La no alineación de Cordero y Hernández por el Cartaginés ensució el espectáculo del fútbol mayor.
Rodrigo Cordero, jugador inscrito por el Club Sport Cartaginés, no jugó contra el Herediano.
Lo que sucedió el pasado domingo 19 de enero en los previos del partido entre el Club Sport Herediano y el Cartaginés, no tiene parangón en la historia del fútbol costarricense y bien puede calificarse como un acto de corrupción.
Lo que en su momento se llamó pacto de caballeros entre los presidentes de las dos instituciones, Aquil Ali del club florense y Thelvin Cabezas del equipo brumoso, impidió que dos futbolistas que pertenecían al Herediano y que fueron luego fichados por el Cartaginés, Rodrigo Cordero y Marco Hernández, fueran alineados por el técnico argentino de este equipo, en el partido que sostendría precisamente ante el club de la ciudad de las flores.
El juego terminó con una goleada de 6-0 que el Herediano le propinó a los brumosos y lanzó a la actualidad esa extraña situación y más que extraña, corrupta, porque dos personas ajenas al juego del fútbol, o sea, al espectáculo, intervinieron aunque fuese de palabra en decisiones técnicas que competen al entrenador del equipo y atentaron con la calidad del cotejo.Con ese acuerdo tomado en una mesa, afectaron los intereses de los miles de espectadores que asistieron al estadio Eladio Rosabal Cordero a disfrutar un juego de campeonato donde la lógica dicta que los equipos deben entrar con todos los futbolistas disponibles y no deben quedar fuera los que indican los directivos de los clubes.
CAMBIARON LAS FRASES
Antes del partido entre Herediano y Cartaginés, la prensa deportiva habló de un pacto entre los jerarcas de esos clubes, para que el equipo brumoso no alineara a Cordero y Hernández.
Ya el mediocampista, mundialista en Corea y Japón, había debutado con el Cartaginés y en gran forma en el partido que los brumosos le ganaron al Saprissa. Marco Hernández no, pues aún no se vestía de blanquiazul en la cancha.
Se publicaron algunas declaraciones del presidente del Herediano, previas al partido; esto se dijo.
«Rodrigo y Marco son dos jugadores muy buenos, si Cartaginés los alinea y Herediano pierde el partido, a mí me lo van a reclamar y además, el público puede tomar alguna represalia contra ellos; le dije a Cabezas que como parte de un pacto, no los alineara contra nosotros».
Por su parte, el jerarca brumoso igual manifestó que se había llegado a un acuerdo con el Herediano, para no alinear a Cordero y Hernández en este juego y él se lo había indicado a su entrenador, Carlos de Toro, aunque al final, la decisión era del técnico.
Después de la paliza, las frases cambiaron y Aquil Ali, presidente del club florense manifestó que nunca se había firmado o hablado de un pacto, solo de la conveniencia de no alinear a los jugadores. Se agregó una manifestación del director técnico del Cartaginés, en que claramente expresó que para este partido contra el Herediano, Rodrigo Cordero no estaba en condiciones de jugarlo.
¿Cómo, se preguntaron los aficionados, después del partidazo del «Rocky» contra Saprissa?
En todo caso, se dio una realidad: Rodrigo Cordero y Marco Hernández, jugadores inscritos por el Club Sport Cartaginés antes del partido contra Herediano y en regla para poder ser alineados en esa confrontación, se quedaron en las gradas.
Herediano despedazó al Cartaginés y lo humilló, goleándolo 6-0 y estos dos jugadores, hicieron mucha falta: Rodrigo un contención natural que igual ha jugado muchos partidos como zaguero central, bien pudo ser una solución táctica para su entrenador, una vez que fue expulsado el hondureño, Arnold Cruz y Marco, volante de apoyo, también pudo convertirse en el generador de juego que necesitaba su equipo para alimentar de balones a las dos puntas, Claudio Ciccia y Allan Oviedo que se pasaron aislados todo el partido.
Claro que estas son especulaciones, fáciles de analizar una vez terminado el partido, porque también es verdad que Marco no fue titular del Herediano en lo que lleva la temporada y nadie puede asegurar que lo sería en el Cartaginés, pero la ausencia de Cordero sí reviste detalles técnicos y tácticos más respetables.
GRAN ANTECEDENTE
En el campeonato de España, recientemente se dio una situación similar pero con destino diferente; el Real Madrid le cedió al Racing de Santander a su delantero, Pedro Munitis y los directivos madridistas, incluyendo a su director deportivo, el argentino Jorge Valdano, pidieron a los directivos del Racing que cuando se enfrentaran contra el Real, no lo alinearan…
A la hora del partido , el entrenador del Racing echó a la basura lo conversado por sus superiores, alineó a Munitis y este le hizo a Iker Casillas, portero del Real Madrid el mejor gol de lo que lleva la Liga y luego el mismo Munitis sirvió el segundo gol. El partido lo ganó el Racing al Real Madrid, hubo polémica, pero el gran vencedor del acontecimiento fue el técnico de Santander que entendió cuál era su misión, su trabajo, sus derechos y con gran profesionalismo y enorme personalidad puso en la alineación a un jugador relevante y, lo más importante, que legalmente estaba en regla para jugar ese partido.
Este es el quid del asunto; esto es lo relevante.
PÉSIMA DECISIÓN
Tanto Rodrigo Cordero como Marco Hernández eran jugadores inscritos por el Cartaginés antes de jugar contra el Herediano, sus inscripciones estaban en regla, podían perfectamente ser alineados en ese determinante partido entre dos clubes que disputaban la cima de la clasificación.
¿Por qué no jugaron?
Lo expresado antes del juego por los dirigentes de los dos clubes y lo manifestado luego, es secundario.
Se dio un hecho nada claro, revestido después por otras excusas.
La verdad es que dos directivos de club, perjudicaron, entorpecieron y lo más grave, intervinieron en un espectáculo que debe ser reservado a los directores técnicos y jugadores en beneficio de los aficionados.
Cuando Aquil Ali le pidió a su colega del Cartaginés que no alineara a estos dos jugadores, estaba negándole a los espectadores el derecho a ver un espectáculo completo, con todos los actores del show disponibles y lo más grave, el presidente del Herediano, directa o indirectamente, le estaba dando instrucciones al director técnico del equipo que sería su rival, el Cartaginés, algo inaudito que bien puede ser señalado como un acto de corrupción.
Podemos decir que el jerarca del Herediano, le estaba formando la alineación al del Cartaginés en el juego contra su equipo.
¿Cómo se puede llamar esto?
Si el director técnico del Herediano, Carlos Watson, tomó la decisión de prescindir de los servicios de dos de sus jugadores, Cordero y Hernández y aprobó con esta decisión que se podían ir a otro equipo, es simplemente porque ya no los necesitaba.
Si estos jugadores son comprados y fichados por otro club, en este caso, el Cartaginés, deben y tienen que jugar con su nuevo club en todos los partidos que su entrenador quiera ocuparlos y no ser relegados a las gradas por orden de un dirigente totalmente ajeno a esa institución.
Lo sucedido mancha el buen desarrollo del balompié costarricense y se convierte en un precedente nada limpio y peligroso, si es que llega a repetirse.