Y a Federer lo daban por muerto…..

Roger Federer tuvo un punto de quiebra en su carrera después de ganar Wimbledon, corona que lo catapultó de nuevo a los primeros planos

Roger Federer tuvo un punto de quiebra en su carrera después de ganar Wimbledon, corona que lo catapultó de nuevo a los primeros planos del tenis profesional.

El año pasado ganó entre premios y patrocinios $53 millones; en ingresos solo lo supera como deportista el rey de la National Basketball Association (NBA), LeBron James.

Quizá por esto, Roger Federer, el Reloj Suizo, no tuvo ningún problema en cancelar un sitio privado de reposo en la isla de Cerdeña, donde viajó la semana anterior con su esposa Mirka y las gemelas Charlene Riva y Myla Rose a descansar y recrearse, antes de preparar un objetivo deportivo que le falta y lo obsesiona: la medalla de oro de unas Olimpiadas.

Esta semana empezaron las prácticas y el tenista —que cumplirá 31 años el próximo 8 de agosto— rompió el récord del legendario Pete Sampras, quien estuvo 286 semanas en la cima del escalafón.

 

No hace mucho que Roger tuvo esta marca a su alcance. Necesitaba ganar uno de los cuatro grandes, pero su tradicional rival, Rafael Nadal, se lo impidió. Este traspié —combinado con el vertiginoso ascenso a la cúspide del tenis mundial del serbio Novak Djokovic, que en la temporada anterior se alzó con tres de los cuatro Grand Slams— pareció meter a “su Majestad” en la inexorable ruta del descenso, muy propia de los tenistas profesionales treintañeros que empiezan a decaer por la alta competencia de un deporte en extremo individualista.

Aunque Federer se mantuvo entre los tres primeros lugares en todos los torneos donde participó, la sentencia de su eventual descenso estaba dictada: dos años y medio sin ganar uno de los grandes —Australia, Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos— pesaba demasiado. Incluso más que sus 17 Grandes, 20 Masters 1000; un total de 76 títulos y una marca impresionante en su carrera profesional de 853 victorias y solo 192 derrotas.

Justa o injustamente, los críticos empezaron a cuestionar y a dudar del juego siempre sereno, concentrado y efectivo de la raqueta suiza. Algunos se atrevieron a darlo por muerto… ¡Hasta que llegó Wimbledon!

LA CASA DE ROGER

En Wimbledon, Federer se siente como en casa propia. Ha ganado este torneo en ocho ocasiones; en la última ocasión, despachó al ídolo local, el escocés Andy Murray, en cuatro fulminantes sets, 4-6, 7-5, 6-3 y 6-4.

Sin ser agüizote, el clan del tenista alquila una residencia cercana al All England Club, la misma de siempre. Esta ya está reservada para los Juegos Olímpicos, cuya final será precisamente en la cancha central de este club, donde Federer se ha llenado de gloria.

El suizo no quiere saber nada de la villa olímpica y se manifestó un poco decepcionado, cuando se enteró que el comité organizador de las Olimpiadas cambió a todo el personal que trabaja en la organización del Grand Slam en la bien llamada Catedral del tenis profesional.

“Me hubiera agradado ver las mismas caras que preparan Wimbledon; siempre me encuentro con gente conocida aquí y ahora no van a estar. Me decepciona un poco pero tengo confianza de que el Comité Olímpico Internacional hará las cosas bien”, dijo el Expreso, otro de sus apodos.

El suizo ya participó en tres Olimpiadas y conoció a su esposa, Myrka, que jugaba al tenis en los Juegos del 2000 en Sídney.

Hace cuatro años en Beijing, Federer ganó la medalla de oro en la modalidad de dobles e hizo pareja con Stanislas Wawrinka. No obstante, la presea dorada es el máximo objetivo y un regalo ideal para un deportista que lo tiene todo.

Además, ganar el oro en Londres tendría para Federer un sabor especial, pues lo haría en el mismo escenario donde se alzó con su primer título de Grand Slam en 2003, corona que repitió en el 2012 y lo elevó al puesto de número uno del mundo.

“Este es un sitio muy especial para mí”, manifestó sin titubeos un tenista que, al ganar en La Catedral, se convirtió en el de más edad en lograrlo desde que Arthur Ashe lo hiciera en 1975.

En las Olimpiadas, Federer puede perder su condición de número uno del planeta, en caso de que Djokovic gane la medalla de oro.

En este momento, Federer encabeza la tabla clasificatoria con 11 075 puntos y le sigue Djokovic con 11 000 unidades. El oro olímpico otorga 750 puntos de manera que el tenista suizo debe estar atento a los movimientos del serbio, en una competencia cuya llave la forman 64 jugadores. Rafael Nadal no tiene oportunidades, pues suma 9.805 unidades en la tercera posición.

CONGELÓ EL TIEMPO

El campeón más viejo de Wimbledon, el único tenista entre los diez primeros del mundo con hijos y el número uno del mundo con más edad desde 2003 afirma que “no le parece tan malo cumplir años, a pesar de que para los atletas activos parece algo terrible. Mi vida lleva un tiempo en equilibrio y mi vejez tenística poco o nada me importa”. Este jugador aún sueña como aquel chico volcánico, gritón y romperraquetas que fue en su juventud, etapa donde no siempre lo acompañaron los buenos resultados, incluyendo su paso desapercibido por la Copa del Café.

Hoy Federer está en la cima del éxito; es favorito para ganar las Olimpiadas y el cierre de su carrera lo pone de cara a nuevos desafíos.

¿Qué le falta romper al Expreso Federer? Alcanzar los 109 títulos de Jimmy Connors (suma 75); superar las 13 participaciones de André Agassi en el Torneo de Maestros (suma diez), e igualar los 46 partidos sin perder de Guillermo Vilas en 1977.

¿No es interesante que a punto de irse al precipicio, ganara Wimbledon, rompiera la sequía de coronas y se erigiera soberano, dedicándoles el título de La Catedral a sus pequeñas niñas ahí presentes?

Ellas, cuando sean grandes, mirarán el álbum familiar de fotografías y verán a su padre congelado, imperial con la Copa, sin que un solo pelo se le haya movido tras tres horas de batalla. Quizá puedan entender y comprender qué le hizo a su padre ser tan especial para el juego, más allá de la técnica y convertirse en un campeón capaz de derribar la lógica del tiempo.

[delipress_optin id="134623"]

Otros Artículos

El estudio de la relación simbiótica entre insectos, como las zompopas y los escarabajos, y microorganismos, con el apoyo de las nuevas técnicas genómicas,

Maravillosas montañas Con trillitos de carretaY con olor a tortilla.Cubiertas hoy de cemento, Basura y pavimento¡Perdieron su maravilla! Hemos tenido que lamentar en lo

José Merino afirmó que el Foro de Sao Paulo se planteó que no hay antídoto contra un golpe de Estado en América Latina. (Foto:

La oposición de comunidades como La Curia, en el distrito de Roxana de Pococí, y acuerdos del Concejo Municipal para no otorgar más permisos

Cambios hechos por la cablera Cabletica obligan al Canal 15 de la UCR a renegociar con la empresa cablera una nueva ubicación. (Foto:

Con el fin de difundir el trabajo de una nueva generación de compositores jóvenes o poco difundidos, se editó el disco “Compositores Nuevos… Visiones

Las paredes y el suelo se estremecen. No es un temblor ni un terremoto. Un silbido largo nos lo confirma: es el ferrocarril que

Un estudiante de secundaria era terriblemente malo en redacción. No importa cuánto practicaba ni cuántas horas pasaba con la ayuda de un tutor, no
Semanario Universidad