Para perpetuar la memoria del poeta Jorge Debravo

Biografía sobre el poeta Jorge Debravo tiene un valor de ¢10.000 y se puede adquirir en las principales librerías del país.

Jorge Debravo (31 de enero, 1938 – 4 de agosto, 1967) sigue despertando interés en su vida y obra, 28 años después de su trágica muerte en un accidente de motocicleta. Ahora le tocó el turno a Víctor Marín, quien armó una biografía con base en entrevistas a familiares y amigos del escritor.

Marín, al igual que el poeta de Turrialba, trabajó durante un extenso tiempo como inspector de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), donde Debravo aún es recordado con admiración y cariño.

Del asombro inicial de la poesía del integrante del Círculo de Poetas Costarricenses, surge el afán de Marín por hurgar en la vida de quien no solo fuera un inspector con una gran sensibilidad social, sino el poeta en ciernes que mejor se proyectaba entre los de su generación.

Debravo, biografía es un libro que fue presentado hace dos semanas en el Centro Cultural José Figueres Ferrer y que tiene el mérito de haber resistido a las vicisitudes de publicar en Costa Rica.

La primera edición del libro corrió por cuenta de la editorial de la CCSS; para la segunda, Marín invirtió para que la editorial Uruk fuera la que con su sello le publicara el texto.

“El objetivo con el libro es dar a conocer aspectos de la vida y obra del poeta nacional Jorge Delio Bravo Brenes, y difundir la cultura costarricense en el campo de la poesía”, afirmó Marín.

El libro está dividido en dos partes: la primera de ella conformada por “La aurora, El amanecer, La mañana, Por la tarde, En la noche y El día siguiente”; mientras que en la segunda se incluye “La semana siguiente”, que se refiere a los días que siguieron a la muerte del poeta, ese 4 de agosto de 1967.

El libro también hace eco de las opiniones de la intelectualidad costarricense tras la muerte de Debravo. Los más connotados escritores y agitadores sociales coincidieron en reivindicar la calidad humana y literaria del autor de Nosotros los hombres.

Marín, quien además de su larga trayectoria en la CCSS es compositor, músico y gran lector de poesía, explica las razones que lo motivaron a escribir el libro.

“Soy amante de la poesía y de la cultura en general; además de que he trabajado por muchos años como Inspector de Leyes y Reglamentos de la CCSS, puesto laboral que desempeñó Jorge Debravo en el momento de su fallecimiento, lo que me creó algún ligamen con su vida personal y laboral”, contó.

De la pregunta “¿Qué hemos hecho por Jorge”, es que surge la aventura de Marín de armar una biografía descriptiva, que se aproxima al hombre, a la familia, a los amigos y a parte de la obra del poeta.

Constituido en una especie de mito de la poesía costarricense, de Debravo se conservaban muchos recuerdos en la CCSS, puntualizó Marín.

“Cuando ingresé como inspector de la CCSS conocí varias personas que fueron compañeros de él, quienes me motivaron a investigar y a escribir el libro; igual que otras personas no funcionarias de la Caja, como lo describo en la introducción del libro, seguidoras de la poesía de Jorge Debravo”, detalló.

El prefacio del libro le correspondió a Laureano Albán, amigo de juventud de Debravo; como lo recordó, fue en la biblioteca pública de Turrialba en la que descubrieron a Neruda, Vallejo, García Lorca, Hernández, Wittman, Sabat Ercastry, Mistral, Darío y Eliot, así como al “primer Octavio Paz, a Huidobro y a todos los ismos ‘desconcertantes”.

Albán recuerda, en dicho texto, que de las influencias nacionales estaban Eunice Odio, Max Jiménez e Isaac Felipe Azofeifa, de este último en especial de Vigilia en pie de muerte.

“No fuimos quizá grandes lectores de narrativa, porque nos embriagaba totalmente esa ‘quemadura de belleza’ que Mistral bautizó así, consustancial a la verdadera gran poesía”, sostiene Albán.

En Debravo, biografía se incluye una corta entrevista, la última que le hizo Luis Giménez al poeta, en mayo de 1967, es decir, tres meses antes de su muerte.

Para Marín, el hecho de que Debravo mantenga su vigencia como poeta, casi medio siglo después de su fallecimiento, se debe a varios factores, pero sobre todo a que “su poesía de corte social está muy dirigida al ser humano, al amor y búsqueda de la verdad y la justicia demandada entre los hombres. Es un tema de ayer, hoy y siempre”.

Autor de Consejos para Cristo al comenzar el año, Poemas terrenales, Canciones cotidianas, Los despiertos y Guerrilleros, entre otros libros, Debravo estaba considerado, al momento de su muerte, como uno de los poetas costarricenses con mayor proyección latinoamericana.

La muerte abrupta, en un accidente de motocicleta, evitó su consolidación como un gran poeta; no obstante, hoy la juventud busca sus textos con entusiasmo renovado, y Debravo sigue siendo una voz privilegiada de la poesía nacional.

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