Este Chile proviene de una revolución capitalista

La expresidenta Michelle Bachelet, candidata de la opositora “Nueva Mayoría”, una amplia coalición de centroizquierda, necesita obtener más del 50 % de los votos

La expresidenta Michelle Bachelet, candidata de la opositora “Nueva Mayoría”, una amplia coalición de centroizquierda, necesita obtener más del 50 % de los votos para ganar en la primera vuelta, situación que no se descarta.

He recorrido casi 400 páginas. Y 40 años. Aquí estoy de vuelta. Transito por el siempre huidizo camino de la memoria y por el más huidizo camino de la realidad. Vayamos, por lo tanto, despacio.

“Este Chile proviene de una revolución capitalista que surgió derrotando el proyecto de otra, la vía chilena al socialismo” que Salvador Allende encabezó hace más de 40 años, escribía, hace 15 años, Tomás Moulián, en su libro “Chile actual. Anatomía de un mito”, uno de los varios que ha escrito.

Hoy estamos sentados en un café en Santiago. Son las 10:30 a.m. de un domingo, una semana antes de las elecciones del próximo 17 de noviembre. Tomás ha envejecido. Yo también. En una semana sabremos el desenlace de unas elecciones presidenciales y parlamentarias que, según todos los comentarios, abren una nueva etapa en la política chilena.

Considerado uno de los más agudos sociólogos chilenos, la visión de Tomás Moulián está recogida en artículo adjunto. Disidente de la “Concertación”, hoy “Nueva Mayoría”, la coalición que impulsa la candidatura de Michelle Bachelet a la presidencia de Chile, su visión es, de cierto modo, compartida por viejos amigos que militan dentro de esa coalición.

“En la actual campaña, se genera una demanda fuerte de cambio y corrección de lo que han sido los cuatro gobiernos de la ‘Concertación’. Se habla de un nuevo ciclo en la política chilena”, dice Jaime Gazmuri, socialista, exsenador y expresidente de las comisiones de Defensa y Relaciones Exteriores del senado. Conversamos en su apartamento. Hoy Gazmuri participa en la comisión de programa de la candidata favorita en estas elecciones, la expresidente Bachelet.

Ese nuevo ciclo, en su criterio, tiene que ver con tres factores. El primero “es el agotamiento del sistema político, –básicamente de los acuerdos que permitieron la transición hacia la democracia– y la necesidad de establecer un nuevo acuerdo constitucional”.

Lo propone Bachelet en su programa, pero todos saben que eso no será posible sin un acuerdo con, por lo menos, parte de la oposición (y del resultado electoral, sobre todo para el parlamento).

Lo otro es lo que Gazmuri resume en la necesidad de “más Estado”, de atender las demandas de educación pública de calidad, salud y pensiones. El tercer tema “es una corrección en el modelo de desarrollo”.

CAMBIOS

La pregunta que está en el aire es: ¿de todo esto, qué es lo que se va a realizar?

En la transición, dice Gazmuri, “hacer acuerdos de cúpula fue central. Ahora la movilización de la sociedad será determinante para el éxito de las reformas”.

A quienes dudan de que haya voluntad de hacer esos cambios en un eventual, pero probable, segundo gobierno de Bachelet, otros sectores de la misma coalición “Nueva Mayoría” advierten: “Lo va a pasar muy mal si no responde a las demandas populares”.

Más que como amenaza, la frase suena como advertencia, ante la creciente presencia de la gente manifestándose en las calles. Encuestas recientes, por ejemplo, indican que más del 80 % de la población estaría de acuerdo en volver a nacionalizar el cobre –la principal riqueza del país–, acto realizado por Allende, mas Pinochet privatizó este recurso.

Esa necesidad de cambios está presente en las mismas filas de la coalición. Hace unas horas volví de la comuna de Puente Alto, la más poblada de Chile, con casi 500 mil habitantes, y que hoy es parte del Gran Santiago. Caía la tarde. Casi podía tocar con mis manos la cordillera, que resaltaba, con tonos dorados, los detalles de su relieve y vegetación. Hacía fresco. Había llegado hacía casi una hora, mientras esperaba al diputado y hoy candidato a senador, Carlos Montes.

Mientras espero, la “Sonora Palacios” hace bailar a la gente. Es una concentración del barrio. Hay quizás unas mil personas. Son casi las 7 p.m. y a Montes le faltan todavía cuatro actividades para cerrar el día.

Habla de la inseguridad, de la necesidad de pavimentar la calles del barrio, de los problemas de vivienda. Reclama la falta de espacios para que la gente se encuentre, los jóvenes, los viejos…

¿Por qué no hicimos antes lo que ofrecemos hoy?, se pregunta, sabiendo que Bachelet gobernó el país hace tan solo cuatro años. Porque el país ha cambiado, responde. Porque los jóvenes salieron a las calles a exigir educación pública gratuita y de calidad. No puede ser que la educación sea un negocio, afirma.

Reivindica la reforma tributaria. “Chile es un país muy desigual”. Insiste en la necesidad de una reforma a la constitución y reclama que la de Pinochet establece la naturaleza de un Estado subsidiario solo autorizado a intervenir en los espacios en los que el sector privado no tiene interés. Asegura que la Administradoras de los Fondos de Pensiones (AFP), un modelo que se pretendió exportar a toda América Latina, “son un fracaso”. “Las pensiones son muy malas”. La propuesta de Bachelet es reformar el sistema, empezando por crear una AFP estatal.

La legislación laboral chilena “es una vergüenza”. La mitad de los trabajadores gana menos de 250 mil pesos, cifra equivalente en colones costarricenses, asegura Montes.

Se puede decir que, si el país fuera un barco, hace 23 años cambió la tripulación. Con eso cambió también el trato al personal. Pero no varió su rumbo la nave. Hoy ese cambio parece ser la demanda.

NUEVE CANDIDATOS

Cerca de 12 millones de chilenos están convocados a las urnas el próximo domingo para elegir un presidente de la República entre nueve candidatos. La favorita en todas las encuestas es la expresidente Michelle Bachelet, candidata de la opositora “Nueva Mayoría”, una amplia coalición de centroizquierda que tiene como principal novedad la incorporación del Partido Comunista. Además, se renovarán los 120 diputados y 20 senadores. Para ganar en primera vuelta, Bachelet deberá lograr más de 50 % de los votos, situación que no se descarta.

La principal rival de Bachelet es la candidata de la coalición gubernamental, Evelyn Matthey. Hija de un general de la Fuerza Aérea (como Michelle Bachelet), su padre, el general Fernando Matthey, integró la Junta Militar de Gobierno en su última fase. Las encuestas le dan cerca de 20 % de los votos e inclusive ponen en duda un eventual segundo lugar en las elecciones, que estaría disputando con un polémico candidato, Franco Parisi, un economista de 45 años también identificado con posiciones de derecha. En cuarto lugar, según las mismas encuestas, estaría Marco Enríquez-Ominami (40), que hace cuatro años surgió como una figura renovadora de la política chilena. A estos nombres habría que sumar otros cinco, con menores intenciones de voto, y que completan la oferta electoral.

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