Gracias a un repunte extraordinario que le deparó 16 puntos de 18 posibles, el equipo de la Universidad de Costa Rica (UCR) clasificó a la segunda fase del campeonato nacional de la segunda división, en el torneo de clausura.
Después de caerse estrepitosamente en el arranque de la competencia —donde llegó a ocupar el octavo lugar de su grupo—, los celestes amarraron una seguidilla de triunfos espectacular con victorias ante Saprissa de Corazón, Paraíso, Coto Brus, As Puma y Cariari, más un empate con Guajira. Esa racha impresionante les permitió ocupar el segundo lugar del Grupo B y clasificarse entre los mejores cuatro de su grupo.
El reglamento de la competencia indica que el segundo de un grupo debe medirse en juego de ida y vuelta con el tercero del otro grupo, posición que fue ocupada por el Carmen de Alajuela. Ese equipo fue el campeón del Torneo Apertura y en él, entrena el cotizado técnico uruguayo Orlando De León.
Así las cosas, el domingo pasado en el juego de ida celebrado en el estadio Jorge Palmareño Solís de Palmares, el Carmen, gracias a un gol de penal, derrotó a la Universidad 2 goles por 1. El próximo domingo 15 se juega el partido de vuelta en el Estadio Ecológico a partir de las 11 a.m.
Desde luego que si El Carmen vuelve a ganar o empata, elimina a la UCR, equipo que está obligado a vencer por dos goles de diferencia si desea sobrevivir o ganar por un gol y obligar a los tiempos extra.
Aunque, más obligada que el equipo está la gran familia celeste: los miles de egresados y estudiantes del Alma Mater, su cuerpo de profesores y administrativos, quienes deben llenar las instalaciones del coqueto estadio universitario, en apoyo de un equipo que cuenta con todo para regresar a la primera división.
Los equipos clasificados a la segunda ronda del campeonato fueron, aparte de la Universidad y Carmelita, Jaco Ray, Ramonense, Uruguay de Coronado, As Puma Generaleña, Guanacasteca y Turrialba.
En los juegos de ida, Turrialba derrotó a Uruguay 3-2; As Puma a Guanacasteca 1-0 y Ramonense a Jacó Ray 4-1, en lo que parece ser la única serie más definida en procura del pasaporte a las semifinales.
PRIMER HURACÁN
“Es inexplicable. No lo puedo creer. No lo entiendo”, se quejaba el veterano director técnico Iván Mraz, al ver como su equipo se hundía fechas en cada jornada del Torneo Clausura, después de ser protagonista del Apertura.
“¿Cómo con el mismo equipo jugamos tan mal? ¿Por qué ese desgano, esa falta de motivación? Nos meten un gol y nos caemos; vamos ganando y luego nos entregamos”, se preguntaba el estratega checoslovaco, sin respuestas ante un grupo de futbolistas que había arrasado a cuanto rival se le puso por delante en el torneo anterior, antes de ser eliminado sorpresivamente en los cuartos de final por el Deportivo México.
Luis Guillermo Bermúdez, gerente del club de fútbol, recuerda aquel fatídico partido en el Ecológico: “Se había clasificado con solvencia en el grupo y nos tocó enfrentar en cuartos de final al Deportivo México. Los derrotamos 2-0 en el juego de ida. La mesa estaba servida para pasar a las semifinales. Vino el juego de vuelta en nuestro estadio y al minuto 92, perdíamos 0-1; se jugó bastante mal, pero el resultado nos daba la clasificación. Sin embargo, el Barrio anotó en tiempo de reposición. Empataron la serie que se fue a tiempos extra. No hubo más goles y en la tanda de penales nos eliminaron”, recuerda el dirigente celeste.
“Esa eliminación, el haber hecho méritos con una campaña prodigiosa, que pusieron a la UCR como el candidato más firme para regresar a la primera división, fue una losa que mentalmente sepultó a todo el grupo”, señaló.
“Nunca creyó el cuerpo técnico ni la dirigencia estudiantil que ese traspié pesara tanto en el nuevo campeonato, donde la Universidad tuvo un arranque estrepitoso, inexplicable para todo el entorno del equipo, porque se mantuvo el núcleo de jugadores en un alto porcentaje”, agregó Bermúdez.
LLEGÓ EL TSUNAMI
En el primer partido del nuevo campeonato, la Universidad perdió a su goleador Emmanuel Campos, quien se lesionó severamente y se perdió la temporada.
“Fue un golpe anímico y futbolístico muy fuerte Después se lesionó Johel Hall y se presentaron una serie de expulsiones, algunas infantiles que rompieron el orden en el equipo. Sentí al grupo sin hambre y sin ilusión”, dijo al Semanario, Iván Mraz.
La UCR entró en el tobogán que lo impulsa a los últimos lugares, pero Mraz no perdió la esperanza.
“Necesitaba formar un equipo titular que se fuera consolidando y que jugara con orden y con ilusión. Apelamos al liderazgo de Nighel Drummond, Omar Royero y Julio Morales, que sostuvieron al grupo mientras retornaban los lesionados. Contra As Pumas Generaleña pude formarlo y logramos una relevante victoria”.
Drummond en la portería. Hall, Ignacio Solís, Royero y José Pollo Brenes en defensa. Julio Morales, Esteban Gutiérrez, Leonardo Araya y Esteban Armijo en la cintura. Leonardo Madrigal y Juan Carlos Armijo en ataque.
Con esta formación base, la Universidad inició la serie de victorias ya reseñada que lo convirtió en un tsunami y lo catapultó de un sétimo lugar al segundo de su grupo, solo debajo del líder, Jacó Ray, al que goleó 4-1 en el juego de cierre de la primera fase.
“Hubo un triunfo en Coto Brus de mucho valor. El hambre y la ilusión retornaron al grupo. Otros jugadores también aportaron, como Mauricio Mora, Owen Solís, José Vargas y Eduardo Oses, además de algunos lesionados que se incorporaron al equipo en la racha ganadora”, dijo al Semanario el directivo Luis Fallas.
De cara al juego de vuelta contra los carmelos, el técnico Mraz no estuvo a gusto con el trabajo de sus pupilos en Palmares. No vio al equipo bien. Claro que hubo un desgaste grande en el juego anterior contra Jacó Rays, el cual fue decisivo para clasificarse; pero don Iván no pierde la fe.
“Vamos a controlar a Carmelita. Es un equipo que gusta del contraataque y tiene un binomio ofensivo rápido y letal con Bryan Solórzano y Esteban Santana, a quienes habrá que amarrar. Por suerte, recuperamos a Leo Madrigal que no jugó en Palmares por estar suspendido y creo que si anotamos rápido el juego se nos puede facilitar. No olvido tampoco que al frente está mi colega Orlando De León, un viejo zorro especialista en salir adelante en los compromisos más difíciles y más tranquilo ya con la final asegurada”, concluyó el estratega celeste.