Andrés Núñez, del equipo de la Universidad de Costa Rica, marcó el 3-1 al minuto 50. (Foto: tomada de www.facebook.com/clubdefutbolucr
Lamentablemente —hay que reconocerlo y aceptarlo—, el calendario del campeonato no es favorable para el equipo de fútbol de la Universidad de Costa Rica (UCR), en sus actuales aspiraciones de conquistar el cuarto lugar del torneo en la primera división y avanzar a las rondas semifinales.
Los celestes apalearon el pasado domingo 27 a Limón 4-1 y dieron un salto relevante en la tabla de posiciones, superando a Carmelita y Puntarenas, dos de los equipos que −junto a la Academia y Pérez Zeledón− son los candidatos a destronar del cuarto lugar a su eterno propietario: el Cartaginés.
En la cima del certamen, están instalados tres de los llamados grandes: Saprissa primero, con 37 unidades; Herediano segundo, con 33 y un juego menos que los morados, y el Alajuelense tercero, con 32, y también con un juego menos que los capitalinos. Precisamente, este miércoles 31 de octubre se enfrentan florenses y manudos para ver cuál de los dos se le acerca más al Saprissa.
Estos tres equipos tienen el pasaporte asegurado a la segunda fase, a la que clasifican cuatro, de manera que ese cuarto puesto es muy apetecido, ya que tiene varias novias y la UCR es uno de esos candidatos, gracias a que, después de empatar con Carmelita, goleó a Limón, alcanzó 21 puntos y está uno debajo de Pérez Zeledón y tres del Cartaginés; eso sí, los estudiantes con un juego más en su cuenta. Precisamente, guerreros y brumosos se enfrentaban también este miércoles en el Valle de El General, en un partido crucial para ver cómo se ponen las cosas relacionadas con ese cuarto puesto. A la UCR le conviene que este par de equipos empaten, para mantenerse cerca y al acecho. Un triunfo del cuadro de la Vieja Metrópoli los alejaría a seis puntos de la UCR, una diferencia considerable a estas alturas del torneo, cuando solo restan cinco fechas de la primera fase.
CALENDARIO COMPLICADO
Los discípulos de José Giácone tienen un tremendo problema y es el calendario. De los cinco partidos que faltan, tienen dos de visita frente a Herediano y Alajuelense, y otra visita al estadio Labrador de Coronado, una cancha dificilísima, donde incluso el Saprissa acaba de morder el polvo contra Uruguay.
Aunque en el fútbol no hay nada escrito y no siempre se impone la lógica, a fuerza de ser sinceros habría que presupuestar un par de derrotas en Heredia y Alajuela, y quizá sacar un empate en Coronado.
Se perderían entonces 8 puntos, que son demasiados en una fase tan determinante del torneo y con tantos equipos que tienen el mismo propósito. Es casi seguro que estos eventuales tropiezos de los celestes sean aprovechados sobre todo por el Cartaginés, para amarrar la clasificación.
En los otros dos partidos la Universidad será local ante Puntarenas y Santos, rivales accesibles ante los que se puede sumar.
La derrota de Pérez Zeledón con Limón; el empate de Cartaginés ante Herediano; el hecho de que Carmelita se olvidó de triunfar; y la caída de Puntarenas con Saprissa, le permiten momentáneamente a la UCR ser candidato al cuarto puesto. Lograrlo sería fenomenal, pero no se pueden obviar las verdaderas proyecciones del Alma Máter al entrar como benjamín al campeonato y que era consolidar al equipo y huir de los puestos de descenso. Las dos metas se han cumplido y con creces. La “U” es un equipo respetado en la máxima categoría y está en la tabla a 9 puntos de Belén, el ocupante del último lugar. Instalado a mitad de esa tabla, supera en puntos a clubes tradicionales como Carmelita, Puntarenas, Uruguay, Limón, Santos y Belén, lo que permite calificar la temporada como exitosa.
Ocupar el cuarto lugar y clasificarse a semifinales sería gula, pecado capital, pero bienvenido sea el tener el estómago repleto en estas circunstancias.
EQUIPO MOVIDO
En el largo arranque del campeonato, el técnico Giácone se apuntó a una fórmula conservadora, que le deparó ocho empates consecutivos, con una retaguardia inamovible.
Enseguida llegaron las derrotas, cuatro consecutivas y la formación empezó a moverse; pocos jugadores conservaron rol de titular. Quizá los hermanos Scott (Jameson y Jason); Owen Solís y los mediocampistas Fernando Paniagua y Mauricio Montero han sido intocables. Incluso el portero Carlos Méndez descansó una fecha y dio paso a Nighel Drummond.
El estratega celeste empezó a jugar con línea de cuatro en defensa y alternó a Andrés Núñez, Juan Gabriel Vargas, Roberto Segura y Mauricio Mora.
Víctor Gutiérrez, Leonardo Madrigal y Brandon Poltronieri han sido sus creativos; ha surgido como estelar en las últimas jornadas Jonathan Sibaja, que le marcó doblete a Limón. El centro del ataque ha tenido varios protagonistas: Lucas Gómez, Jorge Barbosa y Sergio Hernández.
La nómina y los movimientos ordenados por el cuerpo técnico le han dado al equipo un equilibrio interesante, porque la defensa de la UCR es de las mejores del campeonato, con 17 goles recibidos, los mismos que Saprissa y Herediano, y solo superados por Alajuelense y Cartaginés con 15; pero, en ataque sí muestra debilidad, porque solo ha anotado 18 goles, la suma más baja del campeonato e idéntica a la del colero Belén.
Se espera que con los cuatro “pepinos” endosados a Limón, los celestes marquen el arranque de un cierre de torneo más eficaz para mejorar su promedio de goleo. Incluso, esta podría ser la meta prioritaria del cuerpo técnico, si es que lamentablemente la aritmética no diera más bien para buscar la clasificación; de manera que si se escapa el cuarto lugar, lo mínimo sería permanecer en mitad de la tabla, pero con un porcentaje de goles anotados más favorable.