Eduardo Galeano escribió el ensayo histórico Las venas abiertas de América Latina, libro que marcó la toma de conciencia de una América Latina doliente. (Foto: AFP)
Dolerse con el pensamiento y la emoción, porque son indisolubles. Esa tesitura de vida fue la que marcó al escritor uruguayo Eduardo Galeano, quien nació un 3 de setiembre y murió hace tan solo tres días con 74 años, luego de pelear durante un largo periodo contra un cáncer de pulmón.
La notica conmovió a muchos latinoamericanos, pues este hombre logró, con sus libros, postura política y palabra cercana, abrir el raciocinio y el afecto de distintas generaciones, que entendieron y sintieron una América Latina escondida, con una historia y realidad a la vez doliente y esperanzada.
En nuestro país también se vive el duelo por su muerte, razón por la cual UNIVERSIDAD quiso conocer la opinión de algunos pensadores y creadores costarricenses, sobre cómo los afectó la obra de Galeano y cuál es su legado.
Para la poeta y Premio Magón 2013, Julieta Dobles, el libro emblemático de Galeano Las venas abiertas de América Latina (1971), fue un parteaguas. “La noticia me golpeó. Me puse a pensar en su aporte a la literatura de denuncia que fue muy valiente y lúcida, y que de ahí en adelante se convirtió en un referente para la investigación histórica en diversos ámbitos”.
También mencionó que Galeano últimamente estaba trabajando en problemas actuales, con lenguaje incluso humorístico, que rayaba en el humor negro. Recordó la lectura que hizo recientemente de un texto sobre la sociedad del desperdicio, en la que prevalece la cultura de lo desechable. “Ya no se guarda nada. Los celulares y las computadoras, por ejemplo, se botan generando una contaminación impresionante en los mares”, dijo Dobles.
Para la poeta Premio Magón, otro de los aspectos destacados de Galeano fue su facilidad de hacerse un interlocutor válido en sectores no especializados que comprendían sus textos y lograban compenetrarse con su pensamiento de profunda indignación, frente a las situaciones injustas que viven los habitantes de la región.
DATOS CONVERTIDOS EN METÁFORAS
Fernando Vinocour, director, actor y profesor de teatro, expresó que recibió la mala noticia como un balde de agua fría, ya que lo pensaba como alguien inmortal. “Pensé que no se iba morir nunca”, externó con asombro.
Vinocour era cercano a la obra del autor uruguayo, ya que utilizaba sus escritos para sus talleres, y prácticas escénicas. También montó la obra “Caosmos”, cuya representación fue en los cuatro pisos de la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica (UCR), en el 2010.
“Son de mis materiales predilectos con fines didácticos, al poseer sus obras una estructura narrativa que permite en corto tiempo crear una escena con principio, desarrollo y fin, o con un estilo de collage”, expresó Vinocour.
De acuerdo con el artista, sus relatos y especie de aforismos, le fueron muy propicios para estos fines. “Me maravilla como dotaba de imaginación los datos duros investigados, para transformarlos en metáforas”, comentó.
Otra de las cualidades valoradas por Vinocour es la forma en que Galeano rompió con el esquematismo de los géneros literarios, académicos y periodísticos, incluyendo la práctica política. “Mucha gente lo podría meter en lo no ubicable; Galeano vivía fuera de estas convenciones, en que los esquemas no lo alcanzaron”.
Según Osvaldo Sauma, poeta y Premio Aquileo J. Echeverría en Poesía 2012, Las venas abiertas de América Latina marcó el inicio de una concepción de la región, mediante la cual los latinoamericanos se dieron cuenta de los horrores cometidos por los gobiernos de Estados Unidos.
“Es un libro hegemónico e icónico, que me abrió una nueva visión de la historia regional, en el que lograba narrar con poesía un terreno tan árido, de denuncia”, consideró el poeta.
Sauma reconoció que además permitió que los latinoamericanos conceptualizaran a una Latinoamérica como un lugar habitable y bello. “Esa lecturas me ayudaron a ver que la poesía tiene otras maneras de crearse, en las que caben el compromiso político y la expresión de la identidad latinoamericana”.
El poeta trajo a colación que había escuchado una entrevista de Galeano en España, en la cual dijo que él no era un intelectual, que “había que tener el corazón y la mente juntos, porque el sentimiento sin cabeza es cursi y la cabeza sin sentimiento era muy pedante”.
JÓVENES GENERACIONES Y GALEANO
El joven docente e investigador de la Escuela de Filosofía de la UCR Camilo Retana opinó que Galeano fue un escritor importante en América Latina, al posicionar con una prosa accesible grandes temas de la política regional, en los circuitos de lectores donde no circulaba dicha problemática.
A la vez destacó la fusión de géneros que gravita entre la literatura, el ensayo, la intuición sociológica y el aforismo. “Galeano se movilizaba con gran libertad entre esas fronteras”, acotó.
Retana hizo énfasis en que el escritor era un autor raro, con un pie en la literatura y un pie en la realidad política, y que no se encuentran fácilmente sucesores que sigan esa misma línea. “Algunos de los desafíos políticos que plantea para América Latina con su postura de izquierda −la cual no tuvo miedo de asumir− siguen sin resolver”, afirmó Retana.
Por otra parte, señaló que según su experiencia, el escritor de Las venas abiertas de América Latina no es el Galeano más frecuentado por su generación y las posteriores. “Los textos más leídos son El libro de los abrazos (1989) y El fútbol a sol y sombra (1995), con lo que demuestra la plasticidad que tuvo como autor, para convocar diferentes generaciones”, agregó Retana.
Algunas obras de Eduardo Galeano
1971: Las venas abiertas de América Latina
1982 – 1986: Memoria del fuego
1989: El libro de los abrazos
1995: El fútbol a sol y sombra
2015: Mujeres
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