversos géneros de la danza urbana, Paola prefiere el “Krumping”, técnica afroamericana de baile que se caracteriza por movimientos libres, expresivos y energéticos. Pero aclaró −secundada por Deiby− que el grupo se prepara en distintas técnicas que se aprecian en sus coreografías, como Breakdance, Hip Hop, Walking, Popping, House, R & B, Tapping, Locking y el New Style.

La artista confirmó que el Parque la ha impulsado a buscar más sobre el baile que practica y que, además, ha sido una manera de ayudar a otras personas. “En la técnica de danza urbana, aquí he aprendido todo lo que sé. Es muy bonito llegar a un lugar en donde los profesores tienen la paciencia para ayudarle a uno a seguir”, expresó.

Paola libera los sentimientos por medio de la danza, deja de lado los problemas por un rato, la relaja. “Si esto no existiera, no sabría dónde estaría”, agregó.

DANZA, TEATRO Y CIRCO

Cristine Jiménez Calvo, encargada de Comunicación y Desarrollo del Parque La Libertad, considera que Paola y Deiby son pilares de la iniciativa, pues son replicadores del conocimiento adquirido en ese espacio.

De acuerdo con la funcionaria, el Parque implementa 4 ejes de acción: ambiental, micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), actividades urbanas y recreativas, y el artístico, que organiza y enseña a los participantes en temas como la producción y exhibición de actividades culturales para que formen parte orgánica de sus vidas.

El teatro, la danza, la música, las artes circenses y visuales integran este último eje, con el fin de promover la creatividad y la expresión.

Bajo la coordinación de Sol Carballo, la Escuela de Danza, Teatro y Artes Circenses ha estado preparando el terreno para ofrecer este espacio dedicado a los interesados en especializarse en esas disciplinas.

Según la planificación del área, se espera que empiece a funcionar en el 2016, con un programa piloto de certificación técnica. Mientras tanto, se implementan capacitaciones, cursos libres y talleres.

En octubre, por ejemplo, inician las giras pedagógicas de la Escuela de Danza del Parque, en alianza con la CND, las cuales pretenden promover la participación de niños y jóvenes de la zona. Para ello, el 7 y 8 de octubre presentarán coreografías en escuelas y colegios de Tirrases y Aserrí.

También del 13 al 17 se realizará un taller de formador de formadores sobre artes circenses, con el español Antonio Benítez, del programa social del Circo de Sol.

Asimismo, del lunes 17 al sábado 22 de noviembre se llevará a cabo otro taller de gestión y producción, impartido por Ada Acuña.

“El parque es para ellos”, afirmó Carballo, quien se mostró asombrada y conmovida por la coreografía y el conocimiento compartidos por Paola y Deiby.


Para participar

Tel.: 2276-9400

www.parquelalibertad.org;

[email protected]

Facebook: Parque La Libertad

Dirección: Del Palí de Fátima de Desamparados, 300 metros al este y 200 al sur.


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