El Parque La Libertad (PLL) se convirtió, desde 2008, en una alternativa para los jóvenes que requieren un espacio para la recreación y la formación en distintas áreas, entre ellas la creación y edición audiovisuales.
Por tal motivo, el Parque La Libertad procura atraer a jóvenes y pobladores en general, de acuerdo con su vocera Cecilia Mora, quien resaltó que en la actualidad se están construyendo los edificios que albergarán al Sistema Nacional de la Música (SINEM), al teatro de la danza y el circo.
“Contamos con el SINEM más grande del país, con 500 estudiantes. Para este año proyectamos contar con 800 alumnos”, dijo.
De esta manera, el cierre de una fábrica de cemento se convirtió en un espacio de 32 hectáreas donde se desarrollan una serie de programas dirigidos, sobre todo, a jóvenes, aunque algunos también incluyen a los adultos.
El Parque La Libertad cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y lo han respaldado iniciativas como el Programa de Naciones Unidades para el Desarrollo (PNUD), así como organizaciones estrictamente privadas, caso de la Cooperativa Dos Pinos que patrocina el aula ambiental.
Los terrenos del Parque se ubican en los municipios de Desamparados, Curridabat y La Unión; mediante sus programas procuran atraer a poblaciones marginales de la zona, con el fin de abrirles un espacio para la educación y la cultura.
Vecinos de Gravilias, Dos Cercas, Tirrases, Río Azul, Patarrá, Guatuso, San Antonio y Linda Vista, entre otros, son quienes se benefician de manera directa con la iniciativa, que busca darle a dichas poblaciones una alternativa integral.
“Por medio de una atención integral a los jóvenes y a los adultos, buscamos una comunicación entre generaciones. Esa es una forma de luchar contra la violencia”, enfatizó Mora.
Varias de las mencionadas comunidades son consideradas de riesgo social, por las condiciones económicas y el entorno complejo en el que se desarrollan.
El proceder del PLL se fundamenta en cuatro áreas: pequeñas y medianas empresas (Mipymes), ambiente, creatividad urbana y arte.
Para Mora, el impulso de las microempresas es una forma de aportar a las distintas comunidades y este es un aspecto al que le dan una gran relevancia. En relación a esta área, se le da un especial respaldo a las que están interconectadas con el tema ambiental y cultural. “A jóvenes que de alguna manera se les margina en otros espacios, nosotros más bien procuramos atraerlos”, detalló.
Impulsar una cultura ambiental es otro de los ejes en el Parque La Libertad, ya que procuran una conciencia al respecto mediante la promoción de diferentes actividades en el Parque, tales como el cultivo hidropónico y de huertas.
El fomento del respeto por lo ambiental forma parte de uno de los ejes del Parque. (Foto: PLL).
Una buena parte de las 32 hectáreas se destinan directamente a la conservación, mientras que también se creó un jardín botánico con especies propias de la zona.
La colaboración de especialistas del Museo Nacional le permitió al Parque la instauración de un “avifauna” y un detallado catálogo de las aves que visitan el lugar, así como de aquellas que de forma permanente habitan en el sitio.
La variedad de aves en la región hace que esta sea otra de las opciones de esparcimiento y observación que tienen los visitantes.
En el caso del espacio recreativo, se motiva a los jóvenes a que participen en actividades relacionadas con el hip-hop, el grafiti y el patinaje.
En el eje artístico se impulsa la música y la danza, entre otras manifestaciones. De esta forma, opera una sede del Sistema Nacional de la Música (SINEM) y también crearon el Centro de Tecnología y Artes Visuales.
El SINEM cuenta con una matrícula de 500 alumnos, mientras que el Centro para las Artes Visuales graduó en diciembre de 2013 a su primera generación, compuesta por 46 alumnos, quienes obtuvieron su título después de año y ocho meses de intenso estudio en el campo del diseño, la posproducción y la animación.
Además de los diferentes talleres, hay clubes de fútbol y otras áreas como el baile, las cuales han tenido una excelente aceptación por parte de los diferentes públicos involucrados, destacó Mora.
Con el esfuerzo sostenido en cinco años, el Parque La Libertad ha logrado, según sus gestores, que poco a poco las comunidades más cercanas se unan a dicha iniciativa cultural, ambiental y artística.