El Programa de Etapa Básica de la Escuela de Artes Musicales lleva a cabo una intensa tarea en la formación de músicos.
Diego Suárez y Eythan Familier muestran gran solvencia en la ejecución del piano.
Diego Suárez tiene 10 años y sus pies apenas logran alcanzar los pedales del piano. Sin embargo, con seguridad y personalidad interpretó el Nocturno No. 2 de Chopin para ganar la última edición del Concurso de Honor de la Escuela de Artes Musicales.
Eythan Familier, de 15 años, también ganó el Concurso de Honor por tercera vez consecutiva.
Ambos son alumnos del Programa de Etapa Básica de la UCR. En la actualidad su preparación está a cargo del catedrático Edwin Marín.
Familier inició su formación musical a los 6 años de edad, con una profesora particular, y en 1999 se integró a la Etapa Básica de la UCR. «Eythan tiene un gran desarrollo, alcanza un nivel prácticamente de maestría», consideró Marín.
«Estudio el piano todos los días, practico mínimo dos horas por día, hasta cuatro si hay algún recital o concurso, pero no lo considero ningún sacrificio», aclaró Familier, quien además fue finalista en el Certamen Internacional María Clara Cullell.
Diego Suárez relató que «cuando era pequeño pensaba que el piano no era para mí, pero cuando mi mamá decidió vender una organeta que había en la casa decidí probar y me gustó».
Ahora Suárez tiene año y medio de estudiar este instrumento y toda su preparación se lleva a cabo en la Etapa Básica.
«Si uno lo hace con interés, no es para nada como un trabajo», comentó el niño, para quien Chopin es su compositor favorito.
OPORTUNIDAD INTERNACIONAL
Familier ha sido seleccionado junto con otro alumno de Marín, Oscar Jiménez, para dar un recital en el IV Encuentro Latinoamericano de Educación Musical, el cual se efectuará entre el 11 y el 15 de agosto en México D.F.
Jiménez, de 17 años de edad, empezó a tocar el piano los 7 años y tiene 9 de formar parte del Programa de Etapa Básica. «Oscar es muy talentoso, muy disciplinado y tiene gran espíritu de superación. Disfruta mucho la música», detalló Marín.
Este Encuentro se organiza cada dos años en diferentes países y es auspiciado por la Sociedad Internacional para la Educación Musical (ISME, sus siglas en inglés).
La iniciativa tiene como objetivo proveer un espacio privilegiado para la difusión de los avances del quehacer educativo musical en América Latina.
De acuerdo con la información de la comisión organizadora del evento, en el Encuentro entran en contacto investigadores, profesores y estudiantes para conocer y discutir los estudios realizados durante los dos últimos años, lo cual da la oportunidad para corregir rumbos y reflexionar sobre temas concernientes a la educación musical y la investigación.
En esta oportunidad, los organizadores del IV Encuentro Latinoamericano de Educación Musical pretenden fortalecer los vínculos entre la educación musical general y la profesional.
Por otra parte, se busca difundir los aportes de disciplinas que se relacionen con la educación musical como aquellos de la acústica, medicina, ciencias básicas y sociales.
Familier y Jiménez fueron escogidos directamente por la comisión organizadora del Encuentro y es muy posible que Suárez también participe. Sin embargo, la asistencia de ellos depende de que puedan costear los pasajes a México.
«La ISME es la organización más importante en el mundo en educación musical; asistir al Encuentro es un privilegio, sobre todo porque ellos y un muchacho de México son los únicos latinoamericanos que van a tocar. El obstáculo es que aún estamos tratando de hallar la forma de pagar los pasajes», explicó Marín.
Familier consideró el Encuentro como «una gran oportunidad», aunque expresó su zozobra ante la dificultad de conseguir el dinero de los pasajes.
Por el momento, Familier tiene preparado un repertorio que incluye la Balada No.1 y la Polonesa No. 6, conocida como «Heroica», y el Estudio 23 de Chopin; la Rapsodia No. 2 de Liszt, así mismo obras de Bizet y del compositor nacional Benjamín Gutiérrez.
De solventar el problema financiero, Familier y Jiménez podrán cumplir con el recital que darían juntos, programado en el calendario oficial el 12 de agosto.
UN PROCESO
El año pasado, ambos ofrecieron junto con otros jóvenes un recital a beneficio de la Fundación Hospital de Niños, organizado por la Oficina de la Primera Dama.
El profesor Marín explicó que el proceso de estos jóvenes requiere de mucha disciplina, al tiempo que describió su método de trabajo como «muy sistemático».
«Al principio, el proceso puede parecer un poco árido, pero en realidad es muy efectivo», comentó el docente, quien considera que lo más importante es «no forzar el progreso, sino llevarlo de forma muy natural según el desarrollo de cada estudiante».
«En Costa Rica tenemos un gran nivel, gente que podría tocar en cualquier sala del mundo, si contara con el apoyo adecuado», señaló Marín.
Solidaridad
Si usted desea ayudar a financiar el viaje de estos jóvenes pianistas a su importante cita en México, puede contactar al profesor Edwin Marín por el telefax 253-5946.