Aunque en realidad son dos juegos, es decir, seis puntos de entre los 39 que le quedan por disputar, las pruebas que se le avecinan a corto plazo al equipo élite de fútbol de la Universidad de Costa Rica (UCR) no son dos juegos cualesquiera, sino dos pruebas trascendentales en el Estadio Nacional de La Sabana.
¿Las razones? Además del renombre de los oponentes, pues parten como favoritos en los pronósticos populares, son dos oportunidades para la UCR de alejarse de las últimas posiciones en las que está anclada –actualmente con solo 6 puntos sobre 27 disputados hasta ahora– y dar así dos tremendos batacazos en el Torneo de Invierno nacional.
El primer rival es la Liga Deportiva Alajuelense. A este club lo enfrentarán la mañana del domingo 20 de setiembre. El cuadro erizo está en el primer lugar con 20 puntos y es el único invicto, aunque ni su afición ni su entrenador, Hernán Torres, están completamente a gusto con su accionar.
El otro oponente es el Deportivo Saprissa, al que verá tres días después y que viene de cambiar a su entrenador Jeaustin Campos y a su asistente José Giacone.
Luego de perder tanto el clásico nacional en casa contra los alajuelenses como en Trinidad y Tobago contra el Williams Connection (mejor conocido por W Connection) e hipotecar su clasificación a la siguiente fase de la Liga de Campeones de la Concacaf, el equipo morado se le confió a Douglas Sequeira y a su asistente Víctor Cordero. Con el fin de incluirse en las semifinales, para tratar de ganar el título desde esa instancia −independientemente de lo conseguido ante Limón (3-0) el domingo pasado− el equipo está en proceso de acoplarse a las nuevas ideas de la era Sequeira.
SIN MIEDO
En la casa estudiantil, el estratega portugués Guilherme Farinha no se amedrenta por el cartel de los competidores y siente que es especial tener este tipo de partidos. “Nuestro interior siempre nos da un sabor diferente, eso es lo que sentimos”, externó en declaraciones brindadas al departamento de prensa del equipo universitario.
Posteriormente, reiteró este pensamiento en conferencia de prensa: “las personas con que trabajo: mis jugadores, mis asistentes, los fisioterapeutas, el médico, los utileros, técnicos y la junta directiva, no le tenemos miedo a nada. Respeto sí, pero no miedo. Sabíamos cuando asumimos la responsabilidad de la UCR, que teníamos partidos muy complicados, pero después viene la otra parte: no siempre vamos a jugar contra Heredia, Saprissa o la Liga; aún así le ganamos a Heredia, le quitamos su invicto, le ganamos a Pérez Zeledón y por goleada en un partido complicado; perdimos en Cartago… Vas a mirar una UCR igual, que va a querer ganar el partido, no tengas dudas”.
Farinha agregó que por lo general se debe jugar al contragolpe ante esta clase de equipos, con el fin de llegar y generar peligro en el área, a través de los espacios que consigan abrir y que consigan atrincherar a sus oponentes en su propia área, aspectos que aún deben pulirse.
“Naturalmente, la UCR debe trabajar en entrenar situaciones cuando el equipo rival se coloca cerca de la portería; eso es lo que tengo, y solo se puede mejorar con partidos. Con agresividad podemos enfrentar a cualquier rival, sea el que sea. Nos estamos enfrentando a una situación nueva, que es salir a contraatacar y procurar hacer gol. Ahora, nuestro rival, la Liga, es un rival que tiene conceptos tácticos y sabe defender”.
De acuerdo con el técnico, de cara al proceso preparativo ante el cuadro morado, detalló que realizarán trabajos diferenciados en el plantel, según hayan jugado o no contra los rojinegros y si están dentro de los 18 convocados (11 titulares y 7 suplentes) al partido ante los saprissistas.
Sobre los progresos en la cancha, el estratega agregó que se observa un equipo que, además de defenderse bien, presiona arriba y nunca se cruza de brazos, a pesar de que el buen resultado contra Herediano y Pérez Zeledón no se repitió contra Cartago.
Las dos pruebas de fuego contra manudos y morados no son definitivas, puesto que al cabo de estos enfrentamientos aún quedarán 36 puntos por disputar en este Torneo de Invierno, más otros 66 del Torneo de Verano 2016, para definir al descendido, el cual será el equipo que saque la menor cantidad de unidades en las 44 fechas básicas, esto es, sin contar ni semifinales ni finales.
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