El senador más cercano al presidente José Mujica afirmó que Óscar Arias con su iniciativa “está haciendo un mandado”.
“¿Uruguay sin Fuerzas Armadas? Como pocos temas, el planteo del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, generó rechazo unánime del sistema político local”, dijo el comentarista Sebastián Cabrera, en un artículo publicado en un periódico digital de ese país, al referirse a la sugerencia del Presidente Oscar Arias para disolver el ejército uruguayo, hecha por carta, el mes pasado, al mandatario José Mujica.
La primera reacción ha sido de sorpresa. “Arias todavía se maneja con conceptos de la época de la Guerra Fría y de la época en la cual las fuerzas armadas se ordenaban en función básicamente de hipótesis de conflictos con los vecinos”, dijo el politólogo Julián González, al comentar la propuesta.
«Hay como doscientos países con ejércitos en el planeta Tierra y Arias nos elige a nosotros” para tratar este tema, afirmó, por su parte, el senador del gobernante Frente Amplio y líder de la Corriente de Acción Pensamiento-Libertad, Eleuterio Fernández Huidobro, uno de los más cercanos el presidente Mujica.
“Hay otros presidentes en el mundo, agregó Fernández, y el único que se mete con Uruguay es este, y con este tema». «Este señor está haciendo un mandado», afirmó, en declaraciones a una radio local.
Fernández Huidobro recordó que al final del período de dictaduras militares en su país, el presidente norteamericano George Bush (padre) y sus asesores “elaboraron un documento que se hizo famoso en aquel tiempo y del cual hoy ya casi nadie tiene memoria que se llamaba ‘Manual para las Américas’ que incluía la disolución de los ejércitos en América Latina».
La respuesta del senador del Frente Amplio puede ser tomada como la más cercana a la del presidente Mujica. Si se revisa la historia de ese país, se constata que la relación entre ambos no solo data de los años 60, sino que ambos estuvieron presos en los años de la dictadura en condiciones muy precarias y, con frecuencia, juntos. Ambos eran considerados como “rehenes” en manos de los militares gobernantes en esa época, y por lo tanto sujetos de los tratamientos más duros.
Fernández Huidobro recuerda, y relata, algunos de los pasajes de ambos en la cárcel, donde se forjó esa relación con el hoy presidente “Pepe” Mujica.
Mujica prefirió bajar el tono al debate. Arias se va en mayo del gobierno y “tiene derecho a pensar, tiene su experiencia, tiene su historia; nosotros tenemos la nuestra. Yo quiero a las Fuerzas Armadas para pelear contra la pobreza», dijo el presidente uruguayo, en alusión a la carta del mandatario costarricense.
Sobre las afirmaciones de Arias, de que el Uruguay no tiene enemigos, Mujica señaló que «es claro que nosotros no lucharemos contra nadie, pero la verdad es que tenemos muchos problemas en la frontera, de contrabando y narcotráfico».
A pesar de que había prometido responder por escrito a Arias, no se conocía todavía esa respuesta, a estas alturas, interesa más el tono que el contenido, que ya se sabe, será de rechazo a la propuesta del mandatario.
«No. Qué voy a estudiar, no puedo estudiar tanto», respondió Mujica a los periodistas que le preguntaban respecto de la respuesta prometida a Óscar Arias
OCURRENCIA
El periodista uruguayo Emiliano Cotelo, que tiene un programa de radio en ese país, entrevistó a Arias y a diversos sectores políticos y académicos sobre el tema.
En Uruguay, afirmó, “representantes de todos los partidos políticos y hasta el propio presidente Mujica reaccionaron negativamente ante la iniciativa del presidente Arias. Algunos además la rechazaron por improcedente, en la medida en que vieron en esa misiva una injerencia del mandatario costarricense en los asuntos internos de nuestro país”.
“No importa cuál sea la respuesta del presidente Mujica”, le habría dicho Arias. “Creo que hice bien por lo menos en estimular un pequeño debate en su país, y que mediten sobre esto que les estoy recomendando”.
Pero a la pregunta hecha en Uruguay del por qué de la propuesta de Arias, el mandatario contestó que “Fue algo muy espontáneo, estas son ideas que yo he abrazado durante más de 30 años”.
Consultado por qué hacía, en este momento, esta propuesta al presidente Mujica, Arias afirmó que “fui entrevistado por una periodista colombiana que sabe que yo he venido exponiendo estas ideas desde hace mucho tiempo y me preguntó cuál había sido la reacción de los palestinos cuando me reuní con el gobierno palestino en una gira reciente al Medio Oriente, y le dije que buena. Es un poco el mismo argumento: ¿para qué necesita Palestina un ejército, con todas las necesidades insatisfechas que tiene el pueblo palestino? Y cuando me preguntó si había pensado en algún otro país, se me ocurrió Uruguay, porque Uruguay es un país como Costa Rica, es una democracia muy consolidada”.
En todo caso, la respuesta parece que, lejos de aclarar las razones, según los comentaristas uruguayos, las oculta, a menos que se acepte que se trató de una ocurrencia del mandatario costarricense la sugerencia a su colega uruguayo. O, afirman, se trata de una estrategia de salida del gobierno, para hacerse de nuevos espacios en el escenario internacional.
UNIDAD
El efecto más inmediato y sorprendente de la sugerencia de Arias fue la unidad de todas las fuerzas políticas uruguayas, desde los antiguos guerrilleros Tupamaros hasta los conservadores más tradicionales.
El expresidente y senador del conservador Partido Nacional (Blanco) Luis Alberto Lacalle dijo que la propuesta le causó «asombro y preocupación». “Asombro, porque se trata de una personalidad que está acostumbrada a manejarse a nivel diplomático y un planteo semejante ‘no tiene antecedentes’ en la región”.
Preocupación, agregó, “porque los planteos ‘en los que se dice a otro país lo que tiene que hacer’ se suman a actitudes ‘como la del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y a los Kirchner, que dicen a quién hay que votar’ en Uruguay”. Para Lacalle, con esta actitud «se abandona el principio de no intervención» y «se meten en casa ajena». En el caso de Arias, «le dice al Uruguay lo que tiene que hacer con sus instituciones».
El senador de Alianza Nacional Sergio Abreu, que integra la comisión de Defensa del Senado, estimó, por su parte, que «hay una carrera armamentista en América Latina, liderada por Venezuela, Brasil y Colombia, que tienen presupuestos millonarios. Arias está mirando esa realidad, que no se aplica a nosotros porque no estamos en la carrera armamentista y sí en una modernización de las Fuerzas Armadas. Él no está ubicado bien en el concepto de Uruguay”, destacó.
El también senador Tabaré Viera, miembro de la comisión de Defensa, mostró asombro por el planteo de Arias. «Me llama mucho la atención. Si el presidente de Costa Rica hace una manifestación sobre asuntos internos uruguayos es porque Mujica le debe haber dado pie para ello y hubo alguna conversación previa que no conocemos. En caso contrario, es una injerencia inexplicable», enfatizó.
La propuesta de Arias llegó en el momento en que, en Uruguay, se está llevando a cabo una discusión sobre una Ley de Defensa Nacional, con la participación de todos los sectores políticos, entre los cuales parece haber acuerdo para una reducción de las fuerzas armadas.
Lacalle dijo, la semana pasadas, en la comisión de Defensa que Uruguay debería reducir el número de sus efectivos militares, de los poco más de 31 mil en la actualidad, a 20 o 22 mil efectivos.
