Un conejo acosador, un alcohólico que agrede a su familia y una tortuga que sufre el robo de sus huevos son algunos de los personajes presentes en historias escritas por más de 20.000 niños que han participado en el concurso nacional “Mi cuento fantástico”, desde el año 2012.
El pasado 1 de agosto se abrió la recepción de cuentos para la cuarta edición de este certamen, que promueve las ideas de la niñez y propone un cambio de paradigma educativo: transformar la enseñanza de la escritura –que tradicionalmente se limita a la copia de textos– en un proceso creativo.
Con este propósito, el reglamento establece que los educadores deben organizar el trabajo de escritura en el aula, para guiar y motivar a sus alumnos en la elaboración de los cuentos.
El concurso no sugiere un tema específico, de manera que cada estudiante puede decidir lo que escribirá.
Convertidos en autores, los niños han descubierto en la escritura el medio para expresar sus pensamientos e ilusiones, para denunciar problemas y proponer soluciones, para narrar su propia historia encarnada en otro personaje o inventar nuevos universos con seres imaginarios.
“Este concurso es un instrumento para estimular a los niños a leer, a comunicar sus ideas y crear sus propios textos, lo cual forma parte del enfoque de los nuevos programas de Español para primer y segundo ciclos”, explicó Miguel Ángel Gutiérrez, viceministro de Planificación y Coordinación Regional del Ministerio de Educación Pública (MEP).
Lo que cuentan los niños sorprende, año tras año, a los miembros del jurado.
HISTORIAS
“Era una casa de madera, muy pequeña. Vigilamos como una hora y nada, pero luego, un hombre enorme y con la camisa sucia y desabotonada empezó a golpear la puerta, en una mano tenía un manojo de llaves y en la otra una botella (…) Carolina estaba con un bebé en brazos, la cara empapada en llanto; sostenía la puerta con su cuerpo, mientras una mujer rodeada de latas de cerveza dormía en el sillón”.
Este es un fragmento del cuento Tan amigas como las mariposas, que ganó un primer lugar en el certamen “Mi cuento fantástico” 2013. Su autora, Eyngel Castro, cursaba entonces el quinto grado en la Escuela Finca La Capri, en Desamparados.
La protagonista de la historia es una niña que narra la violenta escena que presenció cuando decidió espiar a Carolina, aquella compañera que agredía a sus amigas en la escuela.
“Yo cuando escribo me inspiro en todo lo que me rodea, en mis amigos, en mi familia y hasta en mi escuela. Gracias a esos componentes fui haciendo como lacitos y pude formar el cuento”, afirmó Eyngel, quien ha escrito varios cuentos más después de haber ganado el certamen.
El bullying, o acoso escolar, es uno de los temas recurrentes en los cuentos que llegan al concurso, lo cual refleja una realidad que viven muchos estudiantes, de acuerdo con las fuentes consultadas.
Con frecuencia, los niños transforman a los agresores en animales u otro tipo de personajes y la mayoría propone una solución amigable para concluir con un “final feliz”.
Precisamente, el Museo de los Niños estrenará en agosto una obra de teatro basada en uno de los cuentos ganadores del 2014, que también aborda el tema del bullying. Se trata de El conejito que recuperó su alegría, escrito por Valeria Zúñiga, estudiante de la Escuela de Aquiares de Turrialba, quien obtuvo el primer lugar entre quienes cursan quinto grado.
Otra preocupación constante en los textos es la destrucción del ambiente, descrita por los niños de diversas maneras; por ejemplo, una montaña de basura que flota en el mar, una fábrica de refrescos que inunda el pueblo con botellas plásticas o una familia que habita en una cápsula espacial desde que se agotó el agua en el planeta Tierra.
DIFERENTES CONTEXTOS
El certamen “Mi cuento fantástico” es coorganizado por el MEP, la Asociación Amigos del Aprendizaje (ADA), la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Libros para Todos y la Comunidad de Empresas de Comunicación.
“Todos los niños ganan cuando tienen la oportunidad de imaginar, de expresarse, de mostrar su visión del mundo y de desarrollar su capacidad creativa a través de la escritura. Por ello, el certamen propone que los docentes generen una dinámica en el aula, donde todos los estudiantes disfruten la experiencia de crear y compartir sus historias”, aseguró Melissa Arias, coordinadora general del concurso y representante de la ADA.
Precisó que en el certamen nacional se reciben cuentos procedentes de todas partes del país, lo cual también permite “leer” las diferentes realidades que viven los niños según su contexto. En sus narraciones se puede percibir el aire fresco de la montaña, el calor de las playas, la calidez de los campesinos, la pobreza de los barrios marginales o la frialdad de una capital abrumada por el comercio.
Más allá de su entorno inmediato, los niños también se nutren de la información que reciben mediante los medios de comunicación o de Internet. Por ejemplo, el asesinato del ecologista Jairo Mora, en el 2013, inspiró el cuento Jairo el cangrejo y su playa, escrito por la cartaginesa Leonela Gómez.
“Escuché la noticia de que mataron a Jairo Mora, el muchacho que protegía los huevos de tortuga en Limón. Me impactó tanto que quise dedicarle un cuento, donde él es un cangrejo y un mapache representa a los ladrones de huevos”, explicó la autora, quien ganó un segundo lugar.
Un conflicto lejano motivó a Monserrat Elizondo a escribir El niño que soñaba con la paz, uno de los cuentos ganadores del año pasado.
“Mis papás siempre ponen las noticias y vi la guerra en Gaza. Pensé que los niños de allá viven en guerra y nosotros vivimos en paz, entonces comparé Costa Rica con Gaza y traté de meter en el cuento un poco de lo que es Costa Rica, un país de paz”, manifestó Monserrat, alumna de la Escuela Eloy Morúa Carrillo, en Puriscal.
Con la guía de los docentes y los bibliotecólogos escolares, la dinámica del concurso también favorece que los niños se motiven a leer y a investigar más sobre el tema de su interés.
“El certamen motiva a los niños a crear y a expresarse, logrando un aprendizaje muy significativo”, dijo Gilberto Alfaro Varela, académico universitario y miembro del jurado, el cual está conformado por una escritora, dos periodistas, un publicista y cuatro académicos con amplia experiencia en el ámbito de la educación y la literatura.
“La calidad de los cuentos ganadores me ha impresionado, al ver que niños de quinto y sexto grado –que son los que yo he revisado− logran expresar de manera muy coherente y original sus ideas sobre temas relevantes de la discusión en el ámbito nacional y mundial”, añadió Alfaro, director ejecutivo del Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES).
Como un reconocimiento y un estímulo para los participantes, el MEP publica cada año una antología digital con todos los textos recibidos en el certamen nacional. Asimismo, los cuentos ganadores son publicados por Libros para Todos en una antología –tanto en versión impresa como en digital−, que está disponible por Internet (www.ada.or.cr/concurso). En este mismo sitio se encuentra el reglamento y el formulario de inscripción para “Mi cuento fantástico” 2015.
A escribir<strong> </strong>
Los niños del país tienen la oportunidad de participar en el concurso “Mi cuento fantástico”, cuya entrega de obras cierra el 1° de septiembre.
Podrán participar niños de tercero, cuarto, quinto y sexto grado. Serán premiados los tres primeros de cada nivel, así como profesores y bibliotecarios que se involucren en el proceso.
Las bases del concurso las pueden descargar por Internet en: www.ada.or.cr/concurso.
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