Las fotografías celebran cuerpos reales y libres, como el de Niza Castro. (Foto: Allan Barboza)
Cuerpos desnudos, en un río, en un estudio, sobre una cama. Cuerpos sin vergüenza, sin maquillaje, sin retoques con Photoshop… cuerpos liberándose.
Eso reflejan las fotografías, captadas por la lente de Allan Barboza, que conforman la muestra itinerante Des-A-nudarte, que estará en la Casa de la Cultura de Heredia a partir del 2 de octubre.
La exposición mostrará 16 imágenes tomadas por el fotógrafo y productor audiovisual en las que las personas se despojaron, no sólo de su ropa, sino de sus “nudos”, para enfrentar la cámara, pues no se trata de simples desnudos artísticos.
Las imágenes son captadas por Allan Barboza, fotógrafo y activista. (Foto: Karolina Moreno, para Des-A-nudarte)
Barboza explicó que la muestra es parte de un complejo proceso en el que por medio del arte, el teatro espontáneo y el psicodrama se brindan espacios para que quienes participan cuestionen y redefinan la relación con sus cuerpos.
También recordó que el proyecto nació porque una amiga suya estaba atravesando un momento difícil en cuanto a la aceptación de su cuerpo, y él le ofreció una sesión de fotos para ayudarle a enfrentar la situación.
Karina López, primera participante y cofundadora del proyecto, comentó que ella pasaba por una “crisis existencial”, pues estaba en una relación en la que mediaba la violencia y arrastraba episodios de abuso, percibía su cuerpo “como un envase vacío”.
Así, en una primera reunión, discutieron la posibilidad de hacer un desnudo “con propósito: no solo desnudarse por desnudarse”, dijo.
“Entonces nos dimos cuenta que lo que teníamos entre manos no era una sesión, sino un proyecto, con el que podíamos ayudar a mucha gente, con el que podíamos ayudarnos todos”, agregó Barboza.
De esta forma, surgió un proyecto interdisciplinario, con el objetivo de dignificar a las personas, facilitar la liberación de estereotipos, la confrontación de traumas y, finalmente, la reconciliación con el propio cuerpo.
Entonces, las sesiones fotográficas pasaron a ser parte de un proceso terapéutico, acompañado de actividades en las que se cuestionan los modelos de belleza impuestos “por el mercado y la sociedad capitalista actual”, y sus consecuencias en la cotidianidad.
Se conformó un grupo inicial de personas que se atrevieron a desnudarse frente a la cámara y que luego participaron en sesiones de teatro improvisado y psicodrama, en las que se abordaron distintos temas en torno a la construcción de percepciones y relaciones con el propio cuerpo.
Así, la muestra itinerante Des-A-nudarte, explicó Barboza, es uno más de los ejercicios del proyecto, pues es desnudarse otra vez. “Las personas se desnudan primero frente a la cámara, luego frente a ellas mismas cuando ven las fotos, y finalmente, se desnudan ante la sociedad cuando se muestran las fotos”.
El psicodramatista Christian Delvo detalló que este proyecto ha trascendido el carácter artístico de la fotografía, convirtiéndola en una herramienta para superar traumas, miedos y percepciones distorsionadas, mejorando la aceptación corporal de las personas.
Además, considera que los procesos se entablan de manera colectiva, lo que permite trabajar temas personales en grupo y, así, “entender que los temas que afectan a una persona afectan a todos, y que los rollos que uno carga también los andamos cargando todos”.
Es, precisamente, del proceso completo de enfrentarse con el propio cuerpo desnudo y aceptarse del que se desprende el nombre del proyecto, que mezcla el acto de desnudarse con el de desprenderse de “los nudos, los rollos, los traumas, los miedos que nos han impuesto y que todos andamos encima”, puntualizó Barboza.
Alejandra Gamboa, unas de las participantes, contó que llegó al estudio fotográfico para acompañar a una amiga e, inmediatamente, decidió ser parte del proyecto.
“Al principio estaba muy entusiasmada pero, en verdad, tanto la sesión de fotos como el momento en que las vi listas fueron una batalla interna, un pleito conmigo misma y con lo que la sociedad me ha hecho ver en mí”, añadió.
La joven afirmó que Des-A-nudarte la ha ayudado a empoderarse, a estar más segura de sí misma, a aceptarse y a amar su cuerpo como es, “pues no tiene otro”.
UN LARGO CAMINO POR DELANTE
El fotógrafo Allan Barboza espera que el proyecto Des-A-nudarte sea apenas el principio de un camino que culmine en la creación de una compañía de teatro, publicaciones y un centro de atención psicológica, en torno a temas relacionados con el cuerpo.
Las fotografías del proyecto, que arrancó hace poco más de un año con las primeras fotos, se expusieron por primera vez en la Fundación Centro de la Fotografía en San Salvador, El Salvador, durante abril y mayo de este año.
También, quienes integran el proyecto participaron en el III Congreso Nacional de Psicodrama en la Universidad Nacional y en OpenFoto.
La exhibición en Heredia arrancará el 2 de octubre y esa noche, en la inauguración, los asistentes podrán escuchar de primera mano las experiencias de quienes han sido parte del proyecto; asimismo, podrán participar en una sesión de teatro espontáneo.
A partir de noviembre, el grupo desarrollará talleres en las comunidades heredianas, donde mediante herramientas artísticas se trabajarán temas de aceptación corporal. Según Barboza, ya hay 20 personas (incluidos algunos varones, que hasta ahora no se habían incorporado) anotadas para un segundo grupo de trabajo.
Mencionó que espera llevar la muestra a muchas comunidades, colegios y organizaciones, y realizar talleres en cada una de ellas para aumentar el impacto social del proyecto.
También desea publicar un libro con los testimonios que cada uno de los participantes ha escrito y sueña con que el grupo se consolide como una compañía de teatro espontáneo que siente los fundamentos para crear un centro de atención psicológica, en torno a temas relacionados con el cuerpo.