En su corta visita a Costa Rica, Ruth Escudero, directora del grupo teatral Quinta Rueda, habló sobre la historia y el futuro de esta agrupación peruana.
Quinta Rueda no solo es una agrupación teatral, es un ente formador de arte y cultura en Perú.
Las luces del Teatro de La Aduana se apagaron y sobre el escenario se observa únicamente el brillo de cinco estrellas. Son cinco artistas de la palabra y el movimiento, cuyo carisma parece embrujar al público, pues durante casi dos horas los asistentes han reído y sufrido junto a ellas sin parar.
Estas hechiceras son las integrantes de la agrupación peruana Quinta Rueda, la cual se presentó en Costa Rica el pasado 13 y 14 de abril, como parte del Festival Internacional de las Artes (FIA 2002), mediante el montaje «Escorpiones mirando al cielo», de César de María.
Cada integrante posee una personalidad única que la diferencia de las demás, pero cuando están sobre el escenario antes de iniciar la función, se acoplan para darle vida a un espectáculo de alta calidad.
Esta vez Quinta Rueda cautivó al público tico a través de uno de los montajes de mayor éxito, el cual fue escrito por César de María en 1993, especialmente para ellas.
LA RUEDA MÁS IMPORTANTE
Bertolt Brecht decía que el mayor talento en el teatro es la voluntad de trabajar en él. Y, sin lugar a dudas, de esa voluntad está hecha el movimiento teatral peruano. Una muestra viva de ello es Quinta Rueda, que celebró por todo lo alto sus primeros 24 años de vida.
Conformado por Lilly Urbina, Cecilia Natteri, Violeta Cáceres y Ruth Escudero, la agrupación nació en 1978 como un proyecto de los estudiantes de teatro de la Universidad Católica de Perú, con el objetivo de expresar sus anhelos y temas de preocupación a través de presentaciones de alta calidad.
«Nuestro nombre pretende jugar un poco con la auto-ironía, porque somos como la quinta rueda, es decir, la más importante porque sin ella no anda el coche. Así que jugamos con este término, al considerarnos un elemento esencial en el teatro», explicó la directora Ruth Escudero.
Dentro del ámbito teatral de su país «Quinta Rueda» es considerado como un espacio de aprendizaje y formación.
«Con el tiempo, hemos adquirido los papeles de mayor responsabilidad, por ejemplo, en mi caso me he formado como directora teatral. Pero también, en esta casa se han formado grandes actrices, escritoras y productoras», recordó Escudero.
Las integrantes plantean interés por la investigación de una alternativa que incorpora con amplitud de criterio el punto de vista femenina al hecho teatral.
Sus montajes abordan la temática femenina desde distintos puntos de vista, por ejemplo la familia, la pareja y la sociedad.
«La mujer no sólo es portadora de una actitud de compromiso con la realidad, sino que ella se hace presente con realizaciones concretas poniendo en juego y cuestionando su propia imaginación y su capacidad de trabajo en el estudio», señala Escudero.
Entre sus representaciones más destacadas se encuentran «Pareja abierta», de Darío Fo y Franca Rame; «Mujeres de primera», de Caryl Churchill; «Casualmente de negro», de Maritza Kirchhausen; y «Escorpiones mirando al cielo».
EN SUS CORAZONES
Luego de su primera visita a Costa Rica, estas mujeres dijeron llevarse en sus corazones el mejor regalo que un pueblo puede ofrecerles: el cálido aplauso de un público satisfecho.
Tras hechizar a los amantes del buen teatro que se reunieron la semana pasada para observar la puesta en escena, las actrices prometieron que regresarán con el objetivo de conocer un poco más sobre el ambiente cultural tico, además de llevarse algunas piezas para ser representadas en su tierra natal.