A ninguno le sacaron la tarjeta roja en el Estadio Ecológico.
Cuatro de los más renombrados árbitros de fútbol pertenecientes a la Confederación, Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol (CONCACAF), pasaron las exigentes pruebas físicas de velocidad y resistencia. Ahora preparan maletas junto a ocho asistentes (guardalíneas), para pitar en los Mundiales, Sub-20 este mes en Egipto y Sub-17, a finales de octubre en Nigeria.
Haciendo equipo con ellos, el asistente mundialista costarricense, Leonel Leal, también pasó las pruebas, realizadas el 26 de agosto pasado en las instalaciones deportivas de la Universidad de Costa Rica, los laboratorios y la pista de tartán del Estadio Ecológico.
El reconocido árbitro mexicano, Marco Antonio Rodríguez, quien acaba de pitar el partido de la hexagonal eliminatoria entre Honduras y Costa Rica, fue uno de los que aprobaron las pruebas y manifestó a UNIVERSIDAD, que salía maravillado del entorno del Estadio Ecológico.
“He hecho estas pruebas en varios países y en ninguna parte me he sentido tan bien como en este lugar; el clima es fabuloso, me siento oxigenado, fresco; ha hecho un día maravilloso; de verdad que me gustaría seguir haciendo estas pruebas solo en Costa Rica, y así lo voy a manifestar a las autoridades deportivas”, expresó Rodríguez, criticado por un sector de la prensa deportiva hondureña, cuando anuló la acción que terminó en la red, luego de que se lesionara el portero Keylor Navas en un choque con Pavón.
Junto a Rodríguez, aprobaron los exámenes: los árbitros centrales, Carlos Batres de Guatemala, Joel Aguilar de El Salvador y Jair Antonio Marrufo de Estados Unidos; y los asistentes, además del tico Leal, José Luis Camargo y Alberto Morín, mexicanos; Willian Torres y Juan Francisco Zumba, salvadoreños; el jamaiquino, Ricardo Antonio Morgan, el hondureño, Carlos Pastrana y Charles Morgante de Estados Unidos.
Ellos trabajan en equipo, de manera que al Mundial en Egipto viajan las tripletas de México y El Salvador. En Nigeria se forma un equipo de trabajo centroamericano, con Batres de central, Leal y Pastrana, mientras que el otro lo forman Marrufo como central, su compatriota Morgante y el jamaiquino Morgan en las líneas.
TARJETA ROJA
Cuando fue demolido el viejo Estadio Nacional, los árbitros costarricenses de fútbol se quedaron sin lugar donde entrenar.
El profesor universitario Pedro Navarro, administrador de empresas, jefe de la Sección de Transportes de la UCR y del panel de la Comisión de Arbitraje de la Federación Costarricense de Fútbol, medió con las autoridades de la Universidad para que se les facilitara las instalaciones del Estadio Ecológico.
Esta mediación fue aprobada, de manera que desde hace un par de meses, los árbitros de nuestro fútbol de las diferentes categorías se entrenan en los terrenos y pista del Ecológico.
Navarro, quien vio truncada su carrera de futbolista por una lesión cuando jugaba en los clubes de Turrialba y Paraíso, portaba el gusanillo del arbitraje y hoy, con 30 años de edad, comparte sus funciones académicas y administrativas, como árbitro central de nuestra segunda división.
El silbatero explicó al Semanario las características de las pruebas.
“Primero se les practica un examen médico básico, que consiste en toma de la presión arterial: pulsaciones y consumo de oxígeno. Al término de las pruebas, se repiten estos tres exámenes para comprobar las variaciones en los cuerpos de los doce árbitros.
La primera prueba es de velocidad, de reacción.
Cada árbitro debe hacer seis piques de 40 metros cada uno, en un tiempo menor a los seis segundos y entre cada pique, cuenta con un minuto y medio de recuperación.
Si falla o no cumple con el tiempo en uno de los piques, tiene derecho a una segunda oportunidad, pero, si vuelve a fallar con el tiempo, queda fuera y se le termina el Mundial; así de rigurosa es la prueba”, dijo Navarro.
“Se dan cinco minutos de descanso y se pasa a la prueba número dos, que es de resistencia (“farlets”) y se practica así: la pista de atletismo tiene 400 metros; entonces se divide en dos tractos de 200 metros.
Cada árbitro debe correr 150 metros en menos de 30 segundos y caminar 50 metros en menos de 35 segundos; este ejercicio debe repetirlo diez veces. Hay un silbato que le indica distancias y tiempo. Igual que en la de velocidad, el juez puede permitirse no hacer el tiempo una vez y tiene derecho a una segunda opción, pero si falla, le sacan tarjeta roja y queda excluido del Mundial”, detalló.
VISORES DE PRESTIGIO
“Gracias a las muchas horas de entrenamiento, los doce jueces superamos las pruebas”, expresó luego de los exámenes, el costarricense Leonel Leal al Semanario.
Este joven silbatero representó al arbitraje costarricense en el Mundial de Alemania 2006, como asistente y se le cayó sorpresivamente otra nueva competencia de características universales, la Copa Confederaciones terminada hace pocas semanas en Sudáfrica. Leal fue seleccionado, pero el juez central, precisamente Batres, sufrió una lesión y fue sacado del panel de silbateros.
“Fue un mal rato; son gajes del oficio; estuve en Alemania y ahora vamos para Nigeria, pero nada de esto es posible si me hubiera ‘quedado’ en el Ecológico”.
Se debe apuntar que estos exámenes de velocidad y resistencia fueron supervisados por dos autoridades de alto nivel de FIFA, Alejo Pérez de Argentina, quien es el segundo de a bordo de FIFA, después de un belga y el hondureño Edwin Silva, una de las máximas autoridades de CONCACAF.
Son pruebas muy exigentes donde por fracciones de segundo, si no se tuvo una fuerte preparación, no solo se pierde la oportunidad de trabajar en el Mundial, sino que el árbitro reprobado debe cancelar de su propio bolsillo el costo del pasaje aéreo. Esto se hace para evitar que se presenten a las pruebas, árbitros que vengan arrastrando alguna lesión”, explicó Leal, quien cumplirá 33 años en noviembre próximo.
Agregó que el dirigente Pérez quedó impactado con el Estadio Ecológico y dijo que la pista de tartán era una de las mejores de toda el área, en contraposición a otras que en varios países, se encuentran sucias, rotas y abandonadas.
“Creo que después de esta experiencia, el Ecológico será sede con mayor continuidad de este tipo de eventos, obligatorios por FIFA para supervisar el estado físico de sus silbateros”, concluyó Leal.
9-set-09
