El escándalo ante la injustificada censura de la campaña contra el TLC y el «retocado» en el periódico La Nación de una foto en la misma línea, cuestionan el estado de la libertad de expresión en Costa Rica
En la propaganda aparecen personas que afirman llamarse Oscar Arias y dan su opinión contraria.
En días pasados la Cámara Nacional de Radio (Canara), Repretel y Canal 7 optaron por no emitir una pauta publicitaria parte de una campaña contra el TLC, producida por la empresa Cosmovisiones.
Se trató del primero de una serie de anuncios en que se recurría a ciudadanos tocayos del candidato Oscar Arias Sánchez, quienes manifiestan su opinión en contra del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos.
Gabriela Cob, productora de Cosmovisiones, explicó que «hay muchos grupos y organizaciones sociales que hacen un esfuerzo por comunicar la otra cara de la moneda del TLC. Nos dimos cuenta de que uno de los grandes vacíos en ese esfuerzo estaba en los medios de comunicación masiva, por donde todos los días pasa campaña a favor del TLC».
Cob manifestó que el TLC «no es un tema liviano, pues va a definir nuestro modelo de desarrollo, así que buscamos que la gente asuma un papel más activo en la discusión y toma de decisiones. Buscamos mover a la población para que se inquiete y conozca».
Apuntó además que entre las organizaciones que financiaron la producción y pauta de la campaña figuran la Red de Control Ciudadano, la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) y el Sindicato de Educadores Costarricenses (SEC).
El inicio de la campaña se anunció para el miércoles 26 de octubre, mas la voluntad empresarial determinó lo contrario.
«En Canal 7 un abogado nos dijo que el anuncio debía ser revisado por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), cuando no se trata de propaganda electoral sino de posicionar el tema del TLC. Pedimos una explicación por escrito, pero nos fue negada», apuntó Cob.
Al respecto, Jorge Garro, subgerente de Teletica, explicó a UNIVERSIDAD que en la empresa «sentimos que esa propaganda podría confundir al elector y que podría contravenir alguna normativa del TSE. Por ese motivo se envió a consulta al TSE y aún no contestan, pero si determina que no viola ninguna normativa ni confunde al electorado, Teletica estará en la mejor disposición de transmitir ese material».
Sin embargo, días antes de que Garro emitiera estas declaraciones, Oscar Fonseca, Presidente del TSE, manifestó en el matutino Al Día, que esa instancia no tiene ninguna competencia en este caso.
Según Cob, en Repretel empezaron el trámite normal para cualquier comercial. «Fernando Contreras, Presidente de la empresa, fue llamado a ver el material, telefoneó a Oscar Arias, según él mismo dijo, y decidió que no había espacio para pautar nuestro material».
Oscar Arias, negó de manera categórica a UNIVERSIDAD haber tenido tal conversación con Contreras.
«Cada canal se cuida si hay algo que no le conviene y no tengo idea de por qué Canal 7 y Repretel decidieron no pasar los anuncios. La campaña nuestra consta de anuncios constructivos, ha sido una campaña de altura y a eso nos circunscribimos, pues el electorado está cansado y harto de campañas sucias y por eso se aleja de las urnas».
Sobre la campaña publicitaria contra el TLC, Arias no la consideró engañosa, «más bien ingeniosa, aunque me parece que por radio sí podría confundir».
Esa reacción es muy diferente a la de su hermano y jefe de campaña Rodrigo Arias, quien en Al Día del 28 de octubre calificó la campaña de «espuria, ilegal y engañosa».
Sobre el primer anuncio de la campaña, que los medios se negaron a transmitir, el profesor de la UCR Dorde Cuvardic, Doctor en Ciencias de la Información de la Universidad de Barcelona, opinó que «todo depende de lo que definamos como publicidad engañosa. Discursivamente no es engañosa porque aparece el número de cédula correspondiente al Oscar Arias del que habla la publicidad. Eso sí, aparece en letras muy pequeñas y eso es una falacia de énfasis. Estas suceden cuando se sobredimensionan unos aspectos y se minimizan otros».
Cuvardic valoró que «para objetivos éticamente responsables y buenos para la ciudadanía es pertinente que exista este tipo de campañas. Cuando se trata de destapar intereses manipuladores, como los que respaldan los sectores poderosos, este tipo de anuncio es legítimo».
«Esta ‘publicidad engañosa’ lo que hace es destapar el engaño, destapar a esa publicidad engañosa a la que contraargumenta. Una campaña ‘engañosa’ es totalmente legítima si lo que pretende es descubrir los engaños de otras campañas. Es contraatacar con las mismas armas», comentó.
Por su parte, la abogada, periodista y Directora de las emisoras culturales de la UCR, Giselle Boza, recalcó que «nuestra constitución en los artículos 28 y 29 y la Convención Interamericana de los Derechos Humanos son muy claras en que la libertad de expresión no puede tener censura previa. La ley establece límites ulteriores y nunca previos, si existe algún tipo de responsabilidad o abuso sería susceptible a un proceso posterior en los tribunales».
«Lo que me llama la atención es que los que supuestamente defienden la libertad de expresión se convierten en los censuradores y no es lógico que los medios se conviertan en supresores de las libertades individuales. Los medios incurrieron en un acto de carácter ilegítimo, podrían aducir que lo hicieron amparados en su libertad de empresa pero esta nunca debe sobreponerse a derechos superiores como la libertad de expresión» afirmó la comunicadora.
La campaña censurada se puede apreciar en la siguiente dirección electrónica: http://www.infotlc.com/spot.html
PRESIONES
De manera paralela al escándalo por la campaña contra el TLC, la subdirectora del diario La Prensa Libre, Adriana Núñez, denunció ante UNIVERSIDAD que «ha sido evidente la presión de Oscar Arias contra los medios de comunicación. Me siento indignada por esta situación, no se puede escribir nada contrario o que moleste al arismo porque inmediatamente le mandan la maquinaria de presión, la cual consiste en llamadas a quejarse. Por ejemplo, llaman al dueño de la empresa para darle quejas de mi trabajo. La actitud del arismo básicamente es de que ‘o se alinean conmigo o los acuso de parcializados'».
Al respecto Oscar Arias declaró que «ya se han publicado cosas en mi contra. No creo que se den presiones, no tenemos ninguna posibilidad de callar a nadie, los medios hacen o que les da la gana».
Al confrontarlo con las declaraciones con que cuenta UNIVERSIDAD, Arias replicó, «no me importa lo que usted tenga, yo no puedo impedir que alguna gente diga cosas mías. No sé nada de presiones a ningún periodista y estoy seguro de que no es cierto».
Núñez fue más allá: «Es indignante que los medios no emitan publicidad pagada por ciudadanos . Me consta que para que no saliera esa publicidad hicieron llamadas a todos los medios los asesores más allegados a Oscar Arias, como su hermano Rodrigo, Alfredo Ortuño y Vivian Quesada. Ellos y Gioconda Ubeda se dedican a controlar que no salga nada que perjudique los intereses de Arias. Rodrigo Arias y Alfredo Ortuño sí hicieron llamadas para presionar para que no saliera la publicidad contra el TLC».
Se intentó conseguir la versión de Rodrigo Arias y Alfredo Ortuño, sin embargo, en el caso del primero no respondieron el teléfono y a Ortuño se le dejó un mensaje a su celular, que no respondió. Gioconda Ubeda, asesora de Arias, negó haber efectuado llamada alguna y aseguró que «siempre he creído que la relación entre los políticos y los medios de comunicación debe ser de respeto y es importante para la democracia».
Núñez consideró que «todo esto es muy grave para el país, si viene de una tendencia política, ¿qué va a pasar cuando venga de un gobierno establecido? ¿Qué le va a pasar al pueblo? La única defensa es mayor honestidad en el periodismo».
FOTOGRAFÍA MANOSEADA
En setiembre del 2004 el actor Rubén Pagura concedió una entrevista al suplemento Áncora del periódico La Nación.
La entrevista se realizó en el contexto de la manifestación de los transportistas contra Riteve y el TLC, por lo que Pagura puso como condición que en las fotografías «aparecería con el cartel contra el TLC y no me dejé tomar una sola sin él. Puedo entender que alguna gente, tanto del mundo de la cultura como fuera de él, tenga temor a manifestarse, afortunadamente soy independiente y no dependo de un patrón que me vaya a despedir por manifestarme».
Una de esas fotografías fue utilizada posteriormente por la periodista Vanesa Bravo para ilustrar una entrevista que realizó al actor mientras éste se encontraba de gira por España en julio de este año.
Sin embargo, en esta segunda oportunidad en el cartel que sostenía Pagura no se leía la leyenda contra el TLC.
«Me encontraba en España cuando salió publicada y me encontré la sorpresa de la foto retocada. Lo primero que me dio fue risa, a pesar de que me pareció algo grotesco, absurdo y burdo, puesto que fue hecho por el mismo periódico», recordó Pagura.
Por su parte la periodista Bravo dijo a UNIVERSIDAD que «la explicación es técnica, para nada ideológica» y que utilizó la fotografía porque no había ninguna más reciente en la base de datos del periódico.
Bravo explicó que la entrevista se ocupó de la versión de El Quijote que Pagura presentó en España, «pero como el TLC no tenía nada que ver con El Quijote, se editó la foto, una práctica común y diaria en los medios, pues las fotos se recortan, se amplían, se les retoca el color, el contraste, etcétera. Lo mismo hubiera pasado si Pagura hubiera salido en la imagen junto a Maribel Guardia: se hubiera editado la foto de forma que no saliera Maribel Guardia, pues tampoco tiene nada que ver con El Quijote».
PERSEVERANTES
Al cierre de edición, el lunes 31 de noviembre, UNIVERSIDAD recibió copia de una carta enviada por Fernando Zumbado, coordinador de la Comisión de Imagen de Oscar Arias, al director de Canal 15, Carlos Freer y con copia a la Rectora de la UCR, Yamileth González.
Ese canal transmitió la campaña censurada y un foro al respecto esa noche y en la carta, Zumbado solicita «un espacio igual para difundir un corto con nuestra posición sobre el TLC y el porqué de nuestra objeción a este específico tipo de propaganda».
