Jorge Luis Pinto ya está en Arequipa con los integrantes de la Selección Nacional, con los que trabajó arduamente durante dos semanas.
La selección de Grecia, campeona de la Eurocopa de Portugal, acabó no solo con el anfitrión en la final, sino también con el mito de los grandes que abandonaron tierras lusas antes de lo esperado.
Grecia hizo valer en la Eurocopa la disciplina, el rigor y el orden defensivo, cualidades que puso en práctica desde el primero al último duelo del torneo, curiosamente ambos contra la selección anfitriona, que se llevó en el último momento un mazazo del que tardará en recuperarse.
En el fútbol de Costa Rica, apenas arrancaba la cita de las mejores selecciones del Viejo Continente, cuando era despedido el entrenador estadounidense de la Selección Nacional, Steve Sampson y de inmediato, su puesto fue ocupado por el colombiano, Jorge Luis Pinto, técnico enamorado y con pasión precisamente de las armas que hicieron a Grecia campeón de la Eurocopa: disciplina, rigor y orden defensivo.
A punto de debutar en la Copa América en el Grupo C, al lado de Paraguay (se juega el 8 de julio), Brasil (el día 11) y Chile (el 14), la duda de la afición costarricense es saber si en escasos 15 días de preparación con la que contó Pinto con sus nuevos discípulos, pueda enseñarles e inculcarles sus ideas tácticas que tan actualizadas y de moda se pusieron en la Eurocopa «griega».
Una corta concentración en Tarbaca para ir acoplando a los futbolistas a la altura peruana y otra permanencia de cinco días en Bogotá, ya en ruta a Arequipa, Perú, sede del Grupo C, fue de lo único que dispuso el entrenador colombiano para meterle a la Sele su idea futbolística.
Algo se ganó con el hecho de que en la Selección Nacional estén cinco jugadores del Alajuelense, el equipo que Pinto entrenó dos temporadas en Costa Rica. Ricardo González, Alexánder Castro, Luis Antonio Marín, Steven Bryce y Carlos Hernández, cumplieron el rol de asistentes tácticos del nuevo timonel, para ayudar a que el equipo titular de Costa Rica y el resto de la nómina, «aprendan» a jugar como lo desea elentrenador.
DE OTTO A PINTO
Otto Rehhagel pasará a la historia de las grandes gestas griegas después de llevar a la selección helénica a una cima jamás soñada.
Con un fútbol taimado, mezquino, avaro, además de un guión fijo y muy efectivo, hizo saltar por los aires todos los pronósticos que antes del 12 de junio ni por asomo apuntaban que Grecia levantaría la copa de Campeón.
Los grandes analistas del fútbol en el mundo, tuvieron que posar sus ojos en esta forma de jugar de Grecia, tan segura en defensa, tan ordenada en la transición de la pelota, tan eficiente a la hora de pasarla, al punto de que en la recta final del torneo, ya muchos sabían que a los griegos solo les bastaba anotar un gol para ganar el partido.
Y así lo hicieron: eliminaron a Francia, campeón defensor, 1-0; derrotaron al equipo que enamoró a los millones de seguidores de la Eurocopa, la República Checa, 1-0 y ganaron la final a Portugal, 1-0.
Era cuestión de anotar un gol y punto.
Aquí, podemos hacer otra comparación positiva con Jorge Luis Pinto, un entrenador básicamente resultadista, que en cada partido lo que busca es ganarlo y no golear al contrario. Este detalle finalmente le costó su puesto como entrenador liguista, después de que directivos fanáticos del club se molestaron porque el América de México, uno de los grandes clubes del fútbol del Continente, les ganó 4-0 a los rojinegros en el Estadio Azteca.
Los fanáticos de la Liga pensaron que su equipo tenía que vencer al América y ganar el torneo de clubes campeones y subcampeones de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol, por solo el hecho de que el equipo se paseaba en el campeonato nacional, que lo ganó cuatro veces seguidas (dos con Pinto) y no valoraron precisamente ese detalle del entrenador colombiano, de amarrar resultados, de ganar por la mínima a equipos supuestamente débiles como Carmelita, Ramonense, Pérez Zeledón o el descendido San Carlos y ahora llega Rehhagel a decirle al mundo que sí se puede ser campeón de Europa ganando cada partido 1-0.
La coronación de Grecia como monarca de Europa es una lección para los detractores de Jorge Luis Pinto. Pero, lo más importante como lo señalamos en UNIVERSIDAD la semana anterior, es esta forma de jugar al fútbol de los griegos, tan afín a la forma como Pinto desea que jueguen los equipos que dirige. Eso abre un mar de expectativas y posibilidades para el fútbol nacional, no tanto en una Copa América sino para lo que verdaderamente interesa: la eliminatoria mundialista hacia Alemania 2006, que Costra Rica la seguirá jugando en su segunda fase a partir del 18 de agosto, cuando enfrente a Honduras.
EUROCOPA FUE JUEZ
El máximo torneo balompédico del Viejo Continente resultó decepcionante para las grandes y favoritas selecciones europeas y se convirtió en la guillotina de grandes astros y entrenadores.
Sin duda, la prematura eliminación de España fue una de las más destacadas sorpresas de la Eurocopa.
El combinado de Iñaki Sáez fue de más a menos en el campeonato y se despidió en un triste encuentro ante Portugal, el último de la primera fase.
Alemania fue otra de las decepciones, pues sólo fueron capaces de sumar dos puntos. Los empates ante la débil Letonia y Holanda fueron insuficientes. Además, en la tercera jornada, ante una República Checa que presentó nueve jugadores que habían sido suplentes en los dos anteriores partidos, fue humillada y eliminada.
Italia no conoció la derrota en la competencia, pero los cinco puntos obtenidos le fueron insuficientes para seguir en el torneo, ya que Suecia y Dinamarca, con los mismos puntos que los italianos, le apartaron del camino por mejor diferencia de goles.
El campeón de 2000, Francia, a pesar de contar con una pléyade de estrellas, ofreció dudas desde el principio, pero su acierto goleador le permitió resolver la primera fase con éxito, aunque ante Grecia, en cuartos de final, protagonizó, con su derrota, la mayor sorpresa de la competencia.
Holanda llegó más lejos de lo que su juego merecía. Sólo brilló ante la débil Letonia, lo que le permitió jugar los cuartos de final tras empatar ante Alemania y perder con la República Checa en dos pobres partidos. Aunque mejoró ante Suecia, en la semifinal Portugal caricaturizó el juego ofensivo tradicional holandés.
Inglaterra ofreció una buena imagen pero se encontró con el equipo anfitrión, que a la postre fue subcampeón del torneo. Sólo los penaltis le apartaron de las semifinales, en el mejor partido del campeonato.
Cayeron por un camino u otro, los directores técnicos de España, Iñaki Saez, de Italia, Giovanni Trapattoni, de Alemania, Rudy Voller, el seleccionador de Croacia, Otto Baric y el búlgaro Plamen Markov, pero también las estrellas se apagaron en Portugal.
Sólo el portugués Luis Figo brilló entre los futbolistas que llegaron con la etiqueta de astros.
Los nombres de Raúl, Beckham, Zidane, Henry, Trezeguet, Totti, Vieri o Kluivert son algunos de los futbolistas de quienes más se esperaba en el torneo, pero se fueron sin ofrecer apenas destellos del brillo que se les presupone.
Ahora estamos en Copa América, 12 selecciones nacionales, 12 directores técnicos y decenas de futbolistas. Costa Rica es una de ellas, Jorge Luis Pinto es uno de ellos.
¿Habrá en el fútbol de América una nueva Grecia?
Hay que seguir con atención la labor de Costa Rica para ratificar, ojalá, que el trabajo de Pinto marcha por el sendero correcto.