Uno de los fundadores de Grooveshark, una joven empresa de música en línea que cerró recientemente bajo la amenaza de demoledoras sanciones económicas por parte de sellos musicales, murió a los 28 años en Estados Unidos, informó la policía este lunes.
Josh Greenberg falleció en su domicilio el domingo por la noche en Gainesville, Florida (sureste), la localidad universitaria donde contribuyó a lanzar Grooveshark en 2006.
Se desconocen las causas de la muerte, pero no se encontraron evidencias ni de crimen ni de suicidio, informó en Twitter el departamento de policía de Gainesville.
Greenberg, que vivía con su novia, la cual se encontraba ausente el fin de semana, planeaba nuevos proyectos y estaba «más tranquilo que deprimido» por el fin de Grooveshark, declaró su madre, Lori Greenberg, citada por el diario local The Gainesville Sun.
Grooveshark fue uno de los sitios pioneros en ofrecer acceso ilimitado a música por «streaming», pero, a diferencia de otras plataformas como Spotify, la compañía no tenía muchos acuerdos de licencia con sellos discográficos.
Con su espíritu joven y emprendedor, la compañía siempre fue descrita como el Facebook de la música, pero su trayectoria fue mucho menos fluida.
Greenberg y el otro ejecutivo principal de Grooveshark, Sam Tarantino, tuvieron que hacer frente a 736 millones de dólares de sanciones, después de que un juez decretara el año pasado que los jefes habían alentado a los trabajadores a descargar material protegido por derechos de autor.
En vez de ir a juicio, Grooveshark –que reivindicó 30 millones de usuarios mensuales– se apagó el pasado 30 de abril tras un acuerdo con los principales sellos discográficos.
Como parte del trato, Greenberg y Tarantino ofrecieron excusas públicamente y devolvieron los archivos protegidos por derechos de autor.
El tercer fundador, el colombiano Andrés Barreto, abandonó Grooveshark antes de su fin y ha estado involucrado en «start-ups» en Estados Unidos y América Latina.
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