Juan Manuel Fernández (izquierda) y Cristian Bonilla hicieron un esfuerzo independiente para producir Tico promedio con sus propios recursos.
Será presentado el próximo 21 de mayo en el Colegio de Periodistas, la entrada será gratuita.
El documental Tico promedio hurga en la medianía del costarricense, a partir de una evaluación de los comportamientos cotidianos, contrastados con investigaciones y la percepción de distintas personalidades de la cultura y la política.
La propuesta independiente, que será presentada a las 6 p.m. en el Colegio de Periodistas el próximo 21 de mayo, fue realizada por los periodistas y profesores Juan Manuel Fernández y Cristian Bonilla.
“El documental es una crítica a una de las formas de ser del costarricense; lo hicimos porque estamos cansados de ciertas actitudes. De hecho, el documental surgió cuando estábamos en una “presa” y empezamos a ver el comportamiento del tico”, dijo Fernández.
La actividad en el Colegio de Periodistas es gratuita pero, debido a limitaciones de espacio, los interesados deben llamar y reservar su espacio.
De acuerdo con Fernández, el documental de 28 minutos es un fuerte cuestionamiento a una manera de ser del costarricense que a muchos no les gustaría.
Ello explica el porqué en los afiches promocionales aseguran que es “un documental que vas a odiar”.
El trabajo les llevó tres años de investigaciones; si, bien, al principio estaba enfocado a partir de muchos números y estadísticas, conforme avanzó el proyecto se dieron cuenta de que tenían que hacer un viraje para que resultase entendible para un público más amplio.
Los productores no se dedican de forma exclusiva a la realización de documentales; incluso, Fernández reconoció que esta es su primera incursión sistemática en este campo.
“En el documental se revela cómo un programa de concursos −el caso de Combate− lleva tres años de ser el número uno en Costa Rica”. En opinión del productor, este es un dato que revela lo que está sucediendo con la mentalidad del costarricense y la forma en que percibe la realidad.
En el filme aparecen entrevistas con gente común en actividades como las fiestas de Palmares, y algunos aseguran que ello ya forma parte del ser nacional.
De igual manera, el analista político Jaime Ordóñez, el pianista Jacques Sagot, el humorista Norval Calvo, la productora de teatro Marcia Saborío, entre otras personalidades, opinan sobre el comportamiento del tico.
En este sentido, el folclorista Dionisio Cabal considera que “la sociedad de consumo le propone al costarricense una serie de antivalores y es cuando se genera un subproducto humano deleznable y en Tico promedio queda reflejado”.
“Entiendo que el documental refleja una parte de Costa Rica y que los creadores están preocupados por lo que está pasando en el país, pero también creo que hay otra Costa Rica con importantes valores y que tienen una gran reserva moral”, comentó Cabal.
El cambio de la Costa Rica solidaria a una en la que prevalece el neoliberalismo es la que se impone en los antivalores que hoy predominan en la sociedad nacional, indicó también el folclorista, para quien plantear una discusión del ser costarricense en la actualidad es saludable para el país.
Para Fernández, al costarricense lo distinguen rasgos como “el conformismo y el chovinismo”, ellos se ven reflejados en el documental.
Otro elemento que se destaca es la superficialidad que a veces predomina en el costarricense a la hora de realizar los análisis que la realidad exige. Por eso, sin estar en contra del fútbol, Fernández estima que en muchas ocasiones para el tico es más importante un partido que aquello que lo afecta en su realidad cotidiana y política.
Uno de los documentos que mejor definen al ser nacional es El costarricense, del profesor español naturalizado costarricense Constantino Láscaris.
En ese texto, reeditado en al menos ocho oportunidades, hace una indagación a partir de la vida cotidiana de cómo es el tico y a qué valores responde.
El libro podría servir de punto de referencia para quienes deseen contrastar lo que propone el documental, con una especie de radiografía de lo cotidiano que en su momento hiciera el doctor Láscaris.
Con el afán de que Tico promedio tenga una amplia difusión, Fernández puntualizó que una semana después de la presentación en el Colegio de Periodistas lo subirán a la red mundial de YouTube, para que cualquiera pueda verlo completo.
La transmisión del documental por el Canal UCR es otra de las formas de difusión que emplearán.
El anhelo de que Tico promedio logre una amplia circulación se basa en que para los productores la propuesta no acaba cuando comienzan los créditos, sino que ahí empieza, por cuanto la idea es que se genere un debate sobre el costarricense en los tiempos actuales y que sirva como punto de reflexión, para cambiar o mejorar una serie de actitudes que apartan a la Costa Rica de hoy de aquel ideal de la “Suiza centroamericana”.
