Los amantes de la arquería tienen los días contados dentro de la Universidad de Costa Rica (UCR), luego de que la Universidad decidiera no renovar el convenio con la Asociación de Tiro con Arco.
El acuerdo que facilitaba la práctica de tiro con arco expiró el 15 de febrero. Este convenio había iniciado en el 2012 y consistía en que la UCR facilitaba el campo para entrenamiento a cambio de que la Asociación costeara a los instructores y los equipos.
La decisión de la UCR deja a los tiradores con incertidumbre sobre su futuro, ya que carecen de un lugar en donde entrenar y compromete la participación de algunos de ellos en torneos internacionales, como los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, Veracruz 2014, donde son clasificatorios.
La arquera Gloriana Bermúdez, una de las atletas más exitosas a nivel nacional e internacional, indica que se estaría afectando el desempeño de los arqueros nacionales que participarán en Guatemala y que buscan clasificar al país para las justas mexicanas.
“La remoción del campo afecta a todos los tiradores, ya que viene un torneo muy importante que es clasificatorio para los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz. Hay tres plazas en disputa para cada categoría y quedarnos sin campo de tiro implica perder estas plazas porque no tenemos lugar donde entrenar por 15 ó 22 días, y el resto de fogueos se está perdiendo”, explicó esta estudiante de Química, de 18 años de edad y con 6 años de pertenencia en el equipo.
Bermúdez agregó que el mayor problema del cierre de campo universitario radica en que varios de los tiradores se verían forzados a optar entre continuar con sus estudios o con el deporte, pues necesitaría desplazarse a polígonos alejados de la Universidad.
No obstante, estos polígonos tampoco reúnen las condiciones necesarias para la práctica profesional de tiro con arco, pues poseen distancias menores a las requeridas (entre 30 y 100 metros de distancia de la línea de tiro) y, además, son utilizados para tiro de arma de fuego.
Una de las instructoras en arquería, Estefani Sequeira, estudiante de Dirección de Empresas, calificó de ilógico el cierre del Programa, ya que asegura que ellos mismos generan ingresos para pagar al instructor y que la Universidad sólo pone el campo para tirar.
Sequeira lamentó la falta de interés por parte de la Unidad de Programas Deportivos, Recreativos y Artísticos en ayudar a resolver el problema.
“Yo fui a una reunión con Gerardo Corrales y el presidente de la FEUCR (Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica), Alejandro Madrigal. El señor Corrales básicamente se limpió las manos y dijo: ‘no, yo tengo una carta firmada de la OEPI (Oficina Ejecutora de Programas de Inversiones) que los movimientos de tierra comienzan en abril’.
La instructora señaló que Corrales no les mostró la carta mencionada y aseguró que tratan de contactar a la OEPI ya que muchos estudiantes han dicho que la OEPI dice algo diferente.
Sobre la FEUCR, Sequeira reconoció el interés por ayudar a encontrar una solución; sin embargo, la falta de tiempo disponible les han impedido involucrarse de lleno.
CUPOS LIMITADOS
Otro de los grandes problemas con los que la Asociación tuvo que lidiar a lo largo de su existencia fue, entre otras restricciones, la cantidad limitada de cupos y la prohibición del ingreso a menores de edad en el Programa, pese a que cualquier edad es idónea para realizar el tiro con arco.
El precio de las matrículas oscilaban entre ¢5000 (estudiantes) y ¢10 500 (particulares), lo cual le generaba un ingreso cercano a los ¢200 000.
Otro de los arqueros, Javier Gómez, estudiante de Historia con un año de integrar el equipo, agregó que otro de los problemas fue la gran cantidad de trámites que les impusieron para apoyar el Programa.
“Nosotros siempre hemos tenido la disposición con la Universidad; sin embargo, cuando yo fui a hablar con don Gerardo Corrales sobre la posibilidad de hacer un equipo en la U, nos presentó una hoja con unos requisitos y prácticamente decía ‘tiene que haber tiro con arco en todo el mundo para ustedes tener’, nos pedía entre los requisitos que tenía que haber en la Universidad Nacional (UNA) y en el TEC (Instituto Tecnológico Nacional) […] Tenía que haber representación universitaria, una hoja de puros requisitos y, diay, eso nos frenó por completo porque en ese tiempo no teníamos planes de hacer nada en la UNA”, se quejó Gómez.
A pesar de estos contratiempos, el pasado jueves surgió una luz de esperanza entre los tiradores, ya que durante la práctica trascendió que —de manera extra oficial—, la directora de la Oficina de Bienestar y Salud (OBS), Alejandra Rivero, había dado provisionalmente un período de gracia inicial de dos semanas, que se extendió a mediados de marzo, para que los miembros de la Asociación que son estudiantes universitarios puedan continuar sus entrenamientos en el campo de tiro.
Rivero aseguró a UNIVERSIDAD que, en caso de presentarse cualquier inconveniente, los tiradores sólo necesitan contactarla para confirmar y hacer valer el período de gracia.
“No se ocupa ningún documento oficial por escrito, nosotros (la OBS) administramos las Instalaciones Deportivas, tenemos contacto con la jefatura de la Oficina de Seguridad y Tránsito, y ellos (los tiradores) vienen a entrenar mañana, en los horarios que se les brindaba como de costumbre”, aseguró la directora de la OBS.
No obstante, aun con el convenio, otro de los arqueros, David Salazar, considera que la nueva política redujo considerablemente la cantidad de tiradores pues, al expirar el convenio, esta bajó a una quinta parte.
“Ahora quedaron 20 integrantes. Los estudiantes son 20 y con funcionarios, particulares y egresados éramos como 100. Por ahora, no se pueden abrir cursos ni a funcionarios ni a egresados ni a particulares”, aseguró.
¿NUEVAS INSTALACIONES?
Las obras que planea hacer la OEPI incluyen un hospital universitario y la nueva Facultad de Odontología. Al respecto, el arquitecto de la OEPI, Omar Chavarría, negó categóricamente que las obras vayan a afectar el campo de tiro.
“Efectivamente se están diseñando obras como la nueva Facultad de Odontología, el nuevo hospital y obras de desarrollo en Finca 4 (contiguo a las Instalaciones Deportivas), pero no se está tocando para nada el campo de tiro. Nosotros no estamos ligados para nada con los Programas Deportivos, Recreativos y Artísticos”, explicó Chavarría.
Pero Corrales aseguró que contaba con información oficial de la OBS y la OEPI que indicaba que las construcciones tocarían el campo de tiro con arco.
“La administradora de las instalaciones deportivas, la doctora Alejandra Rivero, en vista de que se van a hacer una serie de construcciones en las instalaciones deportivas, ante la consulta que se hizo ante la Oficina Jurídica, recomendaron que no se autorizara una prórroga del convenio de cooperación con la Asociación de Tiro con Arco, que nada tiene que ver con la Universidad […] Entonces, en vista de que la asesoría legal de la Oficina Jurídica recomendó no continuar porque se iban a construir instalaciones en donde está actualmente la cancha […] el Programa no lo podemos continuar”, explicó Corrales.
Confrontado al respecto, Corrales negó las versiones de los arqueros y alegó que la información de las obras era oficial y que todavía no le han notificado los cambios de planes de la OEPI ni del acuerdo de Rivero, pero que en el momento en que se lo indiquen lo retomará como un programa ya de la Universidad de Costa Rica y no como parte del convenio de la Asociación.
