“45 años de ALCOA”

A 45 años de la aprobación por la Asamblea Legislativa del último Contrato Ley de ALCOA −el 24 de abril de 1970−

A 45 años  de la aprobación por la Asamblea Legislativa del último Contrato Ley de ALCOA −el 24 de abril de 1970−, decidí escribir algo de lo que recuerdo de aquel histórico acontecimiento de protesta ciudadana que, durante meses, los estudiantes de la Universidad de Costa Rica, los de secundaria y buena parte de las organizaciones sociales de la época, sectores ciudadanos y algunos líderes de los partidos políticos, desempeñaron en aquellas protestas que marcaron a toda una generación y fueron el alimento de la protesta social que pocas décadas después desembocó exitosamente en la lucha contra el Combo del ICE, que pretendía privatizar parte del servicio eléctrico y, del primer referendo sobre el TLC entre Centroamérica y EE.UU., que fue aprobado pese a una lucha desigual y donde se utilizaron peligrosas artimañas, como las recomendadas en el famoso Memorando del Miedo, recordado todavía hoy como un documento lleno de maquiavelismo político antiético, de la más baja ralea.

El contrato a favor de ALCOA fue aprobado por la unión de voluntades políticas de la mayoría de diputados que apoyaban al presidente Trejos y aquellos del Partido Liberación Nacional que acuerpaban a José Figueres, quien señalo desde Europa que suscribía el Contrato;  acababa de ser electo Presidente hacía apenas dos meses. Se le opusieron con valentía diputados de ese partido como Rodrigo Carazo, Villanueva Badilla, José Manuel Salazar Navarrete y dirigentes como el cura Benjamín Núñez, el −en ese entonces− rector de la UCR −don Eugenio Rodríguez−, el sindicalista Armando Gutiérrez, don Manuel Mora Valverde −dirigente del partido comunista−, mi padre Luis Barahona Jiménez −que era presidente del Partido Demócrata Cristiano−, Carlos Monge Alfaro, Issac Felipe Azofeifa, Rodrigo Gutiérrez, María Eugenia Dengo y muchos otros que dieron su invaluable aporte, desde la sociedad civil, desde el claustro universitario e incluso desde parte de la prensa independiente, como don Manuel Formoso; el resto de la prensa dominante estaba apoyando a ALCOA.

Me tocó ser uno de los organizadores de este movimiento desde la FEUCR; recordemos que solo la  UCR existía con unos once mil estudiantes; desde el año anterior (1969) como dirigente estudiantil, contribuí en todo lo que pude a fomentar la oposición al proyecto de otorgar mediante la figura de un contrato ley, grandes extensiones de tierra en San Isidro de El General, para de ellas sacar alúmina, materia prima que con el uso de gran cantidad de electricidad produce el aluminio; esta figura, la del Contrato Ley, era detestable; mediante esa modalidad se habían aprobado un siglo antes privilegios excesivos a Minor Keith, para la construcción de la línea férrea a Limón y donde se le otorgó una enorme cantidad de tierras a los lados de la vía, que fueron después utilizados por la United Fruit Company para sembrar primero banano y luego palma africana, con los excesos y explotación obrera que hoy todos recordamos.

Pues bien, este era el contexto de esa lucha estudiantil, en la que merece de mi parte recordar a estudiantes que contribuyeron decididamente con ese gran esfuerzo nacional, como Fernando Cruz Castro, que escribió su tesis de Derecho sobre el Contrato Ley de ALCOA y contribuyó decididamente años después a derogar el Contrato de ALCOA, por la misma Asamblea Legislativa que lo había aprobado, en la presidencia de don Daniel Oduber; recuerdo también vivamente los esfuerzos de Kenneth González (qeDd), José Luis Valenciano Chaves, Rolando Araya Monge, Eduardo Malavassi, Alfredo Martén, Eduardo Garrón, Vladimir de la Cruz, Óscar Madrigal, Luis Garita, Jorge Gutiérrez, José Luis Vega Carballo, Óscar Fernández, Víctor Ramírez, Rodrigo Alberto Carazo, Francisco Morera, Jorge Romero, Marco Vinicio Tristán, Liliana Arrieta, Mayela Rodríguez, José Picado Lagos, Luis Escalante Cabezas, Pablo Azofeifa, Óscar Álvarez, Guillermo Arce, María Bonilla, Sonia Malavassi, Franklin Carvajal B, Jorge Rovira y de muchos otros, cientos, miles, que hicieron posible esta gesta heroica; hombres y mujeres comprometidos con el futuro de su patria y que lograron concretar un triunfo definitivo que abrió brecha para otras gestas heroicas de protesta popular, en nuestra historia reciente.

En 1971, la FEUCR decidió bautizar y colocar una placa conmemorativa de  la gesta de ALCOA en   la UCR y en ella, escrita en mármol se grabó. “A la juventud de Costa Rica, Plaza 24 de Abril, violar la ley del imperio es defender los derechos del pueblo”, frase que después de 44 años han podido leer e inspirar varias generaciones de estudiantes y profesores.

A 45 de las oposición popular a ALCOA, queda mucho por escribir en recuerdo de esa lucha del pueblo de Costa Rica, pero por el momento afirmo que me alegra que en la pasada semana universitaria, una vez más se celebrara esta efemérides y lucha del movimiento patriótico nacional; es una llama que hacia el futuro, esperemos que no se apague y que nuevas y venideras generaciones la cultiven y promuevan; solo siguiendo esta senda de verdadera participación ciudadana democrática y militancia espiritual independiente y soberana, basada en los mejores valores de nuestro pueblo, es que se puede seguir construyendo una patria libre, soberana y digna; como parte de aquella generación, me siento orgulloso.

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