Reunión de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático

195 países buscan en Bonn cómo resolver el cambio climático

Los negociadores del mundo entero llegaron a Bonn, Alemania, para afinar los borradores del posible tratado que limite el impacto negativo del cambio climático.

A falta de seis meses de cumplirse el límite autoimpuesto para firmar un acuerdo global que permite limitar el calentamiento global causado por el hombre, los negociadores del mundo enetero llegaron a Bonn, Alemania, para afinar los borradores de este posible tratado.

Esta negociación se enmaca en el proceso que debe acabar en la Cumbre Climática de París (COP21), en diciembre de este año, donde los 195 países miembros de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático prometieron asumir compromisos obligatorios y universales sobre reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Con este acuerdo, se pretende que el calentamiento global no supere los 2°C en temperatura promedio mundial, el límite en cual la vida en el planeta será viable.

Sin embargo, el trabajo será complicado. El actual borrador tiene más de 80 páginas y contiene contradicciones y posiciones donde varios países y bloques tienen visiones radicalmente opuestas. En el mismo salón de negociaciones están las islas del Pacífico que cada año pierden terreno por el alza en nivel del mar, los reinos petroleros del golfo pérsico que dependen de los combustibles fósiles, las naciones con bajo desarrollo de África y el sureste de Asia, los estados industrializados europeos y norteamericanos y los gigantes en crecimiento, como China, India y Brasil.

De ahí debe salir el consenso para salvar al mundo de cambios climatológicos que cambien la vida como la conocemos.

«El objetivo es alcanzar un preacuerdo en octubre (…) La COP21 [cumbre de París] permitiría luego dar los últimos retoques y tratar los puntos pendientes, pero sobre la base de un texto sólido y claro para todos», declaró el ministro francés de Ambiente, Laurent Fabius en la apertura de la sesión de negociaciones.

Algunas cuestiones complejas están en el centro de las negociaciones y muchas de ellas pasan por el centro propio del modelo de desarrollo vigente: ¿debe limitarse la extracción de combustibles fósiles o solamente la emisión de gases? ¿Qué rol deben jugar países emergentes como China, India e Indonesia y qué rol deben jugar los países industrializados como la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia?

Las negociaciones de Bonn son una sesión intermedia entre cada cumbre climática y usualmente son más productivas porque son protagonizadas por técnicos y negociadores, con menor presencia de los actores políticos de cada país. Allí también llegaron las organizaciones de la sociedad civil para pedir cuentas a los gobiernos.

«Llegamos a Bonn con un borrador de 90 páginas que contiene opciones en temas clave que incluyen lo bueno, lo malo y lo que debería ir a la pileta de platos sucios. Los negociadores trabajarán en reducir el texto y consolidar algunas opciones, al tiempo que negociarán algunos temas complicados como el tratamiento de países con diferents capacidades de un modo justo en el acuerdo y cómo debe ser legalmente ese acuerdo», dijo mediante un comunicado Jaco du Toit, vocero de WWF Internacional.

Un tema clave será la manera de comprobar su puesta en marcha y la posibilidad de modificar los compromisos en el futuro, a medida que cambien las tecnologías y sus costes.

De momento, 37 países, incluidos la Unión Europea, Estados Unidos, Rusia, Canadá y México, anunciaron su «contribución nacional» a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Costa Rica todavía no lo ha hecho, pero debe publicarlo en los próximos meses.

Costa Rica.

La delegación costarricense apuntará por levantarle el perfil a los derechos humanos y la equidad de género como un tema transversal en la lucha contra el cambio climático.

«Buscamos darle un rostro humano a las negociaciones porque es importante comprender que el cambio climático afecta la vida de las personas y es responsabilidad de los gobiernos cuidar a sus ciudadanos. En los derechos humanos están comprendidos el derecho al agua, a la salud y a la educación y los países deben cumplir lo estipulado en la convecnión. Por eso es importante hacer el vínculo entre los temas», explicó Giovanna Valverde, jefa negociadora de la delegación costarricense

El febrero del año pasado, Costa Rica lanzó la Geneva Pledge, un acuerdo de varios países que acuerpan la intención de poner los derechos humanos en el centro de las negociaciones.

La delegación costarricense en Bonn está presidida por Valverde, diplomática de la Cancillería y especialista en el tema de cambio climático y producción agrícola. La funcionaria también presidió la delegación el año pasado en Lima y ha estado en el equipo negociador en los últimos años. Además, está Pascal Giroud, asesor en cambio climático del ministro de ambiente.

«Como posición de AILAC seguimos empujando sobre la importancia de mitigación en la Convención es fundamental para lograr los objetivos de reducción de emisiones, a la vez queremos lograr la equidad política para adaptación, daños y pérdidas y medios de implementación, especialmente finanzas y transferencia de tecnología, para poder lograr una eficaz implementación de esta adaptación por parte de países en desarrollo», explicó Valverde.

 

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