Diez exposiciones individuales que conforman una más amplia muestran el trabajo del grupo Bocaracá que cumple su XV aniversario.
Tienen quince años de regar el veneno del arte a través de exposiciones, murales, e instalaciones que abarca una variedad de tendencias y elementos como la pintura, la fotografía, el ensamblaje y dibujos de gran formato que irrumpieron en muros y estructuras convencionales.
Por eso el grupo artístico Bocaracá ha decido celebrar su aniversario con una exposición inédita que reúne trabajos de diez artistas que han marcado camino en la historia de la plástica costarricense.
A partir del viernes 8 de agosto los dos pisos y las catorce salas de la Galería Nacional albergarán pinturas de Fabio Herrera, Miguel Hernández y Mario Maffioli; ensamblajes de Roberto Lizano y Luis Chacón; fotografía digital de Ana Isabel Martén y Florencia Urbina; dibujos de gran formato de José Miguel Rojas e instalaciones de Otón Solís y Pedro Arrieta.
«Bocaracá: veneno 15 años» es una muestra poco tradicional con una multiplicidad temática y estética de un grupo de artistas que han sacado el arte de los museos para llevarlo a la calle y hacer un arte de ruptura caracterizado por la variedad de expresiones que abarcan el expresionismo abstracto, minimalismo, arte pop y figuras pictóricas de gran formato, lo cual ha contrastado con las tendencias tradicionales y dominantes en el país.
Además como parte de la celebración el grupo ofrecerá cinco exposiciones colectivas -incluyendo una retrospectiva en noviembre-; dos en el extranjero – Francia y Brasil-; dos proyectos comunitarios -que demuestran que el arte y los artistas también son para la gente de la calle-; y la elaboración del primer libro con la historia de Bocaracá.
Durante estos quince años el grupo ha pasado por un proceso enriquecedor tanto a nivel humano como artístico sin necesidad de amoldarse a un manifiesto o corriente artística, manifestó Ana Isabel Martén.
Además, destacó que cada artista tiene sus públicos comunes y han dado un aporte sin precedentes a la creación plástica nacional.
«Tenemos un gran veneno, pero que no se malinterprete. Es un veneno que ha ido
madurando como el trabajo de cada uno de nosotros. Es el producto final de
nuestro trabajo, y si existe algún antídoto, es el amor al arte, la apertura,ruptura, disposición, receptividad de abrir nuevos surcos en la plástica nacional. Si en cambio la actitud es la de frustrar artistas, el veneno surte efecto», comentaron en conjunto los Bocaracá
LA HISTORIA
Bocaracá se conformó gracias a la visión de Ricardo Paullosa, curador de arte cubano en la Bienal Francisco Amighetti de 1988 organizada por el Centro Cultural Costarricense Norteamericano. Paullosa intuyó que un grupo conformado por los más sobresalientes artistas de esa Bienal tendría gran fuerza en el exterior.
Por su parte, Luis Chacón, en ese entonces Curador del Museo de Arte Costarricense hizo llamadas y convocó a 12 artistas en la Galería Nacional (GANAC).
El nombre del grupo surgió de una anécdota personal cuando Luis Chacón buscaba orquídeas en la selva de Puerto Viejo y a menos de un metro, apareció una enorme serpiente amarilla que se disponía a atacarlo; se quedó paralizado hasta que llegó Fabio Herrera con una pala, espantó al reptil y descubrieron un nido de 12 pequeñas bocaracá.
LA EXPOSICION
Roberto Lizano trabaja una serie de fotos viejas pintadas a mano sobre la identidad y la memoria latinoamericana a partir de su propia experiencia. En total son 7 obras de gran formato con la técnica de pegar, cortar, fotocopiar y repintar a mano.
Por su parte, Pedro Arrieta presenta una instalación que abarca la mitad del espacio de una de las salas principales. Este artista se basa en el abuso del alcohol que afronta el pueblo de Costa Rica. La obra se enmarca en una escena de botellas, vasos, mesas, sonido, color, conciencia, sorpresa, verdad.
La exposición de Arrieta se complementa con el documental «La cultura al guaro», producido y dirigido por Carlos Freer, director de Canal 15. En ella se retrata la Costa Rica de los años 70 cuando por primera vez se pone atención a este comportamiento social.
Por otro lado, Ana Isabel Martén utiliza como base el veneno emocional en una obra titulada ¨ Envenenándonos¨. Esto se mostrará en la sala de multimedia de la Galería y utilizará como recurso el vídeo multimedia y tiene que ver con la culpa, el resentimiento, el dolor, el veneno emocional que luego pasa por una transmutación y se convierte en amor o energía. Para lograr el efecto deseado Martén se vale de proyecciones de fotografías con dibujos de luz realizados sobre un original «corazón sangrante» con latidos como parte del fondo musical.
La relación entre el espacio y el movimiento es el tema de Mario Maffioli que presenta pintura sobre láminas de acero inoxidable distribuidas en 6 paneles.
La exposición será inaugurada el 8 de agosto y permanecerá hasta el 24 de septiembre con el horario de la Galería Nacional: de lunes a viernes de 8 a.m. a 4:30 p.m. y fines de semana de 9:30 a.m. a 5 p.m. Entrada gratuita.
