El viceministro de Cultura de Cuba Ismael González sostuvo que la cultura es la primera que hay que salvar en tiempos de crisis
El desarrollo de la cultura en Cuba es fruto de una prioridad establecida desde los primeros tiempos del gobierno socialista, lo que explica la evolución y la fortaleza que tiene en la isla, afirmó Ismael González, viceministro de Cultura de ese país.
El funcionario, quien participó de la reunión de Ministros de Cultura de Iberoamérica celebrada la semana anterior en Costa Rica, resaltó que el 2005 será destinado al fomento de la lectura y que su país ofreció poner al servicio de las demás naciones el programa en ese ámbito.
«Somos un país libre de analfabetismo y ello obedece a las políticas que desde un principio se realizaron en ese campo. Actualmente tenemos un programa de lectura que involucra al sector de la educación, la cultura y la sociedad civil».
González destacó que los planes están enfocados a toda la población, pero con especial énfasis en el sector infantil y juvenil, e incluyen a la población capitalina y a la de fuera de La Habana.
«Tenemos un programa muy activo de lectura que responde a una clara política de Estado. Partimos de la premisa de José Martí de que ser cultos es la única forma de ser libres».
Los tiempos en que el escritor Alejo Carpentier estuvo al frente del ministerio de Cultura fueron los más fecundos en cuanto a impresión editorial, detalló.
Las ediciones se caracterizaban por ser de tirajes altos, lo que permitió llegar a la mayoría de la población. Eran los tiempos dorados de la revolución cubana, recordó.
«Contamos con una cobertura de lectura importante, no como en los tiempos de Carpentier con tiradas millonarias, pero sí con acciones como la Feria del libro de La Habana, la cual también se realiza en 35 ciudades del país».
Dicha feria se ha constituido en una de las más llamativas de América Latina, solo el año pasado se vendieron 2,7 millones de ejemplares.
SALVAR LA CULTURA
El viceministro recordó que el 2005 se celebrará en el mundo el cuarto centenario de la publicación del Quijote, de Miguel de Cervantes, por lo que es una ocasión propicia para fomentar la lectura en toda Iberoamérica.
Aunque Cuba ha enfrentado situaciones políticas y económicas críticas, en especial en los años 90, con motivo de los cambios geoestratégicos que sufrió la política internacional, nunca renunció a darle sustento a sus políticas culturales.
«En los momentos más críticos lo primero que hay que salvar es la cultura. Es imposible afianzar la identidad sin ella».
González manifestó que entre la población cubana existe una clara conciencia de que es imprescindible y casi un deber alcanzar altos niveles de educación y cultura, porque esa es la única forma de «servirle mejor a la patria» y a la humanidad.
«Disfrutamos de una vida cultural intensa. Desde los niveles elementales hasta nuestra Universidad de las Artes. Existen movimientos de artistas profesionales, aficionados, de estudiantes, de trabajadores, en fin, todos participamos del valor de la cultura».
Debido a esa vocación por la cultura, González sostuvo que hay entre los pobladores y el Estado un marcado interés por rescatar el patrimonio cultural tanto material como inmaterial.
«Por eso hemos tratado de que el nexo con el turismo no vaya a adulterar nuestra autenticidad y nuestras tradiciones».
NO A LA CULTURA BANAL
«No queremos una cultura banal al servicio del turista», agregó González. Consideró que en el ámbito iberoamericano faltan mecanismos de comunicación para favorecer los intercambios entre los distintos países.
Entre las actividades culturales programadas en Cuba para los próximos meses están el Festival de Cine en diciembre, la feria del libro en febrero y un congreso internacional sobre cultura y desarrollo, en junio de 2005, las cuales pueden servir de puente para fortalecer los lazos con Costa Rica, expresó González.