Su nuevo director Anselmo Navarro aseguró que quieren darle espacio a manifestaciones populares que por lo general son excluidas del concepto de cultura.
El nuevo director del Festival Internacional de las Artes (FIA), Anselmo Navarro, buscará integrar a las artes populares en los encuentros que organice este programa del Teatro Nacional y para el cual fue designado director la semana pasada por el Ministro de Cultura Manuel Obregón.
Navarro, quien tiene una amplia trayectoria con grupos independientes y conoce de primera mano lo que significa hacer arte con escasos recursos, expresó a UNIVERSIDAD que llega con mucho entusiasmo pues es una posibilidad de plasmar muchas de las ideas que tiene en torno al ámbito cultural.
Director del Moderno Teatro de Muñecos, Navarro destacó que la voluntad y el ahínco con que se asuman los retos será clave en los logros que puedan alcanzarse al finalizar su gestión.
“Siempre he trabajado en el ámbito independiente y esta es una excelente oportunidad para hacer muchas cosas que uno desearía cuando está fuera. Tengo la confianza del Ministro y quiero articular los diferentes programas”, dijo.
Navarro, quien es oriundo de España, llegó al país en 1971 y tiene 53 años, está convencido de que quieren desde el FIA ampliar el concepto que hasta ahora se ha manejado de la cultura popular.
“Queremos que manifestaciones como la recuperación de comidas típicas, las tertulias de nuestros abuelos e incluso de las mujeres que se reúnen a bordar puedan considerarse e incluirse como variantes culturales”.
“Hay una directriz clara del Ministro en incorporar y ampliar lo que consideramos cultura y en ese sentido se harán esfuerzos por abrirnos a lo que se hace en los pueblos y en las diferentes regiones”.
Otro de los aspectos que como director del FIA, un programa que ha sido cuestionado porque en ocasiones ciertos grupos culturales se sintieron excluidos, quiere mejorar son la calidad de los espectáculos artísticos.
“Pretendemos que haya mucha calidad en lo que se lleve a los pueblos y en lo que la gente vea y perciba”, añadió Navarro, quien tiene estudios de ingeniería y arquitectura, pero se ha dedicado toda su vida al teatro de muñecos, con el que ha hecho numerosas giras internacionales.
El FIA, entonces, desde su perspectiva tiene que unirse a esa gran plataforma cultural que busca abrir nuevos y mejores espacios para que las actividades artísticas estén al alcance de las comunidades. Para ello será determinante el poder involucrar a los municipios y a otros actores sociales.
“Más que una revolución en la cultura, lo que procuramos es una evolución. Que se note el desarrollo que vayamos alcanzando conforme se avance en nuestros programas”.
Navarro no desconoce que el FIA ha pasado por sus momentos de tormenta, pero se mostró seguro de que con organización y planificación llegarán a alcanzar las metas que el país requiere en el campo cultural.
“Si hay voluntad de trabajar por la cultura, sé que podemos cumplir con nuestros propósitos”, afirmó.
En relación con el reto de asumir el Festival, aseveró: “la única manera de saber qué hay detrás de la montaña es subir hasta ella, sino no hay forma de conocer qué esconde y eso es lo que hago, por lo que asumo el desafío con mucho entusiasmo”.
Navarro confía en que su labor y su contacto con los grupos independientes serán de gran respaldo a la hora de ampliar los programas a comunidades y regiones de Costa Rica.
¿Y EL PRESUPUESTO?
El nuevo director del FIA precisó que cuentan con ¢600 millones para organizar el próximo Festival Nacional de las Artes y que si bien es una cifra considerable no siempre es suficiente. “No creo que nos den más, aunque puede ser menos”, dijo con cierto humor.
Una de las opciones que él pretende impulsar es el que el FIA cuente con patrocinadores comprometidos con la cultura y que puedan de esa forma brindar un respaldo económico.
“Vamos a salir a tocarle la puerta a muchas empresas y personas interesadas en el desarrollo y la evolución de la cultura. Sé que hay gente dispuesta a ayudar”.
La financiación de los festivales, tanto nacionales como internacionales, siempre han tenido que recurrir a respaldos extraordinarios por lo onerosos que resultan, sobre todo, cuando se quiere la presencia de destacados artistas extranjeros.
Pese a que Navarro sabe que no cuenta con los máximos recursos, insistió en que llega al puesto con gran entusiasmo y confiado en que contará con el apoyo de las diversas organizaciones independientes de cultura así como con el respaldo del Estado.