La Orquesta Sinfónica de la UCR se presentará de nuevo este 10 de mayo en San Ramón. (Foto: Oficina de Divulgación – UCR)

El legado histórico y cultural del compositor y renombrado marimbero guanacasteco Ulpiano Duarte  ha encontrado una nueva vía de difusión por medio de la  Orquesta Sinfónica de la Universidad de Costa Rica (UCR), que adaptó sus temas “Fiestas en Santa Cruz”, “Las gaviotas vuelan” y “La piangüita”.

La orquesta ya ha interpretado estos temas en conciertos, con buena acogida del público, como sucedió en el del pasado 12 de abril en el Teatro Nacional, durante la clausura de la Semana de la Autonomía Universitaria. Juan Manuel Arana, director de la orquesta, calificó la reacción de la audiencia en esa oportunidad como “efusiva”.

“Don Ulpiano es parte de la tradición musical costarricense y está de moda, pues cada vez se le interpreta más”, expresó Arana, quien hizo ver que “hemos recuperado la tradición marimbera gracias a él”.

El director calificó como “excelente”, la música “claramente guanacasteca” de Duarte y reconoció que le impresiona “su frescura”, al plasmar “ideas simples, pero geniales y tremendamente efectivas”;  como ejemplo de ello citó piezas como “Danzón” o “La piangüita”, la cual, “ejecutada con la orquesta, es genial”.

Arana recordó que Duarte compuso muchas danzas, pasillos, “excelentes parranderas” y jotas, que son danzas de origen español adoptadas en América Latina, en fusión con valses.

“Sus composiciones han sido deleite en miles de bailes en Guanacaste. Cabe recordar que durante muchos años en esos bailes solo se tocaban la guitarra y la marimba; la percusión se integró en un momento relativamente reciente”, acotó.

Por su parte, el pianista y catedrático de la Escuela de Artes Musicales (EAM), Gerardo Duarte −hijo de Ulpiano Duarte− dijo estar “muy agradecido” por el gesto de que la Orquesta Sinfónica de la UCR interprete composiciones de su padre.

Sobre el tema de la difusión de la música tradicional y en particular de la música de marimba en el país, cree que en el caso de las composiciones de su padre se dieron dos situaciones ventajosas. En primer lugar, sus composiciones se pudieron grabar ejecutadas por él mismo y por músicos formados por él  o compañeros suyos. En segundo lugar, su música fue transcrita y al quedar en papel es más accesible a quien la quiera tocar.

El pianista calificó las piezas de su padre −trabajadas por la Orquesta Sinfónica de la UCR− como “muy bonitas” y estima que la producción de un disco con música de su padre sería factible, ya que  “hay mucho material y mucha música”.

Al respecto, Arana informó que aún no se han dado conversaciones formales para editar un disco con estos temas, “pero creo que es una posibilidad que se dará naturalmente”.

APORTE DESDE LA AUTONOMÍA

El director recordó que la orquesta es un proyecto de la Rectoría y de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) a través de la oficina de extensión Cultural, pero que funciona desde el seno de la EAM.

Puntualizó que la iniciativa de montar piezas de Ulpiano Duarte tuvo su germen al momento de plantear el inicio de la temporada de la orquesta, pues —desde la Comisión Institucional de Autonomía Universitaria— el rector Henning Jensen sugirió un programa de música costarricense, como reflejo de ese principio de la autonomía universitaria.

Agregó que desde antes manejaba la idea de abordar la música de Duarte y fue al consultar las tesis disponibles en la Biblioteca Luis Demetrio Tinoco, cuando encontró una de Luis Paulino Castro Chan −del año 2000−, la cual es una recopilación de canciones para marimba grande, para siete músicos. A partir de ahí escogió tres danzas y trabajó su orquestación para cuerdas y percusión. “Han sido un éxito”, apuntó.

Por su parte, Arana relató que escuchó por primera vez a Ulpiano Duarte a finales de los años 60 en Santa Cruz, con la Marimba Diriá, lo cual “me impresionó”.

Tras informar que se piensa trabajar en dos piezas más de Duarte, destacó la posibilidad que permite la autonomía de la UCR para llevar a cabo este tipo de iniciativas, “que serían las primeras en ser eliminadas si se tratara de una institución que tuviera las limitaciones de los recortes presupuestarios. Ni siquiera existiría la tesis que recopiló toda esa información; así de importante es el trabajo desde la autonomía”.

De acuerdo con Arana, abordó el trabajo de orquestación de las piezas de Duarte con la preocupación de conservar su sonido característico. “El proceso ha sido muy reconfortante y los músicos abordaron el reto con una actitud excelente”, manifestó.

El próximo concierto de la Orquesta Sinfónica de la UCR será el 10 de mayo en el parque de San Ramón de Alajuela, cuando se presente junto al pianista y ministro de Cultura, Manuel Obregón, como parte de los actos de celebración por la adquisición de un piano de cola para la Sede Occidente de la UCR.

Una vida para la marimba

Ulpiano Duarte nació en Santa Cruz, Guanacaste, en 1929. Desde la edad escolar, inició su aventura con la marimba, a pesar de que posteriormente −y aún sin terminar el sexto grado− debió abandonar los estudios, para trabajar y ayudar económicamente a su familia.

Según una biografía disponible en el sitio en Internet: Radioacam.cr, a partir de ese momento se dedicó por completo a la marimba. Esa fuente divide el desarrollo musical de Duarte en dos etapas. La primera, entre 1941 y 1954, en la que destaca como ejecutante de grandes virtudes; y la segunda a partir de 1969, cuando fundó la legendaria Marimba Diriá, la cual llegó a ser declarada Marimba Nacional. Es en esta segunda etapa, luego de un lapso retirado de la actividad musical, cuando surge su inquietud por la composición.

A lo largo de su carrera, Duarte ha escrito unas 60 composiciones para marimba. En 1972, la discográfica Indica produjo los discos «Viva Guanacaste» I y II, con la Marimba Diriá bajo su dirección. Dichas grabaciones recopilan temas tradicionales guanacastecos, junto a valses, pasillos y parranderas.

En 1974, la Marimba Diriá pasó por decreto ejecutivo a ser la Marimba Nacional, adscrita al Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, lo cual le posibilitó salir a difundir la cultura costarricense a países como Colombia, Venezuela, Estados Unidos y España.

A finales de los años 70, la UCR fundó en Santa Cruz la Etapa Básica de Música, y se eligió a Duarte como profesor del “Taller de Marimba”.

Durante los años 80 y 90 mantuvo su actividad creativa y docente, y recibió reconocimientos como ser declarado miembro de la “Galería de Cultura Popular Costarricense”.

En octubre de 1999, se acogió a su jubilación como docente de la UCR, pero la música no ha dejado de fluir a través de sus composiciones.

Para su hijo Gerardo Duarte, desde que era un infante, su padre fue “una influencia inevitable” y  siempre la convivencia entre ambos estuvo matizada por la música, la cual “ha sido un canal de comunicación muy estrecho entre nosotros”.