Coronado sufre para campeonizar en el baloncesto femenino

Coronado es campeón invicto de la Liga Femenina de baloncesto, luego de ganarle a la UCR en dos partidos.

En la escuela Amadita, de Coronado, los equipos de Coronado y la Universidad de Costa Rica brindaron un partido de infarto correspondiente al segundo juego de la serie de la final de la Liga Femenina de Baloncesto.

Por un lado, las locales interesadas en coronar una temporada perfecta con el sexto título de su corta historia, luego de quedarse dos años en el segundo lugar del podio. Por el otro, el equipo universitario obligado a ganar para forzar a un tercer juego y volver a saborear un título que se les ha vuelto esquivo desde el 2002.

Al final, este partido tuvo de todo, incluido un “duelo” entre Marielena Vargas y Paula Mora por meter más puntos, donde a pesar de que Vargas aportó 22 puntos y Mora 24, las coronadeñas lograron despachar a las celestes con un marcador ajustado de 63-61 y con ello liquidar la serie final en dos partidos para coronarse campeonas del baloncesto femenino nacional.

Pese a que Rebeca Retana puso la primera canasta del juego, las coronadeñas poco a poco impusieron sus condiciones desde el primer cuarto, y se lo dejaron con un claro 17-10 gracias a que Vargas tenía la ayuda de Natalia Gálvez y de la exfutbolista Mónica Malavassi.

En el segundo cuarto, si bien es cierto las condiciones se equipararon, las coronadeñas siempre consiguieron agrandar su ventaja a nueve puntos e irse al descanso largo con un 33-24 a su favor.

Pero luego de este descanso de 10 minutos, las universitarias fueron otro equipo. Además de Mora, quien siempre tuvo una “mano caliente”, jugadoras como Sofía Jiménez, Meilyn Herrera, Yamilah Solano y Vanessa Zeledón también se animaron a aparecer en el tablero para poner a las coronadeñas con el corazón en la mano.

Sin embargo, un rali de siete puntos construido en el último minuto por Vargas y Malavassi ayudó a que el tercer período se fuera con un 48-42.

Y ni qué decir el cuarto final. Fue un período de infarto, donde las universitarias se abocaron a bajar el déficit con el fin  de aunque sea traerse un invicto de 13 partidos de las lecheras y de paso forzar a un tercer juego, gracias al quinteto Mora-Jiménez-Herrera-Solano y Zeledón por el lado celeste.

Mas, las lecheras también tenían lo suyo con Gálvez, Malavassi y Vargas. Y el juego se prestaba para cualquier tipo de posibilidad, ya sea un tercer partido, al menos cinco minutos extra de batalla, o que se liquidara la serie.

Una canasta de Vargas a falta de solo 35 segundos para terminar el partido se encargó de ponerle punto final a la serie y desatar la fiesta de la afición local.

El entrenador Pablo Martínez y sus jugadoras coinciden en que de las dos derrotas de la serie ante las coronadeñas, esta fue la más dolorosa por la manera en que se dio.

“Obviamente hoy duele más porque significa que el campeonato termina para nosotros, hay que tener calma en los segundos finales, podemos darnos de tú a tú con cualquier equipo”, explicó Martínez.

“Estábamos frente a un equipo muy experimentado, pero de parte de nosotros nos faltó mucha paciencia, duele más esta porque estuvimos más cerca, pero di, a seguir trabajando”, puntualizó Mora, quien acotó que la cohesión que se dio con el tiempo les ayudó.

Shawny Richards tenía sentimientos de gran impotencia, pues quedó fuera de la convocatoria por una luxación en su pierna derecha que la incapacita por 4 meses.

“Es más doloroso perder la final, pero por algo pasan las cosas y esperemos que para el próximo campeonato esté mejor para poder dejar a la UCR en alto, como lo vio estuvimos a punto de lograrlo pero por cosas de momento no se pudieron solucionar, pero muy contentas de este papel”.

Por su parte, el técnico campeón, Cristian Chavarría explicó que la calma fue el elemento vital y coincidió que el triunfo que más le agradó fue el último.

“La clave fue mantener la calma en los momentos claves, el partido se cerró, era un juego de ida y vuelta y las muchachas resolvieron como tenían que resolver, grandioso partido. Fue un juego por el campeonato y lo logramos. Fue un partido bello, aburrido hubiera sido un juego muy abierto, de mucha diferencia, pero fue un juego cerrado, un juego lindo para la gente que vino a verlo, y agradecerle a Dios y a las muchachas por esforzarse durante estos últimos cuatro meses”.

Finalmente, Malavassi aclaró que el vínculo con el fútbol no ha terminado si bien es cierto no lo juega activamente.

«Toda la vida jugué ambos deportes, por diferentes circunstancias decidí enfocarme solamente en el baloncesto, pero estoy todavía muy relacionada con el fútbol y no solo yo tengo que hacer grandes esfuerzos para cumplir con diferentes facetas de la vida, sino todas las compañeras trabajan y tienen que sacar adelante a sus familias y este es un premio al sacrificio”, explicó.

 

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