Humberto Vargas es uno de los integrantes de “Tocando madera”, que procura crear un espacio para los cantautores nacionales.
“Tocando madera” es la iniciativa que pretende crear espacios para los cantautores nacionales, para que puedan no solo expresarse en sus presentaciones, sino que también contará con un espacio radiofónico.
La idea tuvo su origen en un principio en Panamá, pero el lanzamiento correspondiente a Costa Rica se hizo el pasado 15 de abril y busca que los creadores de la canción cuenten con más y mejores posibilidades de llevar su mensaje a su auditorio.
Jonathan Méndez, uno de los gestores de “Tocando madera”, informó de que el bar y restaurante el Lobo Estepario, en San José, será la sede en la que se presentarán diversos músicos del país.
Entre ellos ya lo hicieron el 22 de abril Pato Barraza, Iván Murillo y Óscar Espinoza. En Panamá, cuyo lanzamiento se produjo en el 2004, ya se registran más de 100 conciertos por parte de músicos de esa nación.Según Méndez, el objetivo es que los cantautores puedan disponer de un escenario en el que expresen su sentir como artistas. De esta manera, en el Lobo Estepario, cada lunes, a partir de las 8:30 p.m., los asistentes se encontrarán con músicos costarricenses que representan a diversos estilos y ritmos, en una actividad cuya entrada tiene un valor de ¢ 1500.
“Cada noche de concierto se contará con la participación de tres artistas, los cuales emplearán solo un instrumento y se mostrarán las canciones originales de la forma en que fueron concebidas”, puntualizó.
El objetivo, según la citada fuente, no solo es que “Tocando madera” se circunscriba al área del Lobo Estepario, sino llevar su música a otros espacios en diferentes lugares del país. Así, tienen previsto hacer giras, visitar hospitales, intervenir en actividades benéficas y realizar una mayor proyección de los numerosos artistas en el ámbito de la canción.
En la actualidad el movimiento cuenta con 40 representantes y se espera que esta cantidad pueda aumentar en los próximos meses.
Como bandera de arranque, el pasado 15 de abril, que fue el primer concierto oficial −a pesar de que la idea se maneja desde el 2012−, estuvieron Humberto Vargas, Karen León y Mauricio Murillo.
De igual manera, el 29 de abril le tocó el turno a Pedro Capmany, Gustavo Villanea y Diego Muñoz.
MÁS ESPACIOS
Una de las quejas de los artistas nacionales en general, y de los músicos en particular, es la falta de espacios con que cuentan en los medios tradicionales y en concreto en la radio, la cual sustenta su programación en figuras respaldadas por sólidas campañas de mercadeo en todo el subcontinente latinoamericano.
Para tratar de abrir brecha en este campo, “Tocando madera” apostó por un espacio, los miércoles a las 4 p.m., en radio Malpaís, el cual es dirigido por Méndez y Miguel Solari.
El propósito, de acuerdo con Méndez, es apoyar a los cantautores costarricenses mediante la difusión de sus distintas producciones, lo que sucede únicamente de forma esporádica en los medios tradicionales.
Con este afán, en una hora se darán a conocer composiciones, creaciones y propuestas que tengan el sello de la originalidad, para que los costarricenses tengan la oportunidad de acercarse a una música que, por lo general, pasa inadvertida.
“Será un programa para dar a conocer más a fondo lo que hacen nuestros cantautores nacionales”, comentó.
También, se divulgarán los conciertos que cada lunes tendrán lugar en el Lobo Estepario y el programa hará concursos, pues tiene como objetivo regalar discos y entradas.
Una vez que la producción nacional se haya afianzado más por medio de esta iniciativa, los propulsores de la idea procurarán establecer un puente artístico con Panamá, donde este movimiento ya está consolidado.
Esto con el fin de que exista un intercambio musical entre Costa Rica y Panamá, lo cual implicaría que compositores nacionales se trasladen al vecino país y viceversa, y que ambos se enriquezcan con las características que definen a cada uno, desde el punto de vista artístico.
Tanto Costa Rica como Panamá son dos naciones que tienen una notable cantidad de excelentes músicos y al estar amparados en ritmos y estilos muy propios, dicho intercambio podría generar beneficios para ambos países.