Trajes fosforescentes, música y danza motivarán a preservar la fauna marina y decir “no” al consumo de carne de tiburón. (Foto: Cortesía del grupo Ex-ánima)
En la semana de celebración del Día del Niño, las enormes y afiladas mandíbulas de un enorme depredador no asustan, entretienen; tampoco desatan gritos, sino risas, en el espectáculo de teatro de luz negra Sonrisa de tiburón, que presenta el grupo Ex-ánima para promover la protección del mar y la lucha contra el aleteo de tiburones.
La obra se presentará en el Teatro Melico Salazar, el 10 de setiembre, a las 10 a.m. y 3 p.m., con un costo de ¢2000 la entrada general y ¢1000 para niños, estudiantes y ciudadanos de oro.
El espectáculo también podrá ser disfrutado en el Teatro de la Danza, en el Centro Nacional de Cultura, el 12 y 13 de setiembre, a las 8 p.m., y el domingo 14, a las 2 p.m., con un costo de ¢4000 la entrada general y ¢2000 para niños, estudiantes y ciudadanos de oro.
Música, danza, luces y trajes fosforescentes transportarán a la audiencia a lo más profundo del océano. La obra retrata la historia de un explorador que decide proteger al mar al descubrir la riqueza de su fauna y el saqueo que sufre. Es un espectáculo muy visual y sin diálogos que puede ser apreciado sin distingo de edad ni idioma.
La obra había sido presentada en Guanacaste y en el Pacífico Sur durante 2011, esta es la primera vez que el montaje llega a San José.
“El mensaje final es abogar por la protección de áreas marinas protegidas mediante una obra muy estética, en la cual la persona se sienta identificada con el mundo marino y, a la vez, se ve identificada para proteger al tiburón y otras especies. Es un espectáculo divertido, lleno de color y música que busca sorprender a la gente con la magia de la luz negra”, comentó Ana María Moreno, del grupo Ex-ánima.
Además, como intérpretes participan los bailarines Erick Cascante (codirector), Susana Vargas, Paz Méndez, Julio Borbón y Allan Cascante. También colaboran en el montaje Proartes y la organización ambientalista Pretoma.
MENSAJE
El espectáculo pretende apoyar las campañas de Pretoma en contra de la pesca y comercialización del tiburón. En este caso, la obra inculca desde pequeñas edades la admiración por la riqueza que se encuentra en los mares y la importancia de su preservación.
“Necesitamos que se deje de pescar tiburón, pero también que la gente deje de consumirlo. Que se informe de qué es lo que realmente están comprando en el supermercado o que es lo que realmente le dan en un ceviche o casado”, comentó Isabel Naranjo, representante de Pretoma. El tiburón se ofrece como bolillo, cazón y bolillón, tiene un precio generalmente menor a otros tipos de peces.
“La carne de tiburón, además, tiene alto contenido de mercurio, lo cual no es bueno para la salud. Consumir tiburón no es bueno para la salud ni para el medio ambiente”, añadió.
Según datos de la Fundación Neotrópica, estudios muestran una reducción de un 60% en la abundancia relativa de tiburones en las aguas costarricenses, sólo entre 1999 y el 2009. Mariano Castro, también de la asociación Pretoma, indica que la disminución de esta especie implica un serio riesgo al equilibrio de la biodiversidad, ya que se encuentra en la cúspide de la cadena alimenticia de los animales del mar.