El próximo 7 de junio se estrenará la película costarricense «Password: Una mirada en la oscuridad», donde se narran las consecuencias de la explotación sexual infantil.
En su debut en la pantalla grande, María Elena Oreamuno encarna a Carla, una niña que por medio del Internet se relaciona con una red de explotación sexual infantil.
Carla tiene 12 años y como muchas jóvenes de su edad, pasa gran parte de su tiempo navegando en Internet. Sin embargo, ese mismo pasatiempo la pondrá en contacto con una banda internacional de drogas y explotación sexual.
Esta es la trama de «Password: Una mirada en la oscuridad», la más reciente creación cinematográfica costarricense que se estrenará el 7 de junio.
La cinta de 92 minutos nació como iniciativa del cineasta Ingo Niehaus (y su empresa Productora Audiovisual Latinoamericana), quien tuvo la idea de crear un filme donde se narrara la explotación sexual de menores como una realidad cotidiana.
Niehaus contó que la idea nació hace dos años, mientras estaba en Canadá. «En un periódico leí un artículo de dos páginas sobre el comercio sexual en Costa Rica, lo que me causó indignación. Pensé que debía hacer algo al respecto, mediante mi experiencia como director de cine».
Así comenzó a escribir la historia en mayo de 2000 y la filmación se inició un año después.
El filme fue realizado en coproducción con el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica y contó con la participación de un destacado equipo de actores y técnicos cien por ciento costarricenses.
DE INTERES NACIONAL
El filme trata una temática de alto interés mundial que refleja una realidad contemporánea por medio de una producción de gran valor artístico y moral.
Es por esta razón que el proyecto fue declarado «de interés cultural» por el Gobierno.
Según Gabriel González, productor asociado y director del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica, es un drama con contenido moral y filosófico sobre la realidad nacional, que pretende reflexionar sobre las consecuencias de la explotación sexual infantil.
Igual criterio comparte el director y editor de la película, Andrés Heidenreich, quien señaló que la finalidad de «Password…» es manifestar una inquietud social y crear una reflexión sobre este fenómeno social.
La cinta cuenta la historia de Carla, una niña de 12 años, de clase media, cuya vida se transforma cuando su padre abandona el hogar.
Luego debe cambiar de escuela, sin embargo, no logra asimilar el trauma sufrido, por lo que todas las noches regresa a la institución.
Allí pasa las horas navegando en Internet, donde inicia una aventura que la hace víctima de una banda internacional relacionada con las drogas y la explotación sexual de personas menores de edad.
Todos estos elementos dan pie a una trama de acción y suspenso como pocas veces se ha visto en la historia del cine nacional.
«No es un documental ni tampoco es una película sensacionalista y morbosa, tiene un mensaje educativo y de denuncia, porque queremos advertir a los jóvenes sobre los peligros a los que se enfrentan diariamente», comentó González.
UN TRABAJO EN EQUIPO
Para que cualquier proyecto audiovisual sea exitoso y de calidad, se requiere de un gran esfuerzo humano que incluye el trabajo de aquellos que intervengan en la producción.
En el caso de «Password…», participaron alrededor de 300 personas incluyendo personal técnico, actores y extras.
En la producción participaron Karl Heidenreich, Ingo Niehaus, Gabriel González y Andrés Heidenreich, quien dirigió y editó la película. (Ver nota aparte)
Por otro lado, el elenco se conformó por actores y actrices como María Chaves, Arnoldo Ramos, Anabelle Ulloa, Marco Martín, Ana Istarú y Andrés Montero. También participaron los jóvenes María Elena Oreamuno y Christian Clausen.
Además contó con el apoyo de la Embajada del Reino de los Países Bajos, la Universidad Véritas, Canal 15 y con el patrocinio de instituciones como Semanario UNIVERSIDAD, Radio Universidad (Clásica y Juvenil), la Municipalidad de San José y EUCOR, entre otros.
DETRÁS DEL LENTE
«Password: Una mirada en la oscuridad» es el segundo largometraje que se realiza en Costa Rica en los últimos 17 años. Esta es una de las razones por las cuales su creación es tan importante para el medio audiovisual del país.
La grabación del filme se realizó en el Valle Central, en 23 locaciones distintas.
Además se empleó un proceso técnico pionero en América Central, que consiste en rodar en digital las escenas originales para luego transferir la obra editada a cine profesional de 35 mm.
BUSCANDO OTROS RUMBOS
Debido a su temática y lenguaje universal, esta cinta lleva un mensaje preventivo más allá de las fronteras nacionales y que busca fortalecer la conciencia moral en muchas comunidades del continente.
Según Gabriel González, productor asociado y director del Centro de Cine, la película se creó para proyectarse en todo el mundo, debido a su temática prioritaria y de interés común que concierne a todos los seres humanos.
Debido a ello, ya se iniciaron las gestiones para que el filme participe en festivales internacionales y ser proyectado en América y en Europa.
DETRÁS DE LAS CÁMARAS
-Dueña de los derechos patrimoniales: Productora Audiovisual Latinoamericana Ltda.
-Duración: 92 minutos
-Formato: Cine de 35 mm, transferido del original filmado en vídeo DVC PRO 50 de Panasonic.
-Género: ficción de suspenso («Thriller»)
Historia original: Ingo Niehaus.
Guión: Ingo Niehaus, Anabelle Ulloa, Andrés Heidenreich y Tobías Ovares.
Producción Ejecutiva: Ingo Niehaus.
Productor Asociado: Gabriel González.
Dirección y edición: Andrés Heidenreich
Producción general: Karl Heidenrech
Filmación: Julio- agosto de 2001.
Director de fotografía: Fernando Montero.
Música: Manuel Obregón.
Banda de sonido: Nano Fernández.
Sonido directo: Emiliano Arriaga
Dirección de arte: Aida Rodríguez.
Actores principales
Carla ……………………María Elena Oreamuno
Yorleni…………………..María Chaves
Erick…………………….Andrés de la Ossa
María…………………….Alejandra Portillo
Jimmy…………………….Arnoldo Ramos
Jennifer………………….Andrea del Valle
Emilia……………………Guisella Solís
Cecilia…………………..Aurelia Dobles
Prof. Mario……………….Andrés Montero