Raquel Rodríguez cargó de goles a Honduras y busca ahora su segundo Mundial.
Nueva Zelanda. Noviembre 2008. Campeonato Mundial de Fútbol Femenino. Costa Rica enfrenta a Corea del Norte. Van ganando las coreanas 1-0. Saque de puerta a favor de Corea.
La portera saca en corto a una de sus defensoras; ella se apresta a recibir el balón e iniciar una ofensiva. Pero de pronto, como un relámpago, Raquel Rodríguez, la número 11 de la Selección Nacional la presiona, va sobre ella, la despoja de la pelota, avanza y vence con remate cruzado el marco asiático.
¡Gol de Costa Rica! Gol de campeonato mundial. Gol de Raquel.
La semana pasada, esta joven de 15 años, le metió siete goles a Honduras en dos partidos en la ronda previa del Pre-Mundial por celebrarse el próximo año en Alemania.
“No cambio para nada, mi gol mundialista por estos siete que le hice a Honduras”, dijo Raquel a UNIVERSIDAD.
Costa Rica sacó a Honduras de la eliminatoria y ahora debe enfrentar a El Salvador, que hizo lo propio con Nicaragua. El seleccionado que sobreviva debe competir en otra eliminatoria en Guatemala, con los vencedores de las otras zonas de Concacaf, por los boletos al Mundial germano.
Con solo cuatro años de edad, Raquel empezó a darle a la pelota en la escuela de fútbol que dirigía su papá, Sivianny, exfutbolista de varios clubes de la primera división y seleccionado nacional en la década de los 70-80, en la Escuela Internacional Christmas, donde él funge como profesor de educación física.
“Jugaba revuelta con los chiquillos; solo dos o tres niñas lo hacíamos. El fútbol femenino en Costa Rica no se había desarrollado y recuerdo que a mi mamá, Grettel, no le gustaba que lo practicara. Se veía mal en una güila, pero mi papá me apoyó y hoy mamá es mi más ferviente admiradora”, recordó la goleadora de la Selección Nacional que hoy entrena el uruguayo Carlos Avedissian, en ruta a una segunda cita del fútbol universal.
“Estuve en esa escuela hasta los 10 años y luego pasé al Saprissa Sub 15, donde jugué tres temporadas. Luego me cambié a jugar con San José, en los Juegos Nacionales.
En mi primer año con el Saprissa, me incorporaron al proceso que Ricardo Rodríguez iniciaba al frente de la Selección Nacional, que ha resultado tan exitoso y que siguió Juan Diego Quesada, con los títulos de UNCAF y el Mundial y que hoy dirige Avedissian.
“Empecé como volante de marca; después me probaron como una “diez”, y fue Juan Diego quien descubrió la vocación de goleadora y me formó como delantera, hasta la fecha”, detalló Rodríguez.
ENORME TENTACIÓN
La potencia y efectividad de esta atacante, no ha pasado inadvertida para los “caza- talentos” y “scouts” de las universidades estadounidenses.
“Por mi edad, es ilegal que me hagan ofertas profesionales. Sin embargo, cuando fui a jugar con la Sub 17 por segunda ocasión a los Estados Unidos, recibí ofertas concretas de varias universidades para que una vez terminado el bachillerato, me vaya becada para jugar en ese país, antes de dar un eventual salto al profesionalismo”.
“Tengo muy claro y eso ha sido una orientación tajante de mi familia, que primero los estudios y después el fútbol. Me gustaría estudiar Fisiología del Deporte, aunque no le cierro las puertas al profesionalismo. Me agradaría seguir los pasos de Shirley Cruz (en Francia) y Gabriela Trujillo (en España) y jugar profesionalmente”, agrega esta chica de 1.65 de estatura, con una fuerza física impresionante.
Consciente del auge que ha tomado la práctica del fútbol femenino en el mundo, considera que Costa Rica apenas se asoma a un “boom” en las competencias.
“En las escuelas de Estados Unidos, miles de niñas juegan al fútbol y la FIFA organiza mundiales femeninos. Todo esto le otorga el lugar y el derecho que merecemos las mujeres que nos gusta practicar este deporte. Ganar la UNCAF y asistir al Mundial abrió una amplia ventana al fútbol femenino costarricense, el cual camina por la ruta correcta”, amplió.
SÍ CLASIFICAMOS
Como futbolista que empieza a acostumbrarse a los grandes escenarios donde se disputan coronas mundiales, olímpicas, panamericanas, la joven artillera está segura de que en varones, Costa Rica se clasificará al Mundial en Sudáfrica.
“Todavía vamos de primeros en la hexagonal; lo que sucedió en Honduras, considero se debió a la presión del entorno. La afición, volcada a favor del seleccionado local motivó mucho a sus jugadores. Uno en la cancha como jugadora lo siente, aparte de que a lo interno de la Selección Nacional no se manejaba un buen ambiente, por las goleadas que recibieron Liberia y Herediano, que indispusieron a la afición y a la prensa”.
“Deberíamos aprender de esta lección para construirle a la Sele un mejor ambiente de cara al decisivo partido contra México”, manifestó Raquel.
No se imaginaba esta adolescente, lo que le esperaba cuando se acercó de 10 años a las puertas de lo que se llamó “Esperanza morada”. Solo cuatro años después, la FIFA le otorgaba en Suiza, el título de mejor jugadora del torneo interselecciones que se jugó en ese país para inaugurar “La Casa de la FIFA”, sin duda su máximo galardón futbolístico a título personal.
Eliminatorias olímpicas y mundiales en Ciudad Juárez, Puebla y Trinidad y Tobago, sirvieron como eslabones para que a Raquel se la disputen, como enorme talento que es, en las mejores universidades estadounidenses.
“Voy poco a poco, paso a paso. Ahora le ganamos 4-1 a El Salvador y esperamos obtener la clasificación para ir a Guatemala. De esta forma obtendremos un cupo al Mundial en Alemania”, concluyó la joven.
A punta de goles
Nombre: Raquel Rodríguez Cedeño
Nació en San José el 28 de octubre de 1993
Padres: Sivianny y Grettel. Un hermano: Sivianny (18 años).
Cursa décimo en el Internacional Christian School
Seguidora: del Barcelona y Milán.
Aficionada: al Saprissa
Admira a: Kaká, por su lado espiritual.
Estudiará: Fisiología del Deporte.
Juega con: el número 11.
Pide más cobertura del fútbol femenino a la prensa deportiva.
2-Set-09
