A los 25 años entró a trabajar a la Oficina de Servicios Generales de la Universidad de Costa Rica como parte de una cuadrilla especial de conserjes. Fue el comodín del grupo durante cinco años, pues al contar con licencia para moto y carro, pudo hacerle las vacaciones a sus compañeros y facilitarles el trabajo.
Luego fue trasladado como mensajero a la Oficina de Correos, durante 12 años, donde recibió y distribuyó correspondencia por todo el campus hasta que fue ascendido al cargo de oficinista postal o técnico asistencial B, puesto en el que logró jubilarse el pasado 1º de febrero después de 27 años de trayectoria ejemplar como funcionario universitario.
Hablamos de Luis Gerardo Fallas Porras, un hombre que nació en cuna modesta en Curridabat el 20 de diciembre de 1958 y que lleva los colores celestes pegados al corazón, pues su vida estuvo y sigue pegada al Alma Máter.
“Poder jubilarme fue una bendición de Dios; no saben lo agradecido que estoy con Dios por darme la oportunidad de servirle por tantos años a la Universidad”, dijo Luis UNIVERSIDAD.
Todo empezó cuando de joven laboraba para una empresa constructora, que cumplía con unos trabajos en el edificio de Letras y de ahí se trasladó a cumplir otros contratos en la sede de Occidente. De ahí llamaron a Fallas para que se empleara en la UCR, de donde no se despega, pues ya jubilado pasó a ser miembro de la Asociación de Funcionarios Universitarios Jubilados (AFUP) y es socio de la Asociación de Profesores y Funcionarios Universitarios (ASPROFU).
DIRECTO AL EQUIPO
No tenía ni dos años de trabajar en la U, cuando Fallas se hizo socio del equipo de fútbol y canceló la primera cuota de ¢100 por mes. Esto le daba derecho a dos entradas cuando el equipo jugaba en casa; la UCR militaba en la segunda división y no existía el Ecológico.
“Mi primer partido como socio fue UCR-Damas de Quepos y recuerdo a algunos jugadores como Henry Duarte, Luis Orozco, Johnny Chávez, Iván Coronado. Presidía el club, Sergio Enamorado.
Empecé a involucrarme con el equipo porque siempre me ha gustado servir y ayudar sin importar la trinchera. Entonces, muchos años fui misceláneo del club; obrero del equipo pues ayudaba a pintar la cancha, amarrar las redes, buscar balones; coordinar el trabajo de los juntabolas. Llegué a convertirme en confidente de varios entrenadores como Luis Roberto Sibaja, Sady Gutiérrez, todo un caballero; Gugui Ulate, Minor Sequeira, Rolando Villalobos, el mismo Duarte. También fui delegado de campo en el Estadio Nacional y el Cuty Monge e incluso fui técnico en un partido contra Sagrada Familia, pues Rolando Villalobos no lo podía dirigir porque no estaba inscrito y me pasó las instrucciones desde las gradas. Además, gran honor, fui nombrado en varios períodos directivo del club, en los cargos de secretario y vocal”, recuerda orgulloso Luis, universitario de cepa y corazón.
“Lógicamente que viví momentos alegres y tristes con el equipo celeste. Hubo una época muy emotiva en la segunda división cuando fuimos patrocinados por el Alajuelense, Iván Mraz apoyaba el proyecto y jugaron con la U, futbolistas como Alejandro Alpízar, Enoc Pérez, Mario Víquez, Alejandro González, Pablo Nassar, Patrick Pemberton, Neighel Drummond, Róger Estrada, Randy Cubero, Jorge Iván León, Rafa Rodríguez, Guillermo Campos, Johan Condega y varios más.
Lamentablemente este padrinazgo con la Liga terminó. A lo interno de la Universidad, siempre han existido funcionarios que no desean que el equipo juegue en la primera división por los gastos que ello acarrea”, afirma categórico Fallas, a quien no le tiembla la voz para señalar otros desaciertos en el equipo.
“La U ascendió en el 2007 y Marvin Solano cumplió muy buena labor, hoy al frente del Barrio México, don Marvin ratifica sus conocimientos. Lamentablemente el equipo se le cayó y asumió Johnny Chávez, todo un profesional que sabe leer muy bien los partidos y es un gran estratega.
Lo que sucedió en su segunda temporada es que se dio mucha afinidad con ciertos jugadores. Estos se creyeron intocables y titulares, bajaron el ritmo, se confiaron y estuvimos a un paso del descenso.
El fichaje de Juan Diego Quesada fue un error; fue una mala elección. Es un técnico muy pasivo que no se mete en el juego. Parece que todo lo decide y ordena en el vestuario y no es así. A la hora del juego, el futbolista urge de un técnico que lo mueva, lo motive y le grite. No que sea agresivo, pero tampoco tan pasivo.
Ahora está don Mario Carreras que le tocó subir la cuesta y que halló un equipo sin alma, corazón, ni vida. Tendrá que trabajar muy fuerte la parte emotiva para levantarlo.
Le han reforzado la nómina con un grupo de veteranos que no dan la talla porque están al final de sus carreras. Juegan para ganarse un poco de dinero y no sienten los colores celestes. Al equipo le falta un líder en el medio campo, un hilo conductor. Será un milagro salvarse del descenso, pero los milagros existen”, agrega el exfuncionario de la U.
FACETA DE ATLETA
Pero este señor – hoy de 52 años, hijo de Fernando Fallas y Sofía Porras, ambos fallecidos, casado con Flor María Arias; padre de Juliana y Silvia, y abuelo de Raquel, Priscilla, Silvia, Sebastián y Enmanuel – se unió al equipo de mejengueros de los conserjes apenas entró a trabajar en la UCR. Con este campeonizaron en los torneos internos, arrebatándoles la gloria a los monarcas eternos: Recursos Humanos y Administración Financiera.
Un día que Luis se fue a entrenar a la cancha sintética cercana al Ecológico, con el equipo de la Contraloría Universitaria, se puso a trotar alrededor de la cancha y desde ahí no para. Cambió las mejengas por el atletismo y hoy en día es un reconocido atleta de la categoría Veteranos A.
Ha participado en mas de 300 carreras, todas las tradicionales en el país: Candelaria, La Gloria, La Paz, La Prensa; Sol y Arena: relevos San José-Puntarenas; La San Silvestre Tica y el Reto Powerade. Pruebas nocturnas como Newton y Perimercados; además de que gusta del montañismo y ascender a picos como La Carpintera o Los Angelinos.
Hoy como jubilado, ha vuelto a formar equipo con sus compañeros de la UCR como Jorge Goñi, Didier “El Zorro”, Luis Guzmán y Edgar Garita y cuenta con el apoyo de la Secretaria General de la Seccional de Jubilados del SINDEU, Lizbeth Huertas, para promover el deporte en esta asociación.