Es fundamental mejorar el accionar del sector público considerando que la estrategia para el mejoramiento de la gestión pública, busca entonces que la acción de las entidades del Estado gire en torno a los intereses generales de la población y que tenga como propósito propiciar un cambio paulatino pero radical, en las entidades del Estado, hacia una nueva cultura de la “Gestión pública orientada a resultados”, en la cual el ciudadano sea el eje del desempeño de la administración y se pretenda permanentemente el mejor aprovechamiento de los recursos y una utilización eficiente, eficaz y económica de los mismos.
El presupuesto es el instrumento de política económica más importante de los gobiernos y de las entidades del sector público, dado que refleja las prioridades de las políticas económicas y sociales del gobierno, más que ningún otro instrumento, traduciendo políticas, compromisos políticos y metas en decisiones sobre en qué se deben gastar los recursos y porqué se deben gastar en determinadas áreas o sectores y cómo se deben recaudar. Un sistema presupuestario que funciona bien facilita el crecimiento económico. En muchos países los problemas económicos se incrementan por sistemas presupuestarios que se centran más en aspectos formales y en decisiones presupuestarias deficientes.
Es fundamental que los presupuestos sean la expresión financiera de los planes anuales operativos institucionales. Asimismo, que los planes anuales operativos sean la expresión en el corto plazo de los planes estratégicos institucionales y de los Planes Nacionales de Desarrollo.
Es fundamental que se deban elaborar Planes Nacionales de Desarrollo que se sustenten en el interés de las mayorías, es decir que propicien el bienestar general, y que se logre el desarrollo económico que permita una distribución de la riqueza que realmente llegue a los más necesitados. En muchas oportunidades se toman medidas más pensando en una estabilidad macroeconómica, que propicie el crecimiento económico y no en medidas que propicien el desarrollo económico y, por ende, una mejor distribución de la riqueza para disminuir la pobreza.
Una de las fallas que afectan el accionar del sector público es la poca capacidad de ejecución de los planes anuales operativos y de los presupuestos, como expresión financiera de esos planes. Es fundamental que se mejore sustancialmente la capacidad de ejecución de las instituciones y empresas del sector público, para lo cual se pueden utilizar técnicas como la de proyectos, mediante una adecuada capacitación a los niveles gerenciales y a los funcionarios de las unidades ejecutorias.
En el caso de la gerencia pública, es necesario un rediseño de las organizaciones del Estado; de un innovador estilo de gerencia pública; de la implantación de avanzados mecanismos y sistemas de gestión del talento humano al servicio del Estado; de la incorporación de instrumentos de gerencia moderna; de la actualización de tecnologías de gestión, y de información de los entes público; y la puesta en marcha de nuevos sistemas de calidad de servicios y atención al cliente, es decir con orientación a resultados.
En nuestro Estado social de derecho, la misión es la de servir eficiente y oportunamente a la comunidad, por tanto fortalece el derecho de la sociedad a exigir resultados de la gestión pública y de hecho hacer responsables a los gerentes y directores por la eficacia, eficiencia y economicidad en el accionar de los distintos entes públicos, así como de la calidad de los servicios prestados, debiendo rendir cuentas por su desempeño.