El Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica (IIS) surge en 1975, bajo el alero refrescante del III Congreso Universitario (1971-1972), el cual marca un antes y un después en la historia de la institución. Principios fundamentales como la democratización de la educación superior, el vínculo universidad-sociedad, lo mismo que la defensa incondicional de la autonomía universitaria, quedaron plasmados en las discusiones y resoluciones de entonces. El espíritu del III Congreso inspira así la creación y el futuro del IIS, su pensamiento crítico y su inagotable cosecha a lo largo de cuarenta años.
En el ámbito internacional ocurrían en esta época grandes acontecimientos que marcarían nuevos rumbos en el acontecer nacional y mundial: el asesinato del Presidente Allende, las dictaduras del Cono sur, el fin de la guerra de Vietnam, el escándalo Watergate, la muerte de Franco, el conflicto árabe-israelí…
El análisis e investigación de la realidad nacional como objetivo fundamental del IIS, constituía así un gran reto frente a las transformaciones institucionales fruto del III Congreso, los cambios internacionales y su incidencia en el país, y la influencia de la gigantesca movilización nacional de abril de 1970 contra la explotación de los yacimientos de bauxita por parte de la compañía Alcoa ( Aluminum Company of America), protesta multitudinaria que obligó a la Asamblea Legislativa a archivar el proyecto.
Fiel al contexto en que le tocó nacer, el Instituto se ha caracterizado por una abundante labor de investigación y publicación sobre los principales movimientos sociales del país, precisamente su Centro de Documentación constituye una valiosa guía para la labor docente. Muchos estudiantes de grado y posgrado han realizado sus tesis gracias a la orientación del IIS. Las constantes mesas redondas en su sala de conferencias, se han convertido en auténticos foros de debate sobre las migraciones, la pobreza, los principales conflictos sociales, sobre las políticas de privatización de las telecomunicaciones, el vínculo mujer-sociedad, la integración centroamericana, la Caja Costarricense de Seguro Social…
Mención aparte merecen las encuestas realizadas por el Instituto sobre situaciones concretas de la realidad nacional, lo mismo que su importante papel frente al combo del ICE y contra el TLC.
Hoy el IIS aporta nuevas voces de jóvenes investigadores de la Facultad de Ciencias Sociales. Además, ha asumido un papel responsable y relevante en el tema de las finanzas universitarias y de las anualidades, al elaborar una propuesta que toma en cuenta la gran desigualdad y diversidad en los salarios de los (las) profesores, dadas las formas de contratación que perjudican a los docentes interinos inmersos en una situación de precariedad laboral.
El Instituto de Investigaciones Sociales, siempre a la altura de los tiempos, ha puesto sobre la mesa una discusión fundamental sobre el futuro de la institución y el modelo de Universidad para seguir. Entre las preguntas que surgen de sus seminarios y debates podríamos mencionar algunas: ¿Es que las exigencias del mercado han transformado la educación superior en lo que algunos consideran como el nuevo “capitalismo académico? ¿Estamos cayendo bajo la órbita empresarial del “emprendedurismo”, la gestión, la producción, la mercantilización? ¿Acaso las prioridades institucionales de la investigación responden a las exigencias de los principios impuestos por el mercado? Tal como lo ha señalado la actual Directora del IIS: “la Universidad no es empresa ni torre de marfil”.
Más bien -y desde mi propia perspectiva, nuestra Universidad pública debe responder a principios éticos insoslayables: la docencia, investigación y acción social conllevan una responsabilidad hacia la ciudadanía. La educación superior ante todo debe ser concebida como un bien público en donde puedan converger los distintos campos del conocimiento: la ciencia, el arte, la filosofía… Al considerar el conocimiento como mercancía, nos alejamos de aquellos valores que conducen al bien común.
El IIS celebra su cuarenta aniversario con un claro compromiso con “la libertad académica” y la autonomía universitaria, fiel a los principios del III Congreso continúa su camino de reflexión y crítica enfrentando los desafíos actuales de la universidad pública.
0 comments