Viceministra Irene Morales: Nueva Ley de Premios Nacionales refleja cambio de paradigma cultural

Irene Morales-Kitt Nueva Ley Premios Nacionales: “Nuestra diversidad es nuestra mayor riqueza”, expresó Irene Morales-Kitt, viceministra de Juventud del Ministerio de Cultura y Juventud.

Irene Morales-Kitt Nueva Ley Premios Nacionales: “Nuestra diversidad es nuestra mayor riqueza”, expresó Irene Morales-Kitt, viceministra de Juventud del Ministerio de Cultura y Juventud. (Foto: Katya Alvarado)

La nueva Ley de Premios Nacionales de Cultura, duramente criticada por los sectores involucrados y sometida a revisiones durante cuatro años, fue aprobada por la Asamblea Legislativa la semana pasada.

Irene Morales-Kitt, viceministra de Juventud del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), afirmó en entrevista con este Semanario que la nueva legislación responde de manera más integral a la concepción actual de cultura.

¿Cuáles son los antecedentes de la nueva Ley de Premios Nacionales aprobada finalmente este jueves 13 de febrero por la Asamblea Legislativa?

— Si bien la Ley de Premios Nacionales data de 1961, los diferentes galardones se crearon en distintos momentos históricos siguiendo lógicas diversas y, aunque sufrió modificaciones, nunca fue objeto de una reformulación integral, lo cual nos dejó con un cuerpo normativo muy disperso y poco coherente. Por eso pasaba, por ejemplo, que las dotaciones económicas eran muy dispares entre sí, aunque se basaban en salarios del Servicio Civil.

A inicios de los años 90, el Ministerio vio la necesidad de actualizar [la Ley] mediante una serie de consultas. Fue muy difícil porque al convocar a personas del sector –y admito que fue al más tradicional, vinculado con las bellas artes− la demanda era por más premios.

El primer proyecto presentado en octubre del 2010 tuvo muy mala acogida, debido a que era un salto demasiado drástico y partía de una lógica de mezclar ámbitos de creación con ámbitos de gestión. Quedó clarísimo que el sector estaba en desacuerdo y que lo que quería era reconocer la labor eminentemente creadora. Para la reformulación del segundo texto sustitutivo, presentado en abril del 2011 y que tuvo más de 20 mociones de fondo, el Ministerio desarrolló un proceso de consulta, de conversaciones, de lectura y análisis de textos que permitió el acceso a propuestas de instancias con una trayectoria importante, como Interartes y la Asociación de Grupos e Intérpretes de las Culturas Populares Costarricenses (AGICUP), entre otros, y entrar en un proceso de construcción conjunta.

Finalmente, el tercer texto presentado en el 2012 −aprobado la semana pasada− es un proyecto de consenso, que transitó un camino arduo porque el sector es diverso, con perspectivas y percepciones heterogéneas.

¿Por qué los proyectos propuestos fueron tan cuestionados por los sectores artísticos?

— Para el primer proyecto, proveniente de la administración anterior y que se enmarca en el contexto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, se contrata una investigación que revisa diferentes programas estatales de cultura, a la luz del paradigma de la interculturalidad. El estudio partió de la premisa de que vivimos en un mundo culturalmente diverso y que la interculturalidad pretende ser el eje de un modelo de gestión de la diversidad, en donde esta es concebida como una riqueza y no como una amenaza, entendida como un proceso de construcción y de reelaboración constante.

Premios Nacionales obtuvo la peor nota porque, cuando se hizo la revisión histórica de quiénes fueron premiados y quiénes eran jurados, había una repetición de nombres, sintomática de un problema de formulación de la Ley. Por tanto, se hizo manifiesta la urgencia de una revisión normativa que tuviera una perspectiva de respeto a la diversidad cultural propia del país.

Esta primera propuesta también partía de una lógica de sectores, según la cual, por ejemplo, para el sector literario es tan importante tener buenos creadores como emprendedores, productores y gestores. Esta es una visión muy progresista, pero muy lejana del contexto cultural actual.

Cambiar la Ley —reflejo de una élite cultural e intelectual— tocó intereses muy particulares. Aunque hay un devenir histórico que empieza a cambiar, las modificaciones no son avaladas por las personas que creen en el paradigma anterior. Cuando se tocan esos intereses se complica muchísimo, porque ese sector percibe que hay una cultura más alta que otra, y el Ministerio no puede reproducir esa disparidad. Por eso, modificar la Ley motivaba tanta resistencia, era tocar el status quo de esa élite. La nueva legislación parte de una visión más amplia, inclusiva y respetuosa de esa diversidad. Fue un ejercicio de cambio de paradigma.

Hay una gran molestia por la manera de resolver la entrega de los premios para Teatro. ¿Qué pasará con estos reconocimientos, porque la nueva Ley regirá a partir del 2015?

— Los premios siempre han sido cuestionados porque hay una percepción de que el Ministerio los manipula, pero los galardones son un puñado de actas que materializan el criterio y la voluntad de un jurado especializado que establece sus propios criterios de premiación, facultados por la misma legislación ya sustituida. Además, nunca se ha garantizado que se revisen todas las propuestas anuales, porque el jurado ha decidido qué incluir.

En esta nueva Ley se constituirá —vía reglamento— con parámetros para el funcionamiento más adecuado de los jurados. En el caso de Teatro, el paradigma anterior se rompió. Es muy triste pensar que el sector teatral y de Artes Plásticas tenga que pagar los platos rotos. Si los premios se dan a lo más destacado de la producción del 2013, con el conocimiento que tiene el jurado y en discusión con asesores sobre el tema, los dictámenes serán tan válidos como en años anteriores.


Cambios en la nueva Ley de Premios Nacionales

La nueva ley establece la inclusión del Premio Nacional Cultural Inmaterial Emilia Prieto, en sustitución al Premio de Cultura Tradicional Popular.

Se conforman 5 Premios nacionales de arte: Premio Nacional Francisco Amighetti, de Artes Visuales, Premio Nacional Armando Céspedes Marín, de Artes Audiovisuales, Premio Nacional Mireya Barboza, de Danza, Premio Nacional Carlos Enrique Vargas, de Música, y Premio Nacional Ricardo Fernández Guardia, de Teatro.

El Premio Nacional Aquileo J. Echeverría se otorgará en las ramas de novela, cuento, poesía, ensayo y dramaturgia.

Se agregan los Premios Nacionales Luis Ferrero Acosta, de Investigación Cultural, y de Gestión y Promoción Cultural. Se mantienen el Premio Nacional Joaquín García Monge, de Comunicación Cultural, y el Premio Nacional Pío Víquez.

En relación con los jurados, estarán integrados por 3 ó 5 personas, de las cuales deberá designarse un único representante de las entidades administradoras, al menos un representante de cada universidad pública que imparta la disciplina o actividad por galardonar y al menos un representante electo por las asociaciones legalmente constituidas, con cédula jurídica vigente y al día con todas sus obligaciones.


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