Yeltsin Tejeda, el mejor volante de marca del fútbol costarricense, regresa a la formación titular del Saprissa en Alajuela. (Foto: http://saprissa.cr)
“No se repartan nada mientras Saprissa esté vivo”, es la frase inmortal de don Jorge Guillén, dirigente saprissista de la gloriosa época de don Ricardo Saprissa, estampada hoy con letras de oro en una de las paredes del coliseo morado.
Resulta que en la última edición del clásico del fútbol nacional correspondiente a la segunda vuelta del campeonato, Alajuelense derrotó al Saprissa 3-0 en el Estadio Nacional y a un grueso sector de la prensa deportiva le quedó la impresión de que en un nuevo enfrentamiento entre los dos clubes más populares del fútbol criollo, los morados no tenían nada que hacer.
Tanta generación de corriente negativa transmitieron los medios de comunicación, que definidos los duelos de las semifinales entre Herediano y Cartaginés, por un lado, y Saprissa con Alajuelense, por el otro, a los morados los enterraron de antemano y los manudos fueron señalados como amplios favoritos para ganar la serie.
El otro duelo, entre los campeones de Heredia y los azules de Cartago, sí fue enmarcado con un claro favoritismo del Team, un equipo envolvente y arrollador que le sacó 17 puntos de ventaja a los brumosos en la etapa de clasificación del campeonato.
El pasado domingo se llegó la hora de los juegos de ida de este par de semifinales; el Herediano cumplió con el vaticinio y derrotó al Cartaginés en el Fello Meza 2-0, lo que le deja abiertas todas las compuertas para ir de nuevo a la final, su quinta consecutiva de los últimos torneos cortos. La única forma de que el cuadro de la Vieja Metrópoli elimine al Team, es derrotándolo en el Rosabal Cordero por tres goles de diferencia, una misión de verdad imposible. Si los azules ganan de visita 2-0 quedan eliminados, porque los rojo-amarillo cuentan con la ventaja de haber ocupado el primer lugar de la general, mientras que Cartaginés fue cuarto.
Un gol de penal de Yosimar Arias, el mejor jugador del campeonato, y otro del goleador Víctor Núñez, le dieron al Herediano la victoria en un partido donde Cartago no presentó la mínima cuota de peligro.
Estos dos equipos llegaron a la final del campeonato pasado, luciendo muy parejos; incluso el Cartaginés derrotó al Herediano 3-1 en el juego de ida, pero perdió el de vuelta por la vía de los penales. Eran dos formaciones muy parejas y equilibradas. Hoy no es así y la diferencia de calidad entre uno y otro equipo es enorme en favor del Team.
Esta serie está liquidada y ahora Herediano espera rival: Saprissa o la Liga.
SAPRISSA RESPIRA
La opinión pública lo enterró; la prensa deportiva anticipó el funeral; un grueso sector del saprissismo se contagió de la onda expansiva negativa y abandonó al equipo, porque el estadio del Saprissa no se llenó para el clásico. Había temor en el entorno tibaseño. Todo pintaba a fiesta manuda y se les olvidó la sentencia de Guillén.
Días antes del juego, el joven director técnico del Saprissa reconoció públicamente que no eran los favoritos, pero que quería ganar en el Saprissa. Agregó una frase muy simpática. “Quiero ir al juego de vuelta en Alajuela con ventaja; aunque sea con medio gol”.
Bueno, Saprissa viaja al Morera Soto al juego de vuelta el lunes 9 de diciembre, con un gol de ventaja, que es mejor que medio y mucho mejor que nada. Y agregó González: “antes de jugar este partido que ganamos 1-0, todos los resultados eran desfavorables a mi equipo. No éramos favoritos, no teníamos la ventaja deportiva y veníamos de ser goleados por la Liga. Ahora vamos a Alajuela con dos resultados que nos favorecen. Si ganamos y si empatamos somos finalistas. Esto es un enorme cambio en el entorno de la semifinal”, agregó el estratega.
Saprissa no fue enterrado, no murió como sentenciaron los vaticinios; brinca, vive, respira y se va a ir a parar al Morera Soto a defender ese 1-0 con todo el peso de su casta e historia. Si Donny Grant logra mantener su portería invicta serán finalistas y van a contar con uno de sus mejores escuderos para lograr la meta: regresa Yeltsin Tejeda a la formación estelar.
Esta semifinal no se dilucidó en Tibás como se suponía; un pase mágico de Juan Bustos Golobio puso a Deiver Vega cara a cara con Patrick Pemberton y el morado lo cruzó con el único gol del partido. Ahora la situación cambió y el Saprissa se metió en la pelea parando en seco a quienes se estaban repartiendo sus cenizas sin haberlo cremado. ¡Oh, don Jorge Guillén! ¡Qué frase más sabia!
ALAJUELENSE FAVORITO
Ahora, pongámonos de acuerdo. El autor de estas líneas fue claro durante la semana previa al clásico −jugado en Tibás−, que el Saprissa podía perfectamente ganar el partido. Nunca estuvo de acuerdo en que lo liquidaran de antemano y así se manifestó en diferentes espacios de opinión. El triunfo morado le dio la razón.
Ahora para el juego de vuelta, la cosa es distinta y nos da la impresión de que ese 1-0 en favor del Saprissa es un resultado que no le alcanzará para salir vivo del Morera Soto.
Si la Liga triunfa por un gol de diferencia, se clasifica por la ventaja deportiva, al quedar de segundo en la clasificación general y ser Saprissa tercero.
Los manudos, que jugarán a estadio a reventar con una afición leal y efervescente apoyándolos, tendrán 90 minutos para meter un gol que les sería suficiente, siempre que los morados no anoten.
En Tibás, Alajuelense fue muy cauto, aguantó el 0-0 y jugó al error del Saprissa; tuvo controlado el partido hasta que le expulsaron a Allen Guevara. Esto le dio un vuelco táctico al clásico, que Ronald González aprovechó muy bien.
En la “catedral eriza”, Saprissa va a tener que aguantar un vendaval rojinegro desde el minuto inicial y le será complicado sostenerlo, por las variantes ofensivas ilimitadas que tiene a su disposición Óscar Ramírez.
Si en su momento manifestamos que el clásico estaba abierto para los dos en el juego de ida, ahora la vuelta la vemos de cara rojinegra, de ahí que nos apuntamos a una final por el título entre Herediano y Alajuelense.
