La puesta en escena “En partes” se inspira en un texto de la escritora costarricense Carmen Naranjo.
El aniversario número 40 de la Universidad Nacional (UNA) también se celebra con danza: la UNA, la Escuela de Danza y la Compañía de Cámara Danza UNA (CCDUNA) presentarán la temporada “En partes” el vienes 7 y sábado 8 junio, a las 8 p.m. y el domingo 9 a las 6 p.m. en el Teatro de la Danza.
“La UNA esta cumpliendo su cuarenta aniversario. Todos estamos celebrando y, como parte de esta fiesta, nosotros también celebramos con el arte. Estamos muy contentos de que tenga 40 años de existir una universidad que le da espacio al arte y que lo escucha como una voz importante”, expresó Vicky Cortés, directora artística de la Compañía de Cámara Danza UNA.
La temporada presentará el trabajo de coreógrafos internacionales invitados: “En partes”, de la coreógrafa madrileña Mónica Runde; y “Arrayán”, del neoyorquino Eric Handman. Ambos son profesionales con una importante y larga trayectoria internacional y las obras que están trabajando son totalmente inéditas.“Estoy muy contenta de haber podido concretar la invitación de Mónica Runde y Erick Handman. Para la compañía, esto es un enriquecimiento inmenso. Buscamos la posibilidad de que los egresados tengan una experiencia profesional; es importante trabajar con diferentes coreógrafos y con diversas propuestas artísticas, para que ellos puedan abrir horizontes y enriquecerlos desde diferentes planteamientos, lenguajes y puntos de vista”, dijo Cortés.
“EN PARTES”
“Y pasa la vida como un enigmático juego de palabras: nacer, vivir, morir”: Carmen Naranjo. Precisamente, la coreografía de Mónica Runde se inspira en la introducción de “En partes”, un libro de relatos de la escritora costarricense Carmen Naranjo.
“Creo que, en esa introducción, ella se desnuda de alguna manera ante el lector y habla, con esa poesía que tenía, del nacer, morir y vivir, de cómo la vida son fragmentos y cómo esto se une de alguna manera u otra. Fue este texto el que me inspiró”, explicó Runde, quien además de realizar el trabajo coreográfico efectuó la edición musical y la dirección artística en general.
La obra está interpretada por el elenco de la CCDUNA: Karlton Lacey, Sofía Solís, Kimberly Ulate, Marisol Vargas, Lourdes Venegas, Jerry Vindas y Adriana Zamora; su concepto gira alrededor de esa idea del nacer, vivir y morir.
De acuerdo con Runde, la puesta en escena podrá generar diversas sensaciones, según el individuo que la observe. “Yo creo que la magia que tiene la danza contemporánea en general es que cada espectador saca una lectura, una historia, una vivencia o una emoción”, comentó.
Justamente, la emoción es lo que le gusta trabajar a la coreógrafa: “lo que siempre pretendo en un espectáculo de danza es, en algún momento, emocionar al espectador, que no se quede frío en la butaca, sino que algo le haga recapacitar o pensar”.
Para causar sensaciones, los bailarines debieron trabajar la expresión corporal de la emoción. Por eso, Runde y el elenco fueron montando la coreografía a partir de un arduo trabajo de improvisación, a partir del cual los 7 bailarines que conforman la coreografía siguieron sus pautas. Los pasos son propios de los bailarines. A partir de este material la coreógrafa fue formando frases coreográficas y pudo empezar a montar la escena.
“Hemos trabajado muchísimo. Todos los primeros 10 días estuvieron improvisando. Fui quitando partes que no me gustaban o no me parecían”, puntualizó Runde.
El elenco, durante la improvisación, no conoció la música que se utilizaría en el montaje ni el camino que tomaría la coreografía, pues ella utiliza la improvisación como una forma de crear la emoción para la obra con el bailarín.
Hizo ver que “cuando trabajo improvisación, lo que quiero sacar es una emoción; entonces utilizó una música que sé que va a crear en los bailarines el movimiento que estoy buscando. Además, es una forma de conocer la forma de trabajar y expresarse de los intérpretes; necesito ver cómo se mueven y me gusta sacarles de sus registros, que vayan a otros registros, que no se queden en lo que siempre hacen. Les voy apretando los tornillos, hasta que consigo de ellos que vayan un poco más allá”, agregó.
Otros elementos importantes son la escenografía, que la trabajó el académico de la Escuela de Arte y Comunicación Visual, Adrián Arguedas, y un materia audiovisual que complementa algunas de las escenas y envuelve la obra en general, de lo cual se hizo cargo Runde y Adrián Cruz, coordinador del programa Identidad Cultural, Arte Y Tecnología (ICAT).