Dos victorias consecutivas contra El Salvador (1-0), en el Estadio Cuscatlán, y ante Guyana (7-0), en el Estadio Nacional, le dieron a Costa Rica la clasificación a la hexagonal que definirá tres campos y medio para el Mundial de Brasil 14.
La Selección Nacional cumplió con el pronóstico y se instaló en el segundo lugar de la cuadrangular, por debajo de México y encima de cuscatlecos y guyaneses. En los otros dos grupos se clasificaron Estados Unidos, Honduras, Panamá y Jamaica.
La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) celebrará un sorteo en el mes de enero próximo para montar el calendario de esta hexagonal que arrancará en la primera semana de febrero.
A pesar de que se logró la sufrida clasificación, el trabajo del técnico Jorge Luis Pinto provocó una corriente fuerte de reacciones negativas que pidieron su cabeza y que polarizó el país futbolero en dos sectores muy bien definidos: mitad en favor de Pinto y mitad en contra.
Sin embargo, el lograr la clasificación y la mejora que mostró el seleccionado en sus tres partidos de la segunda vuelta, donde cayó por la mínima en México, jugando mejor que los anfitriones —según lo reconoció la misma prensa deportiva mexicana—, y luego este par de triunfos determinantes, hizo que a pocas horas de golear a Guyana, el presidente de la Federación Costarricense de Fútbol, Eduardo Li, le diera un voto de apoyo y de confianza al entrenador colombiano y lo ratificara como técnico de la Tricolor para la hexagonal.
Tres selecciones irán directamente a Brasil; el que ocupe el cuarto lugar jugará un repechaje con el ganador de Oceanía. De manera que ese cuarto lugar tendrá muchas ventanas abiertas para lograr la clasificación, dado que la calidad de fútbol de Oceanía es inferior, por ejemplo, al de Uruguay, equipo que enfrentó Costa Rica en la eliminatoria mundialista anterior.
PINTO SOBREVIVIÓ
En la edición del Semanario Universidad, previa al juego en El Salvador, se afirmó que “Jorge Luis Pinto puede dejar de ser técnico de Costa Rica por una ruta directa y fulminante, que sería la derrota de la Tricolor en El Salvador. Esto dejaría al país fuera del Mundial en Brasil: si se pierde, se van todos”.
“No obstante, se puede repetir la historia de aquella eliminatoria hacia Alemania, si la Selección Nacional no logra una presentación y un resultado convincente frente a los salvadoreños. Un empate, por ejemplo, puede darle a los costarricenses la clasificación, si México derrota a El Salvador en el cierre de la cuadrangular. Pero es muy probable que a Pinto le corten la cabeza, aunque logre el pasaporte a la siguiente fase de la eliminatoria”.
Más adelante se mencionó que “Jorge Luis Pinto puede planificar un partido ‘a su manera’ y nos podemos ir todos para la casa si se pierde, pero se puede ganar sin convencer o empatar y luego sobrevivir ayudados por México, en cuyo caso se puede despedir de Brasil 14 solo el señor entrenador […] (Pinto) tiene la papa en su mano. El sueño dorado que arrastra de dirigir en una Copa del Mundo hoy está en sus manos. Es el arquitecto de su propio destino. Un partido bien jugado en el Cuscatlán con victoria incluida lo puede instalar en un par de años en Río de Janeiro, de lo contrario….”.
Para beneplácito del sector que apoya al Pinto, en el Estadio Cuscatlán, Costa Rica jugó un excelente partido en lo táctico, “un partido perfecto”, como dijo el entrenador suramericano. Gracias a ese triunfo mínimo, dramático e imprescindible para seguir con vida, se puede confiar en que Jorge Luis Pinto y Costa Rica se instalarán en el mundial brasileño.
ANÁLISIS PARA MEJORAR
El amplio sector de la prensa deportiva costarricense y miles de aficionados al fútbol están empeñados en que se lleve a cabo una evaluación sobre la labor del técnico con la Selección, lógicamente con el propósito de destronarlo.
No están satisfechos con la clasificación, con la forma como se logró ni como jugó Costa Rica sus partidos de la cuadrangular, y remiten mucho los éxitos del seleccionado, no a las virtudes presentadas por el cuerpo técnico y el equipo, sino a las debilidades manifiestas de los rivales. Es decir, se ganó y se clasificó porque El Salvador y Guyana son muy malos; por lo tanto, Costa Rica va al despeñadero, dado que los cinco rivales de la hexagonal son infinitamente superiores a los de la cuadrangular.
No obstante, estos criterios son cuestionables. La Selección Nacional mejoró muchísimo después de sus dos pobres presentaciones ante El Salvador y México. En los tres partidos de la segunda vuelta, jugó de forma impecable y solo permitió un gol en contra, en el Azteca. Esto demuestra que el trabajo de Pinto en zona de retaguardia se consolidó y que la Tricolor cuenta con un grupo de defensores que mostraron solidez y liderazgo: Gamboa, González, Miller, Oviedo, Badilla y Acosta.
Romper y deshacer este trabajo que montó Pinto en su línea defensiva, cortándole la cabeza para empezar de cero con otro entrenador, huele a suicidio.
En la cintura, en la zona de marca, se afianzaron los novatos Cubero y Tejeda y hay un buen relevo en Barrantes y Celso Borges. En la zona de gestación, finalmente encontró protagonismo Cristian Bolaños. Es lamentable que no se ha podido contar al cien por ciento con Bryan Ruiz, mas ya sabemos lo que puede aportar el capitán cuando está bien físicamente (primer tiempo en El Salvador). Como ariete indiscutible, Álvaro Saborío que se jugó una cuadrangular con calificación excelente.
Entonces, ya Jorge Luis Pinto tiene el grupo medular, se consolidó una formación casi que titular y están las variantes lógicas para cada departamento (Chiqui, Campbell, Lagos, Acosta y Leal), de manera que ese grupo de 22 a 25 jugadores no requiere de ninguna cirugía ni de un nuevo cirujano.
Hay que trabajar sobre este mismo grupo. Hacerle mejoras a este mismo grupo. Soltarlo un poco. Laborar muchas horas para que tenga mayor posesión del balón y ofrezca un tránsito más fluido del medio campo al ataque. Este trabajo se debe hacer con el mismo cuerpo técnico.
A pocas semanas del inicio de la hexagonal, cortarle la cabeza a Pinto sería una locura y una señal de extrema irresponsabilidad, que dejaría al seleccionado desnudo y al garete.
Urgen mejoras que se deben buscar dentro del mismo grupo. Hay trabajo serio y camino recorrido. Se logró la clasificación y se está jugando mejor. Desenchufemos, por favor, las cabezas calientes.