La segunda participación de Costa Rica en un Mundial de Fútbol Playa dejó una tarea que sigue pendiente: ganar al menos un partido en el torneo.
Pese a ello, esta generación del Mundial Espinho 2015, en Portugal, muestra algo de progreso en relación con Dubai 2009, cuando hace seis años fue víctima de Rusia (5-1), Argentina (6-0) e Italia (3-1).
Esto hizo que el equipo terminara en la penúltima posición de aquel torneo, con 2 goles a favor y 14 en contra, para un gol diferencia de -12 y 0 puntos. Solamente Bahréin sacó peores registros que los costarricenses (-15 gol diferencia y 0 puntos).
Ahora, en territorio portugués, el cuadro nacional mostró cierta mejoría, aunque en el juego de estreno sucumbió 1-6 ante Italia, más que todo debido a un segundo tiempo desastroso.
Este resultado obligaba a imponerse ante una poderosa Suiza, que venía de vencer 5-2 a Omán. Se le podía ganar a los helvéticos en cualquier momento, pero lo importante era hacerlo, para alcanzarles en 3 puntos de ganarles en tiempo regular, o reducir la brecha a uno o dos puntos, si se ganaba en tiempos extra o penales, respectivamente.
De esta manera, quedaba oportunidad para tratar de clasificar el lunes pasado, ganándole a Omán y esperando un triunfo de Italia ante Suiza o, bien, un triunfo helvético después de tiempo regular; ya que en caso de igualdad en puntos, el primer criterio de desempate es el enfrentamiento particular y no el gol diferencia general.
Sin embargo, el tanto de Phillipp Borer a falta de 1 minuto y 9 segundos para el final, tiró esta posibilidad por la borda, justo cuando Costa Rica había conseguido empatar un 0-3 en contra.
Para rematar, en el partido por el honor ante la también eliminada Omán, el equipo nacional se despidió con una nueva derrota en contra tras ser vapuleado 7-2 por el representativo del sultanato. De este modo, el equipo nacional cerró sin puntos, con 6 goles a favor y 17 en contra y un gol diferencia de -11.
Las fallas
No conseguir los objetivos trazados se debió a dos aspectos fundamentales: primero, casi todos los seleccionados militan en la liga nacional, la cual es semiprofesional, y casi ninguno tiene experiencias mundialistas, con la excepción de Greivin Pacheco, quien juega en Portugal, y Andrés Villegas, ambos miembros de la delegación que estuvo en Dubai 2009.
Villegas y el resto de convocados son jugadores que tuvieron que negociar con sus patronos para poder representar al país en la arena. Uno de ellos, Danny Johnson, tuvo que renunciar a su puesto de trabajo en una empresa auditora de alimentos de la canasta básica por ir al Premundial Costa del Sol, en El Salvador, entre marzo y abril de este año.
También, el seleccionador Franklin Zúñiga complementa su rol en el equipo de Futplaya con la de funcionario en la Municipalidad de Goicoechea. Por eso solo se pudo hacer una gira en Brasil semanas antes del mundial y un fogueo con la selección de ese país. En suelo nacional, hubo entrenamientos los martes y jueves de 7 a 9 p.m. en Hatillo, y los sábados de 8 a.m. a 12 mediodía en el Proyecto Gol.
El segundo factor para no lograr las metas fijadas tiene que ver con las falencias ofensivas y defensivas puntuales. La imprecisión ofensiva, más la puntería de los oponentes, descuidos en las marcas y el consecuente descontrol por esos errores hicieron que el cuadro nacional no pudiera ante ninguno de sus oponentes, los cuales sacaron mayor provecho a su momento.
Los progresos
Pese a los aspectos negativos, se pudo observar algunas mejorías relativas. Por ejemplo, los fogueos ante clubes y la selección brasileña le dieron al cuadro nacional un panorama de lo que se debía corregir y lo que había que conservar, aun cuando el grupo se volvió a conjuntar apenas tres semanas antes del estreno mundialista.
También obtuvieron un panorama del juego y de las condiciones físicas de los contrincantes que iban a encontrarse en el Mundial, por lo que, aunque los resultados finales no fueron los mejores, por lo menos se logró una mejoría en su rendimiento, lo que les ha permitido soportar las exigencias de buena manera, a pesar del pésimo segundo tiempo ante los italianos y el tercero ante los omaníes.
Igualmente, hubo un gran compromiso de los jugadores con la Selección, para enfrentar los obstáculos, como la mencionada renuncia de Danny Johnson y que casi todos llegaban a los entrenamientos en el Valle Central, no obstante militar en distantes equipos costeros como Limón, Puntarenas Junior o Punta Leona.
De acuerdo con el jugador Greivin Pacheco, el equipo ha ganado en paciencia desde el mismo premundial, si bien es cierto les falta corregir el parado táctico. “Antes nos desesperábamos por anotar un gol, en vez de entender que hay un momento para ir buscarlo, y eso nos frustraba. Ahora sabemos que el fútbol playa es un juego de tiempos: debes saber cuándo presionar, cuándo esperar, cuándo defender, cuándo atacar. De cara al Mundial nos falta ser más disciplinados en lo táctico”, externó en declaraciones brindadas a la FIFA.
El estratega Zúñiga acuerpó las palabras de su pupilo ante la Federación Costarricense de Fútbol. “Es doloroso perder de la forma en la que se dio, pero me quedo con la satisfacción de ver a un grupo de jugadores que lo dio todo en el terreno de juego, aunque al final no nos alcanzó”, expresó luego de la caída ante Suiza. Esto dejó al cuadro patrio por segunda vez fuera de la fase de grupos, pese a que algunos de los jugadores se soñaban en las semifinales o, por lo menos, en los cuartos de final.
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