Un taller para infantes mayores de 7 años, pretende despertarles el amor por lectura
Aunque la asistencia regular es un problema, a las sesiones de Aventuras Escondidas han acudido hasta 22 niños. (Foto archivo)
Según el octavo informe del Estado de la Nación, casi el 30% de la población infantil que inicia la educación primaria, abandona la instrucción regular. Una de las principales causas de este problema es el bajo nivel de desarrollo de las habilidades de lecto-escritura que padecen niñas y niños de edad escolar, lo que les genera sentimientos de frustración y fracaso.
Como respuesta a este problema, la Biblioteca Infantil Emma Gamboa, de Paso Ancho, acogió desde el año pasado una iniciativa innovadora en lo referente a la promoción de la lectura en niñas y niños en edad escolar.
Bajo el amparo del progama de Becas Taller del Ministerio de Cultura, la joven Violeta Reuben creó el taller «Aventuras escondidas el poder de imaginar con letras y palabras», el cual utiliza la expresión artística como recurso para despertar la dimensión interactiva de la lectura y estimular la creatividad e imaginación en los infantes.
¿ESO SE PUEDE HACER?
Según Reuben, quien es estudiante avanzada de Antropología en la UCR, el aprendizaje de la lecto-escritura se ha construido conceptualmente sobre una base muy poco flexible. «El actual sistema escolar se privilegia la dimensión técnica procesual y deja de lado la dimensión lúdica, precisamente la que hay que acatar para que los niños le tomen gusto a la lectura», destacó.
El taller de trabajo diseñado por ella repasa el alfabeto y luego se aventura a la lectura, en la que cada niño o niña escoge el libro que desea trabajar.
A través de la incorporación de diferentes recursos, como la expresión corporal, la plástica o la música, los infantes literalmente juegan con los textos.
«La fonética es muy importante, pues da chance de ampliar la visión. Ellos asimilan la idea de que los sonidos se pueden expresar en papel e inventan sus propias letras», indicó Reuben.
En el taller, que se realiza una vez por semana, los niños pueden crear palabras nuevas e incorporarlas a la historia que estén leyendo, escriben sus propias historias e inventar canciones los personajes.
Reuben manifestó que la mayor parte de los infantes que asisten al taller son muy inseguros y les cuesta mucho expresarse, ya que provienen de hogares problemáticos
«Aunque el proyecto fue pensado para niños de 7 a 9 años, he recibido hasta de 11. Al ver las posibilidades de crear y jugar con los textos, algunos se sorprenden y preguntan ¿eso se puede hacer?», señaló la joven.
Damaris Fallas, Directora de la Biblioteca Infantil Emma Gamboa se dijo estar muy complacida con el trabajo desarrollado.
«He notado que los niños mejoraron su expresión verbal y escrita, además de que aumentaron su vocabulario», manifestó la directora, quien destacó el hecho de que en el taller se utilicen recursos como la música -muy gustada por niñas y niños–, la cual está siendo aprovechada por las bibliotecarias para atraer la lectura.
El trabajo de Violeta Reuben con infantes comenzó en 1998, cuando era parte del Grupo Juvenil de la Compañía Nacional de Danza (CND).
En ese entonces la CND participó en un proyecto de la del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), que consistió en la realización de talleres creativos con niñas y niños de Puriscal, para instruirlos sobre sus derechos.
Más tarde participó en el Programa de Fomento de la Lectura del Colegio de Costa Rica, adscrito al Ministerio de Cultura, y en un proyecto del Instituto para el Mejoramiento de la Educación Costarricense (IMEC), en el cual colaboró con maestras de la Escuela República de Haití realizando talleres artísticos en la modalidad de aula abierta.
«Aventuras escondidas: el poder de imaginar con letras y palabras» fue presentado como proyecto al Programa de Becas Taller y a la Municipalidad de San José. Luego de recibir la aprobación inició el trabajo en julio del año pasado.