El presidente Barack Obama lanzará el próximo 5 de abril la primera bola en el partido inaugural de la temporada entre los Nacionales de Washington y los Filis de Filadelfia, en el béisbol de las Grandes Ligas.
Por centésima ocasión, un mandatario estadounidense ejecutará el primer lanzamiento, tal como lo hizo William Howard el 14 de abril del 1910, pero será la primera ocasión que Obama cumpla con esta ceremonia en la sede del equipo de la capital norteamericana. Recordemos que el mandatario hizo el primer lanzamiento en el Juego de Estrellas del año pasado en San Luis.
El fin de semana pasado inició la pretemporada; dichos juegos se volvieron atractivos para los miles de aficionados que, atraídos por los nuevos fichajes y los jugadores estelares que cambiaron de uniforme, se acercaron a los estadios.
Llaman la atención Albert Pujols que pasó de los Cardenales de San Luis a los Angelinos de los Angeles; Prince Fielder que firmó con los Tigres de Detroit después de ser la estrella de los Cerveceros de Milwaukee; y el estelar taponero de los Medias Rojas de Boston Jonathán Papelbon, que se fue a los Filis de Filadelfia.
No hace mucho tiempo los amantes al béisbol esperaban con ansiedad el día inaugural de cada temporada. Pero ahora, los amantes de la pelota ya no añoran los primeros días de abril, sino que esperan con grandes expectativas los últimos días de febrero, cuando inician los entrenamientos, y la primera semana de marzo, cuando son los primeros partidos de exhibición.
CARAS VAN Y VIENEN
La cobertura actual de los medios de comunicación, el negocio del deporte que cada año se consolida más y el ponerse a la altura de las demás ligas profesionales de los Estados Unidos permite a las Grandes Ligas mover la atención al comienzo de los campos de entrenamiento. Por eso, no hay que esperar hasta el primer día de la temporada regular.
Hoy se sigue detalle a detalle todo lo que acontece en Florida y Arizona, donde los 30 equipos de las mayores realizan su preparación para la temporada; y la emoción de los juegos no comienza en abril, sino en el arranque de las Ligas de la Toronja y del Cactus, cuyos primeros juegos se desarrollaron el pasado fin de semana.
La llegada de los peloteros a las instalaciones en las diferentes ciudades se ha convertido en una especie de «alfombra roja». Así, desde el primer día de prácticas se reportaron y se dieron manifestaciones que resultan atractivas para los medios de comunicación y, lógicamente, para los espectadores.
Por ejemplo, Buster Posey realizó su primera práctica con los Gigantes de San Francisco, al ver acción por primera vez desde que saliera gravemente lesionado tras el encontronazo del 25 de mayo pasado. Los jugadores de Boston, como Josh Beckett y Jon Lester, llegaron a dar explicaciones sobre el fracaso de septiembre, que incluyó cerveza y pollo en la casa club.
Otras estrellas de las Grandes Ligas aún están sin trabajo. Hideki Okajima no pasó su examen físico con los Yankees, situación que anuló su contrato. Mike Cameron decidió ponerle fin a su carrera de 17 temporadas en las mayores antes de ponerse a prueba en el campo de entrenamiento para buscar un lugar con los Nacionales de Washington. Gente como Johnny Damon, Vladimir Guerrero, Derrek Lee, Magglio Ordóñez, Hideki Matsui o Iván Rodríguez no se reportaron, simplemente porque no tienen donde presentarse.
GANARSE EL SUELDO
La nueva «alfombra roja» ha presentado sus grandes momentos. El primero, quizá, cuando Albert Pujols hizo su recorrido triunfal hacia las instalaciones de los Angelinos de Los Ángeles en Tempe, Arizona, para comenzar oficialmente su primer año en la Liga Americana.
El hombre récord —para muchos el mejor jugador de la actualidad y quien lleva una carrera que terminará sin lugar a dudas en el Salón de la Fama— se convirtió en la contratación más relevante del invierno; ya inició el camino que tratará de colocar a los Angelinos de regreso en el Clásico de Otoño.
En sus 11 años en San Luis, Pujols conectó 204 cuadrangulares en Busch Stadium, es decir, 18.55 por temporada. Esta cifra aumentaría, de acuerdo a los analistas, a 22.91 solo en Angel Stadium.
Desde que entró en acción y hasta octubre, cada movimiento, paso y respiración de Albert Pujols será evaluado y seguido de cerca. Una vez que el dominicano cruce la puerta de esas instalaciones, todo lo que haga va a ser comentado, analizado y puesto bajo la lupa. Es el precio de ser el mejor.
Prince Fielder es la segunda vedette que se paró en la alfombra roja. El fornido inicialista llegó a un contrato con los Tigres de Detroit por 9 años y 214 millones de dólares. Llega a “Los Felinos”, que perdieron la serie por la Liga Americana ante Texas, a llenar el vacío que dejó el venezolano Víctor Martínez por una lesión en la rodilla, que lo hará perderse toda la campaña 2012.
Con 37 años, Fielder conectó .299 con 38 jonrones y 120 remolcadas en la campaña anterior y participó tres veces en el Juego de las Estrellas. Además, el domingo pasado la sacó de estadio, parte de la paliza que los Tigres le propinaron a los Bravos de Atlanta 18 a 3.
El de Fielder es el cuarto contrato que supera los 200 millones de dólares en la historia del béisbol, solo atrás de Alex Rodríguez con 270 millones y 10 años con los Yanquis de Nueva York, otro de Rodríguez por 252 millones y 10 años con los Rangers y el de Albert Pujols por 240 millones por 10 años con los Angelinos.
La tercera estrella que se fue de viaje a otra galaxia fue Jonathan Papelbon, quien ejecutará su danza irlandesa en Broad Street. Filadelfia llegó a un acuerdo para fichar al cerrador. Papelbon sacó el último out de la Serie Mundial de 2007 para los Medias Rojas, por 50 millones de dólares y cuatro años, que es el más grande para un relevista.
El contrato anterior más cuantioso para un bombero fue el de 47 millones de dólares que B.J. Ryan aceptó por cinco años con Toronto antes de la temporada de 2006.
Retornando a acciones del pasado domingo, Alex Rodriguez bateó tres jits, entre ellos un jonrón, y remolcó dos carreras en el triunfo de los Yanquis de Nueva York 7-4 sobre los Filis de Filadelfia.
Pujols, Fielder, Papelbon y Rodríguez son candidatos al Oscar 2012 (jugador más valioso) en la temporada que Barack Obama inaugurará dentro de pocos días.
