“Como ‘apagafuegos’, escojo los incendios que quiero apagar”

El nombre de Odir Jacques Ferreira es sinónimo de fútbol. Como jugador, fue un espectáculo verlo en acción en cualquier estadio

El nombre de Odir Jacques Ferreira es sinónimo de fútbol. Como jugador, fue un espectáculo verlo en acción en cualquier estadio; como entrenador, revolucionó el juego con sus esquemas agresivos en procura de satisfacer la retina de hinchas, tanto propios como rivales.

Desde antes de colgar los tacos, se dedicó a los negocios y fundó la tienda “Deportes Odir”, que le permitió holgura cuando su nombre ya no figuraba en las listas de la Primera División; también le otorgó la libertad de entrar y salir de los banquillos sin mayor amargura, pues no tiene la urgencia para justificar los resultados. Si a los directivos no les gusta, simplemente toma sus cosas y un apretón de manos salda la discusión.

Incluso, llegó a firmar contratos en una servilleta en cualquier soda de la capital, pues sabe que un papel firmado no vale cuando se cae en desgracia en el planeta del fútbol.

Es rutina que lo llamen cuando un equipo está en crisis, generalmente en el cierre del torneo y con urgencia de clasificarse a la fase final del campeonato. Por eso se le conoce como el “apagafuegos” del fútbol costarricense.

El exgoleador explicó a UNIVERSIDAD los secretos de este calificativo que le tienen prensa, afición y dirigentes. “No es que esté esperando que un equipo me busque luego de despedir un técnico y que acepte ser emergente así como así”, afirmó el pasado jueves en la gradería de sombra del estadio Eladio Rosabal Cordero, de Heredia.

Dirige a Herediano desde el 29 de abril, cuando los florenses aceptaron la renuncia de Mauricio Wright, luego de que el “Team” fue goleado 4-0 el día anterior por Alajuelense. Dirigió dos partidos de la fase de clasificación y ahora enfrenta a Santos en las semifinales.

“La gente me percibe como un ‘apagafuegos’; pero, en realidad, para aceptar llegar a un equipo analizo las posibilidades de éxito que tendría si lo dirijo. Si veo que tengo opciones de hacer algo lo tomo, pero si no hay condiciones, entonces me niego. He tenido muchos llamados y algunos no los he aceptado”, dijo casi en portuñol.

Don Odir, ¿por qué se le conoce como el “apagafuegos”?

−La gente cree que yo soy un “apagafuegos”, pero no es así. Si usted analiza, de los cinco títulos nacionales que tengo, dos los gané comenzando la temporada. Esto es, que yo escogí a los jugadores que se adaptaban a mi sistema de juego.

Pero ha llegado en varias ocasiones a última hora.

−Sí. Me ha dado resultado llegar de emergencia a los equipos, pero siempre con la intención de ser competitivo. No llego a un equipo si no tengo claro que voy a hacer un buen papel, a desarrollar un buen fútbol.

En otras palabras, ¿usted escoge los incendios que apaga?

−Definitivamente, así es. Para aceptar ser emergente en un equipo, lo primero que hago es analizar el plantel de jugadores, las características de los porteros, de los defensas, de los volantes, de los delanteros; si tras el análisis de estos aspectos no veo que tenga posibilidades de éxito, entonces no acepto dirigir a ese equipo y prefiero quedarme en mi casa y ver los partidos por televisión.

¿Qué se necesita para ser buen entrenador?

−Hay que tener buenos futbolistas. Si usted no dispone de esa materia prima, nada se puede hacer. Las ideas que tenga un técnico siempre pasan por la calidad de sus jugadores.

Dice Gaetano Pandolfo que si Herediano es campeón, con usted como emergente, los técnicos de los otros equipos deberían renunciar, pues dirigen esos equipos desde la pretemporada.

−No es que llegué a Herediano y no encontré nada hecho. Mauricio Wright lo hizo bien, más allá de que no le salieron los resultados; o sea, encontré un buen equipo que me dejó Wright. Hice un par de variantes en el sistema de juego y el equipo funcionó porque ha jugado bien.

Pero hay técnicos que están ocho o diez meses en un equipo y nada, mientras que usted llega al final y triunfa.

−Bueno, en ese sentido tal vez tenga razón Pandolfo, pero llego a un equipo si se presta para hacer algo, si hay materia prima, si hay talento. Imagínese que he recibido ofertas para dirigir equipos en las mismas o mejores circunstancias y no he aceptado, porque considero que no hay opción de hacer un buen desempeño, un buen trabajo, realizar buen fútbol.

Usted practica un fútbol ofensivo y eso devuelve la alegría a los aficionados.

−Al buen futbolista no hay que quitarle lo innato que trae, que es su talento. Fui futbolista y cuando me quitaban la posibilidad de jugar en el área me sentía mal, estaba perdido en la cancha. A un jugador técnico hay que dejarlo jugar y no limitarlo a un sistema. Claro, el fútbol moderno exige que si mi equipo no tiene el balón, todos deben colaborar en recuperarlo, en eso creo que todos estamos de acuerdo; pero cuando tenemos el balón soy muy liberal. Dejo que se desarrolle a la capacidad de cada uno, que los jugadores habilidosos tengan iniciativa para hacer cosas, pues es así como surgen las grandes jugadas en el fútbol.

O sea, el fútbol como espectáculo

−Exacto. Creo en los equipos alegres, que disfrutan al dar espectáculo a los aficionados. Creo firmemente que jugadores y entrenadores tenemos la obligación de brindar satisfacciones a los aficionados

¿Qué es buen espectáculo?

−Es aquel en el que se practica un fútbol abierto, en el que los equipos buscan los marcos, en el que hay goles. Esa es mi filosofía como entrenador.

¿Cómo vislumbra las semifinales?

−Creo que no hay favoritos. Saprissa hizo una gran campaña y conquistó el primer lugar; Santos también tuvo un buen torneo, fue segundo y, junto con Saprissa, ganó la ventaja deportiva. Luego venimos nosotros (Herediano) y Alajuelense. Me parece que los cuatro tienen posibilidad de alzarse con la corona.

Odir: un ganador de estirpe goleadora*

Odir Jacques Ferreira −nacido el 2 de abril de 1946 en Cantagalo, Brasil, un municipio del estado de Río de Janeiro, y naturalizado costarricense a partir de 1978− se caracterizó en su carrera por ser un ganador y un goleador que no tenía secretos.

“Convertía las anotaciones desde todas las distancias, con pierna derecha o izquierda, con toques sutiles y demoledores, de tiro libre o con pelota en movimiento. Es, quizá, el mejor futbolista extranjero que actuó en suelo costarricense”, describió el periodista José Antonio Pastor, en su obro El libro morado (2010).

Jacques debutó con el Bangú de Brasil en 1966; luego, en El Salvador, entre 1967 y 1971 demostró su credencial goleadora con 126 dianas con Sonsonate, Alianza, FAS y Atlético Marte.

Al país llegó en 1971, para una prueba de tres meses, pero en una semana convenció al técnico Marvin Rodríguez y a la junta directiva de su potencial. Un año después ya era el líder goleador del certamen, con 18 anotaciones.

Además de jugar con Saprissa, defendió los colores de Alajuelense, Herediano y Limón FC, con el que se retiró del fútbol en 1980, cuando tenía 33 años. En total, es el segundo extranjero con más goles en el fútbol mayor tico −con 82 goles−, después del eslovaco Josef Miso, quien convirtió 88.

Como director técnico comandó a los tres equipos en diferentes etapas, y llevó al título al Herediano en cuatro ocasiones (1978, 1981, 1985-1986 y Verano 2012); también lo llevó a Alajuelense (1983).

Dirigió la Selección de Costa Rica en 1985, en el Premundial de México 1986, y a los equipos Saprissa, San Carlos, Liberia, Cartaginés, Pérez Zeledón y los salvadoreños FAS y Alianza. Alcanzó un subtítulo con los morados en 1991.

El registro histórico ubica al técnico con su sétima aparición en el banquillo rojiamarillo, casi siempre como “apagafuegos” o técnico emergente. Así lo emprendió en 1978, con la doble función de jugador-entrenador, después en 1981, 1985, 1998, 2000, 2012 y ahora en el presente Torneo de Verano 2015.

Su récord en el banquillo lo tiene enmarcado con cinco campeonatos obtenidos, cuatro con el “Team” (1978, 1981, 1985-1986, Verano 2012) y uno con Alajuelense (1983). Va por su sexta corona, para igualar como el más ganador de la historia a Marvin Rodríguez, quien alcanzó seis cetros (cuatro Saprissa, uno con Herediano y otro con el Municipal Puntarenas).

Jacques es el estratega que dirigió más veces al Herediano, con 237 partidos.

*Fuente: Rodrigo Calvo, periodista de sitio Cronica.cr

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